El profesor de origen francés Jacques Picoux, de 67 años, murió al caer desde la décima planta del edificio donde vivía, en Taipei. Sus amigos creen que se trata de un suicidio debido a la depresión que sufrió cuando murió su pareja, pues debido a su condición sexual no pudo tomar ninguna decisión sobre los tratamientos médicos que se utilizaron en sus últimos días de vida. Además, no pudo reclamar las propiedades que ambos poseían por no estar reconocidos como pareja ante la ley.
La historia se ha hecho tan mediática que el Partido Progresista Democrático ha creado un proyecto de ley en favor de los derechos del colectivo LGTB. “Podemos ver que hay alrededor de 66 legisladores que probablemente votarán que sí a la igualdad en los matrimonios” ha dicho Cindy Su, activista de la organización Pride Watch, que ha añadido que “es la primera vez en la historia taiwanesa que tenemos más de la mitad”. Por su parte, Yu Mei-nu, la parlamentaria que ha redactado este proyecto de ley, se siente optimista y cree que la ley podrá introducirse en 2017.