Heath Ledger y otras estrellas de cine que se apagaron demasiado pronto
Se produce habitualmente un fenómeno en redes sociales tras la muerte de un artista que conocemos. Hay una conmoción generalizada y un sobresalto porque sentimos una familiaridad con él como seres empáticos que somos. Pudimos comprobarlo, por ejemplo, con la muerte de Paul Walker.
Se produce habitualmente un fenómeno en redes sociales tras la muerte de un artista que conocemos. Hay una conmoción generalizada y un sobresalto porque sentimos una familiaridad con él como seres empáticos que somos. Pudimos comprobarlo, por ejemplo, con la muerte de Paul Walker. Los mensajes de lamento recorrieron todo el mundo. Además, esta sensación de desamparo o tristeza se multiplica cuando se conoce la edad del fallecido. Sobre todo porque se aprecia que tenían toda la vida por delante y, en el caso de estos actores, también un futuro prometedor. Aunque varios ya eran verdaderas estrellas. En esta lista reconocemos a algunos de ellos.
Heath Ledger (1979-2008)
Acababa de culminar un personaje mil veces interpretado, como es Joker en Batman: El caballero oscuro, dándole un carisma completamente nuevo. Su capacidad para introducirse en el personaje, que pasaba a convertirse en él mismo, le garantizó tanto el Oscar como el Bafta a Mejor actor de reparto. Cuando murió accidentalmente con 28 años por una combinación de fármacos recetados –entre los que había ansiolíticos, analgésicos y pastillas para dormir– se encontraba en pleno rodaje de El imaginario del Doctor Parnassus, dirigida por Terry Gilliam, quien lo sustituyó en el resto del metraje por Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrell.
Lucy Gordon (1980-2009)
Su salto a la fama se produjo con su aparición en la tercera película de la saga de Spiderman. Pero para entonces la británica ya contaba con una carrera como modelo e intérprete a sus espaldas. El suicidio de su mejor amigo la dejó devastada anímicamente. Pocos meses después, fue ella quien apareció ahorcada en su piso de París. Le faltaban dos días para cumplir 29 años.
James Dean (1931-1955)
Bastaron tres películas como protagonista –Al este del edén, Rebelde sin causa y Gigante– para que su nombre se siga recordando con el paso de las décadas. Su intensa mirada, su icónico tupé, su atractivo natural e irresistible en pantalla conquistó rápidamente a la industria y la Academia, que lo nominó hasta en dos ocasiones para el Oscar a mejor actor –que le llegaron de manera póstuma–. A sus 24 años y premiado con un Globo de Oro, precisamente por Al este del Edén, murió en un accidente con su Porsche Spyder 550 cuando se dirigía a una carrera de coches cerca de San Francisco en la que pensaba participar.
River Phoenix (1970-1993)
Muchos críticos le compararon con James Dean. Se trataba del actor más prometedor de su generación y, sí, el hermano mayor del talentoso Joaquin Phoenix. Su carrera comenzó cuando era un niño, siendo protagonista de las maravillosas Exploradores y Cuenta conmigo; y no dudó en aceptar papeles tan complejos como Mi propio Idaho privado, donde interpretó a un joven con narcolepsia, por el que le premiaron como mejor actor en el Festival de Venecia. Antes, con 18 años, ya consiguió una nominación al Oscar por Un lugar en ninguna parte. Murió a los 23 años por una sobredosis en una fiesta donde pensaba tocar en vivo con Flea –bajista de los Red Hot Chili Peppers–. Su hermano Joaquin, que entonces tenía 19, fue quien llamó a emergencias.
Brittany Murphy (1977-2009)
Su carrera como actriz fue dura desde el comienzo. El primer sacrificio que tuvo que hacer –o más bien su madre, quien la crió– fue mudarse a Los Ángeles para estar más cerca de la industria. Por esta razón siempre la tuvo presente. “Mi madre vendió todo y nos mudamos aquí por mí. Porque siempre creyó en mí”, declaró en una entrevista. El éxito le llegó con películas como Fuera de onda, una adaptación de la novela Emma (Jane Austen)–, u 8 millas, donde interpretaba a la pareja del rapero Eminem. Murió con 32 años repentinamente y en extrañas circunstancias. Poco tiempo después falleció también su marido. Los partes médicos aseguraron que ambas fueron muertes naturales.
Brad Renfro (1982-2008)
Su rostro apareció en una película tan representativa de los 90 como Sleepers, donde compartía cartel con Robert De Niro, Dustin Hoffman, Brad Pitt y Kevin Bacon. Apenas tenía 12 años. Más adelante le llegó en 1994 una nueva oportunidad con El cliente, basada en una novela de John Grisham. Pese a su juventud, su vida estuvo llena de sombras. En 2005, fue sentenciado a tres años de rehabilitación tras pillarle la Policía en una redada contra narcotraficantes. En 2008, con 25 años, apareció muerto en su apartamento, víctima de una sobredosis de morfina y heroína.