'Duólogos': humor y algo de caos para sacar el arte de la vitrina
¿Puede el humor convertirse en altavoz para el arte conceptual, la música clásica, la dramaturgia del siglo de Oro y la danza contemporánea? Esa es la apuesta de Duólogos.
¿Qué pasa cuando se junta en escena el arte «subrayado y en negritas» con las mentes de cinco de los comediantes más reconocidos de este país? ¿Logrará Joaquín Reyes acercar al gran público el arte conceptual, y si lo hace, será eso un triunfo o un fracaso? ¿Será Ignatius Farray un buen coreógrafo? ¿Quién habrá borrado las pintadas poéticas de Javier Cansado de las paredes de la facultad de Psicología? Estas y otras preguntas probablemente pasaron por la cabeza de Daniel Broncano, el genio creador (o culpable, depende de cómo salga) de Duólogos, un “ciclo de alto voltaje para acercarnos al arte sin perecer en el intento”.
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Haber sobrevivido al 2018 y mantener (parcialmente) la cordura y las ganas de vivir es signo inequívoco de que os habéis convertido en prestidigitadores de la incertidumbre, de que tenéis un envidiable sentido del humor (y sobre todo de la ironía)… o de que sois amigos de un farmaceuta con pocos escrúpulos y antidepresivos potentes. En cualquiera de estos casos, no hay mejor manera de que comenzar un nuevo año que añadiéndole una buena dosis de dos de las cosas que hacen que la vida valga la pena: humor y arte.
Entra en escena entonces Daniel Broncano, clarinetista, hermano de David y comisario de Duólogos, a proponer una experiencia que busca que el arte se amplifique y que el humor salga de su registro, para que ambos se encuentren y sin diluirse, se desafíen, se transformen y generen algo interesante o como afirmó tímidamente Joaquín Reyes en la rueda de prensa: le cambien radicalmente la vida a todos los presentes.
«Creo que a veces muchas disciplinas artísticas como la música clásica se encorsetan y ese proceso de tocar la música de autores de hace varios siglos se percibe un poco embalsamado y por eso el humor le sienta muy bien, lo hace también atractivo para un público diferente, un público más joven», le cuenta Daniel Broncano luego a The Objective, y añade que esa combinación inusual y hasta un poco disonante es justamente lo que estaban buscando. Tanto en las artes escénicas como en la televisión y en las plataformas de streaming «existe una saturación de propuestas pero hay pocos contenidos que sean diferentes y originales».
La propuesta que tuvo su origen en el festival Música en Segura (Jaén) de 2018, donde el Monólogo en fa bemol mayor reunió sobre el escenario a Mario Mora en el piano, a un octeto vocal y a David Broncano como hilo conductor de un espectáculo híbrido que tuvo muy buena acogida entre los presentes.
Aunque decididamente todas las presentaciones serán diferentes y se pueden esperar básicamente cualquier cosa si pensamos en Ignatius Farray interpretando el rol de coreógrafo o en Quequé en el de dramaturgo junto a los chicos de la compañía Grumelot, Broncano asegura que «no todo es improvisado, hay pautas, hay guión, está estructurado, son disciplinas tan diferentes que hay que buscarles una estructura que funcione. La experimentación está en juntar en el escenario a humoristas y artistas».
Estos duólogos que se ha inventado Broncano para sacar el arte de la vitrina son cinco: Un Duólogo en fa bemol interpretado por David Broncano y el pianista Mario Mora, con este encuentro se inaugura el ciclo este jueves 17 y viernes 18 de enero. Luego vendrá el llamado Duólogo de los cuerpos armoniosos, protagonizado por Ignatius Farray y la bailarina Poliana Lima, el 5 y 6 de febrero; un par de semanas más tarde, el 19 y 20 del mismo mes, Joaquín Reyes junto al artista experimental Jaime Vallaure ejecutarán un Duólogo sobre lienzo invisible; Quequé y los miembros de la compañía teatral Grumelot Carlota Gaviño e Íñigo Rodríguez-Claro ejecutarán el Duólogo desde la tramoya el 13 y 14 de marzo; y finalmente cerrando el ciclo, Broncano se sube al escenario para junto a Javier Cansado y al escritor, poeta y narrador Ernesto Rodríguez interpretar un Duólogo con rima asonante, esto será el 5 y 7 de abril.
Cinco propuestas inverosímiles dedicadas a todos aquellos “desnortados que necesitan ver la belleza del arte so pretexto de colarles algún buen chiste”, en palabras de Daniel Broncano; la apuesta de Quequé de que la gente no entienda nada y hacer que el arte siga siendo elitesco; la oportunidad de Ignatius de que finalmente la gente descubra su verdadero talento; y una experiencia que hará que la gente se quede «con el culo torcido» en palabras de Joaquín Reyes.
Promete, no sé exactamente qué… pero promete. Defintivamente habrá que verlos.
