7 alojamientos para poner de moda el turismo sostenible en España

El turismo sostenible sigue ganando adeptos entre los españoles. Aunque el concepto tiene significados diferentes para cada viajero, una gran parte coincide en que alojarse en establecimientos respetuosos con el medio ambiente es una de las mejores formas de hacer turismo.

Sin embargo, más de la mitad de los españoles admite no haber logrado viajar de manera sostenible, según un informe de Booking.com. Pero todavía hay esperanza, pues casi un 90% de los viajeros españoles asegura querer viajar de manera sostenible.

El futuro del turismo sostenible en España es bastante prometedor, y para ir preparando el terreno, ya hay numerosos alojamientos para todo tipo de viajeros que ofrecen esta posibilidad.

Estos son algunos ejemplos de alojamientos en los que, además de ofrecer la mejor estancia a sus huéspedes, el respeta al medio ambiente y al ecosistema local son los principales objetivos.

Amalurra

En Vizcaya, la comunidad de Amalurra comparte su estilo de vida, basado en el acercamiento a la naturaleza, con los visitantes que se alojan en su hotel y en su albergue.

Amalurra significa Madre Tierra en euskera, y es un proyecto que comenzó Irene Goikolea que, junto a un grupo de gente, compró un terreno en el campo para construir sus viviendas en convivencia con la naturaleza. Una vez asentados, decidieron convertir una de las edificaciones originales, que se encontraban medio derruidas, en un hotel rural y un albergue, a lo que después se sumaron la cafetería, el restaurante y el spa.

Además de estar en contacto con la naturaleza, de contarcon  productos locales y ecológicos y los servicios del spa, Amalurra ofrece actividades colectivas y talleres que van desde tratamientos del agua hasta la biodanza, entre muchos otros.

L’Avenc de Tavertet

En el municipio catalán de Tavertet, en la comarca de Collsacabra, se encuentra L’Avenc de Tavertet, un alojamiento rural con instalaciones preparadas para que los huéspedes desconecten de la rutina durante unos días, alejados del ruido y el estrés de la ciudad.

La familia Abey-Parris, los dueños de este hospedaje que también es su hogar, fomenta la compra de productos ecológicos, locales y de comercio justo a través de una red de proveedores a los que exigen que compartan sus valores.

Además, la renovación del edificio está hecha según los criterios de la arquitectura bioclimática y cuenta con varias fuentes de energía renovable, como las placas solares, una caldera de biomasa y un molino eólico.

También trabajan con la Fundación Catalunya-La Pedrera para mejorar las 300 hectáreas que cogestionan, pues consideran necesario proteger las zonas, hábitats y especies de flora y fauna más vulnerables.

La Posada del Candil

Situada en la Sierra de los Filabres, en la provincia de Almería, la Posada del Candil ofrece apartamentos rurales bioclimáticos para disfrutar de unos días de ecoturismo en un entorno natural.

Estos apartamentos situados cerca de lugares como el Parque Natural del Cabo de Gata y de la costa de Mojácar y Vera, están construidos de manera ecológica y sostenible. Además, la Posada del Candil cuenta con un huerto ecológico del que se sirve su restaurante, que ofrece cocina artesana elaborada con alimentos ecológicos.

Twentytú Hi-tech Hostel

El turismo sostenible no solo se puede llevar a cabo en entornos rurales y pequeños alojamientos; también las ciudades se van sumando poco a poco a esta tendencia responsable con el medio ambiente.

Prueba de ello es el Twentytú Hi-tech Hostel de Barcelona que, con habitaciones a partir de 20 euros, ofrece una alternativa sostenible sin dejar de lado las características de un viaje urbano.

Este hostal de lujo pertenece a la plataforma Construction 21, que depende de la UNESCO y reúne algunos de los principales edificios sostenibles de Europa. Además, es el primer alojamiento turístico de Barcelona que obtiene la máxima calificación en materia de eficiencia energética.

Hotel Andante

Este hotel, situado en el barrio del Raval de Barcelona, ofrece tanto alojamiento como espacios para realizar reuniones y eventos. Además, es una prueba de que el estilo y la comodidad no tienen por qué estar reñidos con la ecología.

Está construido con materiales reciclados y reciclables y cubierto de un revestimiento termal para mantener mejor la temperatura y ahorrar energía en climatización, además de contar con paneles solares.

Mantener el sistema de comercio local también es una de sus prioridades, por lo que apoyan una red de comercio basada en los productos locales.

Posada de San Marcos

En Alájar, Huelva, Lucy y Ángel, una pareja anglo-española, han convertido una casa rural de seis habitaciones en una posada ecológica con un servicio personal para cada huésped.

Para evitar el impacto estético y medioambiental, “se ha intentado que el edificio sea lo más integrado posible en el medio que le rodea”, según explican en su página web. Además, el edificio cuenta con un aislamiento de corcho natural para mantener la temperatura y ahorrar energía, así como con paneles solares para proporcionar agua caliente.

También utilizan productos biodegradables para la limpieza y mantenimiento de la posada y grifos que ahorran hasta un 50% de agua, entre otras muchas medidas ecológicas.

Monnaber Nou

En el norte de Mallorca, entre la montaña y el mar, se encuentra el hotel Monnaber Nou, situado en una finca en la falda de la Sierra de Tramontana. Se trata de un conjunto de casas señoriales, tradicionales y elegantes, que ofrece, además de una estancia tranquila, un gran compromiso con el medio ambiente.

Entre otras medidas, sus responsables utilizan energías renovables, no usan fertilizantes químicos, reutilizan el agua usada en el hotel para el riego de jardines y pastos, sirven alimentos ecológicos de la finca en el restaurante, polinizan sus colmenas, rehabilitan paredes de piedra para evitar la erosión y recuperan caminos y senderos para disfrute de sus clientes, entre otras acciones.

Una estancia, sin duda, en conexión con una naturaleza que ellos mismos se encargan de cuidar y mantener.