Los bellos murales de Valparaíso la han convertido en la indiscutida capital del arte callejero en Chile y Sudamérica, que atrae a miles de visitantes cada año para fotografiarse junto a ellos
En un mundo en el que las paredes y los muros suelen ser sinónimo de división, de desigualdad o de enfrentamiento, los de Vitoria son capaces de unir a toda una vecindad. Son un antídoto contra la desconfianza.
La fundación Tercer Pilar, que ya tuvo otras experiencias en el campo artístico, fue la encargada de reunir y llevar hasta la capital italiana 150 obras del artista nacido en Bristol en 1974. El nombre de esta muestra fue escogido por los curadores, Stefano Antonelli, Francesca Mezzano y Acoris Andipa, ya que su mayor ambición, dicen, es que sea didáctica, que llegue a todos los públicos y que sacuda conciencias. Todo lo que se puede ver en la muestra proviene de colecciones privadas. De hecho, la fundación responsable ha aclarado que el artista no está asociado ni implicado en su organización. Entre los dueños de las obras que se exhiben figuran famosos como el actor estadounidense Brad Pitt.
La pieza muestra a la niña en lágrimas y la bandera francesa rasgada a sus espaldas. Por debajo, el gas cubre sus extremidades. Un código QR remite a un vídeo de YouTube en el que la policía gala lanza gas lacrimógeno indiscriminadamente a los refugiados del campo de Calais. Uno de los efectos que tienen las creaciones del artista británico, cuya identidad es desconocida, es la repercusión mediática. El graffiti, que muestra una realidad incómoda para Francia, ya ha sido tapado.