Hamás envía una delegación a El Cairo para negociar una posible tregua en Gaza
Israel ha anunciado que no acudirá a la reunión
Israel ha anunciado que no acudirá a la reunión
«A medida que estas violaciones continúan, las facciones rebeldes anuncian la congelación de toda discusión vinculada a las negociaciones», han informado en un comunicado conjunto, que además asegura que el régimen y sus aliados «no han dejado de disparar y han dado lugar a situaciones graves y frecuentes, sobre todo en las regiones de Barada y Ghouta Oriental». «Cualquier avance va en contra del acuerdo de alto el fuego y si las cosas no vuelven a ser como eran antes, el acuerdo se considerará nulo y sin valor». Barada es una zona controlada por los rebeldes cerca de Damasco, clave para el suministro de agua de la capital. Naciones Unidas asegura que los suministros de agua se han reducido desde el 22 de diciembre debido a que las «infraestructuras fueron atacadas y dañadas deliberadamente». Ahora el agua está racionada en Damasco. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos asegura que alrededor de 10.000 civiles, todos mujeres y niños, huyeron de Barada este fin de semana.
Se espera que el frágil pacto podría marcar un punto de inflexión y marcar el comienzo de las conversaciones de paz destinadas a poner fin a un conflicto de casi seis años y que ha matado a cerca de medio millón de personas y desplazado a la mitad de la población siria. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha calificado lo acordado como una «oportunidad histórica». «De ninguna manera hay que dejar pasar esta oportunidad. Es una oportunidad histórica», ha declarado Erdogan en una rueda de prensa en Ankara. Para el jefe de la diplomacia siria Walid Muallem, el acuerdo ofrece una «verdadera oportunidad» para llegar a «una solución política». Estados Unidos acogió favorablemente el anuncio expresando su deseo de que la tregua sea «respetada por todas las partes» del conflicto. «Las informaciones relativas a un alto el fuego en la guerra civil en Siria representan una evolución positiva. Todo esfuerzo para detener la violencia, salvar vidas y crear las condiciones para negociaciones políticas renovadas y constructivas es bienvenida», ha apuntado el portavoz de la diplomacia estadounidense Mark Toner.
La medianoche del jueves al viernes entró en vigor un alto al fuego entre el régimen sirio y rebeldes. Rusia, que apoya a Bashar al-Asad, y Turquía, principal valedor de los que se levantaron contra él en 2011, son los garantes de la tregua. Según el ministro de Defensa ruso Serguei Choigu, firmaron el acuerdo con el gobierno de Damasco grupos que representan a unos 62.000 rebeldes armados. Sin embargo, las organizaciones terroristas, como Estado Islámico, han quedado excluidas del acuerdo.
Stephane Dujarric, portavoz de la ONU, tampoco ha podido concretar si el ataque ha sido aéreo o con artillería. El convoy bombardeado iba a entregar ayuda a 78.000 personas en Urm al Kubra. También ha sido alcanzado un almacén de la Media Luna Roja Árabe Siria. El enviado de Naciones Unidas para el país, Staffan de Mistura, ha expresado su indignación por los hechos después de declarar que el convoy era «el resultado de numerosos permisos y preparativos». Estados Unidos responsabiliza a Rusia del ataque y ha exigido a Moscú que demuestre lo antes posible su compromiso con el acuerdo de alto el fuego alcanzado entre ambas potencias.
Jan Egeland, secretario general del Consejo de Refugiados Noruego y asesor especial del enviado de la ONU, condenó la incapacidad de todas las partes para aprovechar la tregua, indicando que la ayuda podría llegar a Alepo el viernes. «¿Pueden hombres hechos y derechos, por favor, dejar de poner barreras burocráticas que están impidiendo a los trabajadores hacer su trabajo de prestar ayuda a los civiles, entre los cuales hay mujeres y niños heridos?».
Veinte camiones con alimentos de primera necesidad y otra ayuda llevan esperando en la frontera turca seguir su camino hacia Alepo. «He pedido al Gobierno ruso que haga sentir su influencia sobre el Gobierno sirio y a los americanos que hagan lo mismo con los grupos armados sirios y garanticen su total cooperación», dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el miércoles.
Un grupo de 21 facciones rebeldes emitió el pasado viernes un comunicado en el que advirtió de que no fueran atacados los combatientes vinculados con al-Qaeda. En el comunicado, las facciones no se comprometieron a acatar la tregua. Ante esta situación existe el peligro de que los ataques aéreos contra los yihadistas den pie a represalias de los insurgentes que les apoyan, lo que haría fracasar la tregua como en otras ocasiones.
«La situación está generalmente tranquila en todos los frentes, sobre todo en las regiones de Damasco, de Alepo y de Idleb, excepto por algunos cohetes lanzados en el sur justo después de que comenzó la tregua», dijo Rami Abdel Rahma, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). El acuerdo contempla el cese de las hostilidades hasta el próximo 18 de septiembre. Si se respeta al menos una semana, estadounidenses y rusos establecerán un órgano conjunto para coordinar la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y Jabat Fatah al-Sham, brazo de Al Qaeda en Siria. Tras la firma del acuerdo el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, recalcó que la única solución realista al conflicto pasa por «una solución política». Mientras que el presidente sirio, Bashar al-Asad repitió su determinación de «arrebatar a los terroristas todas las regiones», en alusión tanto a los rebeldes como a los yihadistas.
Al margen de la guerra civil, otro conflicto enquistado desde hace años ha aflorado en medio de la tregua. Según el ejército sirio sus tropas han derribado dos aeronaves israelíes —un avión de combate y un dron— cerca de la zona que controla Israel en los Altos del Golán. El ejército israelí lo ha desmentido. Ambos países han pasado décadas en guerra desde que Israel arrebató el control de los Altos del Golán a Siria en la guerra de 1967.
En una carta enviada a Estados Unidos y Rusia a pocas horas de que este lunes entre el vigor el alto el fuego acordado por las dos potencias, los rebeldes han expresado su intención de respetar la tregua. También han mostrado su preocupación por la falta de suministros en áreas asediadas y por el hecho de que en el acuerdo se permita a aviones de combate volar durante más de nueve días después de que se ponga en marcha el acuerdo. Por su parte, el ala dura del grupo islamista rebelde, Ahrar al-Sham, por su parte criticó el acuerdo de alto el fuego sin especificar si lo cumplirá o no.
Durante toda la jornada del domingo se produjeron enfrentamientos en Alepo y Damasco, pero observadores en la zona comprobaron que el gobierno había ordenado la retirada de las tropas hacia la montañosa zona del noroeste del país y los rebeldes estaban haciendo lo mismo en dirección sudoeste, con objeto de reforzar sus respectivas posiciones antes del alto el fuego cuya entrada en vigor está prevista para este lunes. Siria vive desde hace cinco años una guerra civil que ha causado miles de muertos y 11 millones de desplazados, causando una crisis de refugiados en Oriente Medio y Europa sin precedentes, que está siendo aprovechas por los yihadistas islamistas para cometer atentados por todo el mundo.
Inicia sesión en The Objective
Crea tu cuenta en The Objective
Recupera tu contraseña
Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective