La polémica ha aumentado tras la decisión del juez de lo Contencioso número 11 de Madrid de autorizar la presencia de esteladas. La resolución del juez alega que no existen «motivos con entidad suficiente como para poder restringir el uso de un derecho fundamental». La postura del juez no ha contado con el apoyo de la Fiscalía, que se muestra a favor de la decisión de la Delegación. La Delegada del Gobierno argumenta que los símbolos como las banderas independentista «incitan, fomentan o ayudan a la realización de comportamientos violentos o terroristas». Como acto de rebeldía, dos asociaciones catalanas habían anunciado que repartirán a los aficionados culés banderas escocesas.
La prohibición ha sido rechazada por las autoridades catalanas, empezando por el presidente de la Generalitat, quien ha anunciado que no acudirá a la final como acto de protesta. Tampoco lo harán la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su homóloga madrileña, Manuela Carmena. La polémica está servida y la expectación será mayor cuando suene el himno nacional que cuando salten los 22 al campo.