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Así es OnlyFans, la red social cuasipornográfica que ha explotado con la pandemia

La pandemia ha traído un éxito inesperado a una página web que cobra por algo que internet ofrece gratis de forma masiva: pornografía

Así es OnlyFans, la red social cuasipornográfica que ha explotado con la pandemia

Rodrigo Isasi | The Objective

Unos 444.000 creadores de contenidos a principios de 2020. Prevé tener más de un millón y medio en febrero de 2021. OnlyFans es un portal de contenido audiovisual —una especie de YouTube, salvando las distancias—, solo que todo el material disponible es de pago. Si en YouTube uno puede ver un vídeo de un gato haciendo monerías sin más peaje que un par de anuncios, en OnlyFans, los usuarios deben pagar para acceder a lo que ven. OnlyFans tiene creadores de todo tipo: foodies, expertos en fitness, gurús del maquillaje…, pero hay un género en concreto que ha hecho de la particular red social lo que es: la pornografía.

La pandemia del coronavirus ha marcado un antes y un después en el espectacular crecimiento de la web. En un gráfico elaborado por OnlySearcher —una suerte de plataforma que funciona a la vez como buscador de creadores de OnlyFans y como promotor de sus cuentas—, se puede apreciar que la aparición de la COVID-19 en nuestras vidas supuso un punto de inflexión en la evolución de la web. Hay fundamentalmente dos factores que explican el éxito: el primero son los confinamientos, que han dejado a los internautas más tiempo libre para… bueno, ya saben para qué; el segundo es el económico, ya que muchas personas se quedaron sin fuentes de ingresos debido al coronavirus y tuvieron que ponerse creativas para salir adelante.

Pero OnlyFans ya era conocido antes de la pandemia. «Me da la sensación de que se empezó a hablar mucho hace un año, incluso antes del confinamiento y demás», cuenta a The Objective Carlos —nombre ficticio—, que aclara que él no es «un usuario activo ni mucho menos». «Pero sí que es cierto que me da la sensación de que durante el confinamiento se habló más». Carlos explica también por qué paga por acceder a pornografía cuando internet ofrece tanto (tantísimo) contenido de este tipo de manera gratuita. «Creo que tanto a mí como a mucha gente le atrae alguien en concreto y tiene la fantasía de poder ver a esa persona desnuda o lo que sea y esa es la única manera de verlo. Es como una especie de sueño. Imagínate que la chica que más te gusta de internet, pongamos Dua Lipa, se abre un OnlyFans. Puedes ver pornografía gratis en internet a saco, pero no a esa persona concreta que sabes que no tiene contenido gratis».

Diferente a la industria mainstream

Más allá de la pandemia, el éxito de OnlyFans tiene otra clave. La industria pornográfica mainstream, con estudios que contratan a actores y actrices para rodar películas o escenas específicas, es objeto constante de polémica por el trato a sus intérpretes. Múltiples documentales, como Hot girls wanted, de Netflix, ponen negro sobre blanco cómo este sector atrae con promesas de fama y dinero fácil, utiliza aprovechándose de su ignorancia y luego escupe sin miramientos a cientos de jóvenes cada año. Pésimos controles de enfermedades de transmisión sexual —eso cuando se hacen, claro—, lesiones en los genitales provocadas por un exceso de trabajo… OnlyFans representa una ventaja para los propios actores y actrices porque elimina ese intermediario.

La conexión entre el actor y su público es inmediata y, de hecho, si el espectáculo es en directo (la retransmisión por streaming es una de las opciones que ofrece OnlyFans) los espectadores incluso pueden pedir al actor que haga lo que quieren ver en sus pantallas. Eso sí, a diferencia de un estudio, no se lo pueden exigir: el creador de contenido tiene la última palabra sobre que qué prácticas sí y cuáles no, sobre hasta qué punto se siente cómodo con lo que está haciendo.

Para acceder a los contenidos, los usuarios pueden pagar una cuota mensual a sus estrellas favoritas, pagar por vídeos individuales y también hay un servicio de pay-per-view. En todos los casos, los actores son los que ponen el precio (y OnlyFans se queda con un 20% en concepto de comisión). Por ejemplo, Josh Moore, uno de los actores con cuenta en OnlyFans, contaba recientemente a la versión estadounidense de la revista Esquire su paso de la industria pornográfica tradicional a OnlyFans.

«Al principio no le ponía ningún esfuerzo, pero empecé a ganar seguidores muy pronto. A los pocos meses, decidí experimentar produciendo contenidos interesantes y diversos que solo fueran a usar mis fans [OnlyFans significa, literalmente, SoloFans]. Esto transformó mi experiencia con el porno y, en consecuencia, también mi vida. Yo antes trabajaba para estudios y tenía unos ingresos fijos, pero ahora con OnlyFans puedo ganar 10 veces la misma cantidad», explica este actor que dice subir dos vídeos semanales a la plataforma, uno en solitario y otro en el que actúa «generalmente» con otros hombres.

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