El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado esta noche la instauración de un toque de queda para las ciudades de Francia en estado de alerta máxima por la pandemia de coronavirus[contexto id=»460724″].
Por qué es importante: algunas de las principales ciudades del país, como París y su región; Lyon o Lille, se encuentran en estado de alerta máxima y quedan dentro de ese toque de queda, que se aplicará entre las 21.00 y las 06.00 hora local y comenzará a partir del próximo sábado, con una duración inicial de cuatro semanas. Macron, que ha comunicado una nueva serie de medidas en una entrevista esta noche, también ha comunicado la declaración del estado de urgencia sanitaria a nivel nacional. Según los periódicos franceses, la tasa de incidencia en París es de 413 casos por cada 100.000 habitantes.
«Estamos en una situación preocupante», ha afirmado Macron. Con su comparecencia en televisión nacional y en horario de máxima audiencia, Macron ha tratado de llamar la atención de la población ante el progresivo empeoramiento de la situación sanitaria por culpa de la pandemia de coronavirus[contexto id=»460724″], que ha causado casi 33.000 muertos en el país y amenaza con colapsar las unidades de cuidados intensivos de varias zonas hospitalarias, incluyendo París y su región. La capital entró el pasado día 5 en alerta máxima por la expansión del virus.
La situación es especialmente grave en la región de París (Isla de Francia), donde el índice de casos positivos es de 320,9 por cada 100.000 habitantes y los pacientes de COVID-19 ocupan ya el 45% de todas las camas de cuidados intensivos en los hospitales. El presidente francés ha avanzado que habrá controles policiales y multas para los infractores, que serán de 135 euros.
A nivel de nacional, Francia es el tercer país europeo con más casos, con 756.472, y Reino Unido el cuarto, con 634.920. El pasado sábado, el país galo casi alcanzó los 27.000 contagios en 24 horas. Asimismo, este lunes la Agencia de Sanidad Pública indicó en su web que la tasa de positividad de los test realizados ha subido al 12%.
El Gobierno galo ha publicado un comunicado en el que explica las razones que han llevado a adoptar esta medida. «En vista de su propagación por el territorio nacional, la epidemia de COVID-19 constituye un desastre sanitario que, por su naturaleza y gravedad, pone en peligro la salud de la población. La declaración de un estado de emergencia sanitaria justifica que se puedan tomar medidas estrictamente proporcionales a los riesgos para la salud y adecuadas a las circunstancias de tiempo y lugar», explica el documento.