Hablemos de Cultura: Estos son los retos que tiene por delante el Ministro de Cultura y Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes
“Busco otro perfil. Más político y más relacionado con el deporte” le espetó hace unos días Pedro Sánchez al hasta ese momento Ministro de Cultura y Deporte en funciones, José Guirao, tal como cuenta Paula Corroto, para cesarlo de su cargo. Con esto a la vista, parece que se nos va a centrar el foco en esta próxima legislatura con el nuevo Ministro, José Manuel Rodríguez Uribes, en temas menos relacionados con la cultura y más con el deporte.
Así las cosas, hemos querido sondear con diferentes agentes de la economía creativa española sus percepciones al respecto del estado de la cultura actualmente para identificar los retos que tiene al frente el nuevo ministro y explorar algunas de las demandas específicas de cada sector.
Más presupuestos y mayor innovación
“Los retos de la cultura están vinculados a la obsolescencia institucional de nuestro modelo cultural”, sentencia José María Lasalle, ex Secretario de Estado de Cultura (2011-2016) y autor de Leviatan (Arpa, 2019). Para Lasalle, nuestro modelo de cultura actual aun no toma en debida consideración el entorno digital y se mueve siguiendo los mismos esquemas analógicos de los últimos cincuenta años.
Javier López, Director Técnico de CEGAL, también apuesta por la innovación y menciona como ejemplo las webs Todos tus libros, que ofrece todos los libros comercializados en España y la librería en la que se pueden encontrar y que pronto se convertirá en un e-commerce, y Las librerías recomiendan, una plataforma de prescripción de los libreros independientes. Hay una cosa que no se debe olvidar y es que la inversión en innovación genera retorno económico. Sí, la cultura también es un negocio. En concreto significa un 2,5% del PIB (y, sin embargo, solo recibe -de momento- un 0,3% de los Presupuestos Generales del Estado).
Para que la cultura tenga mayor relevancia y esté al nivel del poder y la presencia de otros ministerios, se trata, en opinión de Carmen Zapata, presidenta de la Asociación de Mujeres en la Industria de la Música (MIM), de una cuestión de presupuestos y de competencias: “Hay departamentos que mandan más que la cultura y ahí es cuando ésta se hace pequeña. Por ejemplo, la Ley de espectáculos la gestiona el Ministerio de Interior y los criterios a los que se ciñe no son criterios culturales, de protección del espectáculo, de fomento del espectáculo, de la cultura, por eso a veces hay algunas medidas de seguridad desproporcionadas, onerosas, difícilmente justificables, que limitan y constriñen la cultura y la proliferación de locales de interés general que programen música”.
La falta de una apropiada valoración para la cultura es algo que sostienen todos los entrevistados para este artículo. Ante esa situación de devaluación, Idoia Fernández, del Consorcio de Galerías propone una visión, quizá algo paradójica: hacer que la cultura dependa menos del mercado, “porque a veces vincular tanto la cultura al mercado contribuye a banalizarla un poco”.
Buenas prácticas, menos burocracia y más transparencia
Consuelo Vallina, Presidenta de la Unión de Artistas Contemporáneos de España (UNIÓN AC), cuenta a The Objective que “el reto principal de la cultura es que se cumplan los Manuales de Buenas Prácticas en todos los ámbitos de la creación artística”, pero también es fundamental que existan recursos coherentes para ella, que haya transparencia y compromiso en los programas culturales y que se respeten los acuerdo preestablecidos aunque se cambie de gobierno. Asimismo y de acuerdo con lo que opina José Gabriel Astudillo López, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, una asociación que cuenta con más de 110 años de vida, es urgente la aprobación y desarrollo del Estatuto del Artista, así como una Ley de Mecenazgo y Patrocinio; además “se debería aligerar la burocracia y apoyar con más denuedo a los autores españoles”.
Para el sector del libro, se reclama desde CEGAL que se produzcan aclaraciones legislativas, principalmente en lo que respecta a la Ley del Precio Fijo y en los protocolos que se siguen para la compra pública de libros. Piden que se trasladen con claridad a las diferentes comunidades autónomas que son quienes tiene la competencia para efectuar las compras. También a nivel legislativo “me parece importantísimo -dice Javier López – un apoyo a proyectos estratégicos del sector. Noto que falta poder sentarse y preguntarse hacia dónde vamos”. A esto añade David Castillo, Presidente de la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña (ACEC) “la reducción del IVA para el consumo cultural y que desde los medios de comunicación públicos se le dé a la cultura la relevancia que aún no tiene”.
El Estado Español debe ser un Estado Cultural
Sergio Vila-SanJuan, escritor y director del suplemento cultural Cultura/s de La Vanguardia, propone que España se fije en modelos “como el de Francia para la defensa de lo que es la industria cultural nacional (cine y edición y librerías) y en lo que es apoyo a la creación literaria, por ejemplo los países escandinavos, que están haciendo programas que apoyan mucho a los escritores, y por eso hay literatura escandinava en todos lados (cosa que antes no pasaba)”. En suma, que “el Estado español tiene que asumir que debe ser un Estado cultural, en la línea de los países europeos que funcionan”.
Por otra parte, algo en lo que prácticamente todas las personas consultadas están de acuerdo es en que es urgente una implicación mayor de los agentes culturales, exigiéndoles a los políticos un mayor compromiso y una ampliación urgente de los presupuestos destinados a la cultura.
Lo dice muy claramente Tatiana Kourochkina, Presidenta de la Fundación Quo Artis, al afirmar que: “Somos los artistas de diferentes disciplinas, periodistas y agentes culturales los que tenemos que insistir en la propagación de la cultura hasta que ésta se vuelva imprescindible en la sociedad. Es así como los políticos tendrán que incorporarla a su discurso”.
Por el momento, la cultura catalana se ha puesto en pie de guerra y ha dicho basta: la plataforma Actua Cultura 2%, recientemente creada y que agrupa al 95% de las empresas culturales catalanas, le demanda a la Generalitat de Catalunya un presupuesto digno para cultura, del 2% de los presupuestos totales (hasta ahora la Generalitat solo destina un 0,65% a Cultura).
Finalmente, a título informativo, la Fundación Alternativas realizó este pasado año una encuesta entre los agentes culturales españoles sobre el Estado de la Cultura en España en 2019, pidiendo a los encuestados una valoración sobre la misma y el resultado fue un 5, aprobado pero sin alegrías.