«Un mundo económico, el de ahora mismo, que, otra paradoja de la hipermodernidad líquida, cada vez se parece más y más al del siglo XIX»
«La consigna parece ser: guerra al low cost y la gentrificiación. Y en esa cruzada, Halsema tiene visos de salirse con la suya al contar con una población que la apoya, pese a las críticas recibidas por el descontrol público durante las recientes movilizaciones en apoyo a Black Lives Matters»
«El miedo quizá nos lleve al experimento de probar esa extraña medicina, la del turismo exclusivamente patrio»»»
«España ha construido buena parte de su prosperidad en los gentíos»
Desde un chiringuito de la playa de Ocata, con chanclas, pantalones cortos, un vino blanco con hielo y camisa de mangas cortas, un saludo, hermanos
«Después de dar algunas vueltas por la moderna ciudad de Elefsina, con un vago aire de ciudad dormitorio mediterránea, llegamos al santuario de Eleusis a las cuatro menos cinco minutos de la tarde»
No hay un lugar donde el verano se presente de forma más destilada que en un camping. Son pequeñas reservas donde la estación más esperada —y la propia naturaleza humana— despliega todas sus variantes en cualquier momento dado. Los matrimonios de jubilados que hacen pequeñas fortalezas con sus caravanas y se tiran horas jugando a las cartas, los partidos de bádminton de la familia extranjera, los niños gritando en la piscina, el caminante solitario que llega a media tarde para montar la tienda y comer caliente, los adolescentes en pequeñas manadas de bicis ensayando los primeros amores. Helados, ping pong, teles o radios con el Mundial o el Tour de Francia, siesta, periódicos deportivos, libros, fiambreras, barbacoa, chanclas.
En Penny Lane hay un barbero, y seguramente también habrá algún banquero en la oficina de TSB que ocupa el cruce con Allerton Road. La tarde de mayo del año pasado que estuve por allí no vi ningún bombero, pero en la esquina frente a la peluquería hay un wine bar -en realidad un pub bastante corriente- que se nutre de locales y también atraerá de vez en cuando algún turista despistado como yo.
Viajo por tercera vez a Marrakesh. Fui la primera vez con aprensión, la segunda vez sin ganas. Siempre me marcho con la idea fija, con la necesidad de volver.