Llega a España el cine inmersivo: las películas no sólo se ven, se sienten
Tras triunfar en Europa y Estados Unidos, ahora llega a España de la mano de Vodafone el primer ciclo de cine inmersivo.
Ver una película es un acto pasivo, que requiere una atención limitada sólo alterada si la historia es buena. Pero imagina ver una película como si estuvieses en ella. Sumergirte en el ambiente y acciones del film. Sentir el frío que se recrea en las escenas, verte sorprendido por la aparición de un personaje, sentir como si te acariciara el viento que rompe el silencio. Eso es el cine inmersivo, una experiencia que cambia el modo que hasta ahora conocíamos de ver una película.
Tras triunfar en Europa y Estados Unidos, ahora llega a España de la mano de Vodafone el primer ciclo de cine inmersivo. El pasado 18 de noviembre tuvo lugar el segundo capítulo de Vodafone yu What a Movie! una nueva alternativa de ocio para los jóvenes. Los asistentes únicamente sabían la película que se proyectaría y el lugar en el que se celebraría sólo lo conocieron un día antes. Bajo el título de #yuBlood, la velada giró en torno a la película Drácula, de Bram Stoker, uno de los clásicos del director Francis Ford Coppola. 200 asistentes vivieron una experiencia inmersiva durante toda la tarde-noche en una abadía semiabandonada del siglo XII de la provincia de Segovia absolutamente ambientada y customizada para la ocasión.
Además de por el frío, los participantes de esta experiencia única pudieron trasladarse a la Transilvania de 1890. El conde Drácula abrió las puertas de su castillo a unos visitantes de otro tiempo que se dejaban llevar por cada una de las sorpresas y acciones repentinas que añadían tensión a la experiencia. Las recreaciones y efectos corrían a cargo de Flash2flash, una agencia especializada en la digitalización de eventos.
Después de que el anfitrión introdujera a los visitantes en los secretos y lujurias que aguardaban en ese inquietante escenario, dio comienzo la proyección de la película. Una enorme estancia con espectaculares bóvedas se convirtió en una improvisada sala de cine. Durante la proyección se pudieron ver rayos cuando tronaban, las cortinas se movían cuando el viento arreciaba en Transilvania, cayó nieve sobre las primeras filas y las concubinas de Drácula se paseaban entre las butacas para levantar de un susto a más de uno.
Tras la proyección, los invitados pudieron disfrutar de una barbacoa en el interior del castillo y de representaciones en vivo. En torno a las doce de la noche los invitados abandonaron el castillo con la sensación de haber vivido algo diferente e irrepetible.
La organización ya está preparando el tercer capítulo de este ciclo de cine inmersivo. ¿Lugar y película? No se sabe. El misterio siempre mejora una película.
Ver ‘Tiburón’ encima de una colchoneta
La primera experiencia de cine inmersivo en España fue el 24 de septiembre de 2016. 200 jóvenes tuvieron la oportunidad de ver la película Tiburón en Cuevas de Almanzora (Almería).
Y de repente, la película se convirtió en realidad. Una aleta de tiburón paseó amenazante entre los flotadores del público, un waker recreó una de las escenas de la película, una moto de agua pasó a toda velocidad junto a los asistentes, una invitada sufrió un ataque del escualo. Y una lancha explotó ante los incrédulos ojos de las 200 personas que vivían la película como protagonistas de la acción.
Otra opción
Otra alternativa dedicada a esta nueva experiencia corre a cargo de Spectacular, un proyecto que pretende que nos colemos en la trama de una película clásica y la vivamos en primera persona. El espectáculo promete cinco horas y una experiencia inigualable, eso sí previo pago. En esta ocasión, las entradas se pueden comprar por 69 euros, con cena incluida. El primer pase, para el que ya no quedan entradas, se trasladará al universo de Los intocables de Eliot Ness, la película de Brian de Palma ganadora de un premio Óscar.