
Catalanes, ¿un corte de mangas?
Llegado el momento de votar, el sentido común impediría a la mayoría social catalana seguir a esos bocachanclas que juegan con el futuro del pueblo al que dicen amar
Llegado el momento de votar, el sentido común impediría a la mayoría social catalana seguir a esos bocachanclas que juegan con el futuro del pueblo al que dicen amar