Cambio climático: la mayor amenaza a la humanidad en números
Cada época tiene su gran mal, el de la nuestra es el cambio climático. Pese a que crece la conciencia sobre esta amenaza, no está entre las prioridades de la amplia mayoría. Muestra de ello no hay que buscarla muy lejos: el último barómetro del CIS perfiló las grandes preocupaciones de los españoles, y ninguna de ellas tenía que ver con el medio ambiente.
Cada época tiene su gran mal, el de la nuestra es el cambio climático. Pese a que crece la conciencia sobre esta amenaza, no está entre las prioridades de la amplia mayoría. Muestra de ello no hay que buscarla muy lejos: el último barómetro del CIS perfiló las grandes preocupaciones de los españoles, y ninguna de ellas tenía que ver con el medio ambiente.
“Si no reducimos drásticamente la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero, las consecuencias del cambio climático pueden ser devastadoras”, advierten desde Greenpeace, la organización que ecologista por excelencia que lleva luchando por el medio ambiente desde 1971.
A la lucha contra el cambio climático no ayudan decisiones como la del presidente norteamericano Donald Trump, que en 2017 retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París, el pacto global contra el cambio climático más ambicioso hasta la fecha. Esta era de una de sus promesas electorales más polémicas, pues podría tener graves consecuencias diplomáticas y medio ambientales. Para los escépticos, como Donald Trump, hay una serie de datos de obligado conocimiento:
– La concentración atmosférica de dióxido de carbono, gas que atrapa más calor en las capas bajas de la atmósfera, ha aumentado en más de un 30% desde los tiempos anteriores a la revolución industrial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que apunta también que:
– El 95% de las muertes en desastres naturales relacionados con las condiciones meteorológicas fue en países subdesarrollados.
– Más de la mitad de la población mundial vive en una franja costera de 60 kilómetros de ancho, un dato preocupante dada la elevación del nivel del mar, una de las principales consecuencias del cambio climático.
– El nivel del mar subió por término medio entre 10 y 20 centímetros durante el siglo XX.
– La escasez de agua afecta ya a un 40% de la población mundial.
– Entre 2007 y 2016 hubo 196 grandes incendios forestales en España, sólo el 37% sucedió en condiciones meteorológicas extremas de temperatura, viento y humedad.
– Las pérdidas por los desastres naturales alcanzan los 3,8 billones de dólares desde 1980, según el Banco Mundial.
– El promedio global en la superficie del planeta ganó cerca de 1°C entre 1880 y 2015.
– El incremento de temperatura global es el mayor de los últimos 10.000 años.
– El aumento de temperatura podría llegar a los 4,8ºC para final de siglo, según Greenpeace.
– El Acuerdo de París de 2015 fija la meta de limitar el crecimiento de las temperaturas globales medias a 2ºC.
– El dióxido de carbono (CO2) es el principal gas de efecto invernadero de origen antrópico: supone el 76% de las emisiones.
– Las energías fósiles y la industria representaron el 78% de las emisiones entre 1970 y 2010.
– Los principales países emisores son China (alrededor de 24%), Estados Unidos (15,5%), el conjunto de la Unión Europea (11%), India (6,5%) y Rusia (5%).
– Todavía en 2016, el 85% de la energía usada en España provenía de combustibles fósiles o energía nuclear, según Greenpeace.
– Unas 90 empresas son responsables de casi las dos terceras partes de las emisiones mundiales, también según Greenpeace.
Estos datos son solo algunas de las evidencias que hay sobre la mesa en torno a la mayor amenaza a la que nos enfrentamos. De esto depende mantener nuestro planeta, donde vivimos, en pie y hacer habitable nuestro mundo.
El sector energético, debido a su uso de energías sucias —petróleo, carbón y gas—, es uno de los mayores contribuidores al calentamiento global, según apuntan desde Greenpeace. “En España, las grandes eléctricas —Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa— siguen apostando por una energía contaminante en la que no tienen cabida las renovables, por eso trabajamos para que este modelo insostenible cambie”, asegura la organización verde.
Los ecologistas defienden que “la revolución energética en manos de la ciudadanía es el camino” para luchar contra el cambio climático. Con las energías renovables se conseguirán paliar los efectos del cambio climático y lograr una eficiencia energética que “generará puestos de trabajo y reducirá los costes de electricidad”, afirman.