María José Revaldería (FlixOlé): «Me duele cuando se habla mal del cine español: es desconocimiento»
Hablamos con la directora general de FlixOlé, la plataforma por streaming con el catálogo más importante de cine español
Hace tres años dio un salto el sueño que ha movido a Enrique Cerezo toda su vida: la construcción de una Biblioteca de Alejandría de la historia del cine español. Cien años de títulos que aparecen en FlixOlé, el Netflix a la española, nuestro Netflix–por decirlo rápido y corto–, con un catálogo de varios cientos de películas españolas y todo Berlanga y todo Bardem, sí, pero también miniseries de la BBC, los clásicos inmortales de RKO –Ciudadano Kane, Fort Apache, King Kong–, algunas joyas del cine italiano –El limpiabotas, Ladrón de bicicletas, El inocente–, la trilogía del dólar –salvo La muerte tenía una precio–.
María José Revaldería es la directora general de la plataforma –apenas cuesta 2,99 euros al mes; de usuario único, nada de compartir–, mano derecha de Cerezo en Mercury Films y enamorada confesa de nuestro cine. «Mi pasión viene desde la televisión», cuenta. «Hace casi 15 años comencé en 8madrid, que es el primer canal que se hizo solo de cine. Ahí es cuando empecé a conocer especialmente el cine español. Pude trabajar en televisión en Estados Unidos y, cuando llegué a España, me asombré de lo buena que era aquí la tele en abierto».
Háblame de ese contraste entre Estados Unidos y España.
Es que en Estados Unidos al cine no le dan demasiada salida en televisión en abierto; sí en la televisión de pago. Aquí, al revés: las televisiones son las mayores productoras. Vi cómo Televisión Española cuidaba el cine español muchísimo. Aquí se cuida, me parece a mí, mucho más que allí.
¿De dónde viene tanto rechazo en nuestro país hacia nuestro propio cine?
Spain is different. Siempre tenemos que tirarnos piedras contra nuestro propio tejado. Yo creo que tiene que ver con el complejo. También hay una generación que, en los años 80 y 90, como no se hizo mucho cine familiar en España, no se ha criado con el cine español. Es la época de los grandes Almodóvar, de las películas más eróticas, más Medem. Hay una generación que en las salas sólo veía cine americano. Pero ahora, que ha empezado a haber películas como La isla mínima, como El reino, se dan cuenta de que hay películas buenas y cine más allá de la comedia. Están empezando a descubrirlo. Las nuevas generaciones están volviendo a creer en el cine español. Aparte, se ha intentado politizar. Pero es que el cine español es tantas cosas, tanto género, tan diverso, que para mí es duro. A mí me duele cuando nosotros mismos hablamos mal del cine español: es desconocimiento. El cine español es muy bueno y Hollywood está lleno de talento español: escenógrafos, guionistas, gente de fotografía, músicos. Parece que tienen que salir para hacerse más conocidos.
¿Qué te atrapó del cine español?
Para mí fue una sorpresa descubrir el cine de los años 50. Yo lo que más conocía de mi época en Estados Unidos era lo poco que llegaba, que era lo más comercial. Pero cuando descubrí el cine negro español, el cine de terror, incluso el cine del Destape, fue una maravilla. No tiene nada que envidiar al gran cine americano. Es verdad que ahora todo es más exagerado –explosiones, efectos especiales…–, y ahí el cine americano es diferente. Pero, en las películas antiguas, con menos medios, lo que destacaba era un buen director de arte, un buen director de fotografía. Nuestras películas son verdaderas obras de arte y no tienen nada que envidiar al cine de las majors americanas.
¿Y cuál sería nuestro Laura, nuestro El halcón maltés…?
Destacaría El cebo, por ejemplo. Brigada criminal. Distrito quinto. Los atracadores. A tiro limpio. La mayoría son de los años 50 y son destacables por su fotografía, y los actores eran realmente buenos. No tenían soportes, no se podían apoyar en nada, trabajaban en guiones más sencillos donde la interpretación era mucho más importante. Es verdad que el cine español se ha hecho más conocido por las grandes comedias, pero tenemos algo desconocido que merece la pena descubrir, y ese es uno de los motivos por los que lanzamos FlixOlé. Empezamos a recuperar ese cine, lo digitalizamos para que estuviera en alta definición. ¡Lo restauramos directamente desde el negativo! Empezamos con los grandes directores, como Bardem o Forqué, y continuamos con las comedias. El catálogo ha crecido con mucho cine moderno, más actual. No tenemos competencia en la riqueza de catálogo de cine español. Debemos tener unos 3.000 títulos.
Me imagino que lo más complicado para vosotros debe ser llegar a ese público al que sabéis que le vais a gustar.
Sí, hay tantas plataformas que se hace complicado que la gente te conozca. Eso sí, doy las gracias a Netflix y Amazon por ser los primeros que se tiraron a la piscina del vídeo bajo demanda. Les doy las gracias porque ayudaron a que la gente se acostumbre a pagar por ver; eso ha acabado con muchísima piratería. Nos han abierto el mercado a los demás. En España era difícil que se pagara por algo. O incluso encontrar algo. Dar a conocer que existe FlixOlé es difícil, es a base de mucho márquetin, de gastar dinero que a veces no tienes, o a través de medios como vosotros. Hemos preferido invertir en buen contenido antes que en grandes campañas. No queremos que nos pase como a otros, que se han gastado mucho dinero en decorar ciudades y luego no tenían lo que querías ver. Yo creo que al cinéfilo lo tenemos enganchado; es hora de ir más allá.
¿Cómo es la pugna por conseguir los derechos de películas con gigantes como Netflix y Amazon, que compran tanto, e independientes como Filmin, que trabajan tan bien?
Hay tantas películas como gustos tiene el espectador. No existe una pugna como tal. Estamos en un momento de floración de plataformas. Algunas caerán, otras se fusionarán. Esto está siguiendo un proceso similar al proceso de la televisión de pago y al TDT, que salían canales de debajo de las piedras. Mucho canal temático. El mercado, luego, fue poniendo a cada uno en su sitio. Creo que va a pasar lo mismo con las plataformas. Se quedarán las que tengan más aguante económico, las que tengan un contenido más importante, y tendremos casos de grandes compañías como Sky, que se ha ido de España porque no podía sobrevivir. Hay mercado para quien tiene un target concreto. Nosotros tenemos una ventaja, por ejemplo: tenemos derechos globales. Netflix no tiene 900 películas españolas disponibles en todo el mundo.
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Bonus track: si tuvieras que convencer a alguien con tres títulos para que se hiciera de FlixOlé, ¿cuáles dirías?
Spoiler: al final son cinco.