Liu Bolin se camufla en Madrid
Lo conocen como ‘el hombre invisible’. Utiliza el mismo método de maquillaje que un francotirador para camuflarse en el entorno, pero no utiliza armas.
Lo conocen como ‘el hombre invisible’. Utiliza el mismo método de maquillaje que un francotirador para camuflarse en el entorno, pero no utiliza armas. El entorno en el que se camufla no es uno cualquiera, sino uno muy cuidado. Liu Bolin (Shandong, China, 1973) visita por primera vez España, y en The Objective hemos tenido la oportunidad de conversar con él sobre su obra y de vivir en directo una de sus performances.
La muestra Liu Bolin – Undercover, que puede verse en la Galería Odalys de Madrid, sintetiza parte esencial de su obra. En palabras de Ronnie Saravo Sánchez, coordinador de operaciones de Odalys, “Liu Bolin es uno de los artistas chinos más reconocidos a nivel internacional junto con Ai Weiwei o Cai Guo-Qiang”. Desde hace más de diez años, este artista trabaja el mimetismo, pero “el mimetismo como forma de protesta”, apunta Saravo. En cierta forma, lo que hace Liu Bolin es dibujar y desdibujar constantemente al ser humano en relación con su entorno. En sus obras, Bolin juega con la figura y con el fondo, los diluye, pero juega sobre todo con la identidad del individuo. Tras las interpretaciones de la obra de Bolin siempre emerge la idea del ser humano frente a la sociedad y frente al mundo en el que vive. Las analogías directas con las represiones políticas, sociales, económicas o religiosas se hacen evidentes en cada una de las performances de Bolin.
“A veces el arte no es sólo un reflejo del pasado, puede ser también una alarma para el futuro”
– Liu Bolin
En 2005, el artista encontró su inspiración definitiva. Fue entonces cuando comenzó a retratarse mimetizado con diferentes escenarios de Pekín. Allí tuvieron su germen las series Escondido en la ciudad (Hiding in the City), que le valieron el convertirse en un auténtico icono en su país de origen. Su cuerpo, su identidad, quedaban borrados en el contexto que lo identificaba y reprimía al mismo tiempo. Esta reflexión en torno a la identidad del ser humano ha perseguido su obra desde entonces.
Ahora, Bolin llega a Madrid con dos pretextos: mostrar lo mejor de sus obras, aquellas que han hecho de él un icono, y continuar creando en la capital española. Según explica el propio artista, el criterio de selección de las obras que expone en la Galería Odalys ha seguido una premisa clara: quería mostrar piezas icónicas de su trabajo de los últimos años. Se trata de “una especie de introducción para el público español”, que no tiene por qué conocerlo necesariamente.
Los fondos que utiliza Bolin en sus performances son generalmente creaciones del hombre, desde una pieza de arte como La Libertad guiando al pueblo o La Noche estrellada hasta un estante un repleto de armas. Según nos explica, “estos fondos son capaces de absorber al hombre y hacerlo invisible, hacerlo dependiente”. Con sus piezas quiere representar la tensión que provoca esa dependencia.
Pero a Madrid no ha llegado únicamente a mostrar lo que para Ronnie Saravo es “una pequeña retrospectiva de las obras más emblemáticas del artista”, sino a engrosar su trabajo. Para las performances que realiza siempre cuenta con la ayuda de otros artistas. En esta ocasión ha estado acompañado por artistas locales, que accedieron a participar en la obra a través de un concurso. Se trata de Pablo García Martínez, Vicente García Lázaro y Fernando Alonso Muñoz.
En febrero de 2013, Liu Bolin explicaba el trasfondo de su obra en una charla de TED:
El conjunto total de las obras de Liu Bolin, las más emblemáticas expuestas en esta muestra, y las dos que realizará en Madrid, estará disponible para el público en la Galería Odalys (calle Orfila 5. 28010, Madrid) del 9 de febrero al 20 de abril.