A la ceremonia han asistido el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y Robert Fico, primer ministro de Eslovaquia, país que ostenta la presidencia de turno de la UE. Antes de rubricar el CETA, los líderes han mantenido una reunión en la sede del Consejo Europeo. El Parlamento de la región belga de Valonia mantuvo en vilo a Bruselas y Toronto y retrasó la cumbre y rúbrica del tratado, que en un primer momento estaba prevista para el pasado jueves. La Comisión Europea define el acuerdo, que se empezó a negociar hace siete años, como el más ambicioso alcanzado jamás por la UE. “Tenemos 20 negociaciones en curso y hoy estamos fijando los estándares globales que la UE y la Comisión Europea quieren que acepten otros”, comentó Jean-Claude Juncker. El CETA aún no está cerrado: tiene que ser ratificado por los 28 parlamentos nacionales de la UE y algunos regionales para que entre plenamente en vigor.