Kurt Cobain, la voz de una generación
Esta semana el líder de Nirvana cumpliría 50 años. Su dramática muerte a los 27 años lo convirtió en un mártir del rock y en un hito pop.
De camino a la escuela en Aberdeen llevaba su lonchera de Snoopy. Su infancia estuvo marcada por el divorcio temprano de sus padres, sólo tenía nueve años, y su adolescencia por la sensación de ser inadecuado, por una relación difícil con su familia, por sus sueños de ser un gran músico (una vez le dijo a un amigo que se haría famoso y rico y luego se suicidaría (sic) como Jimi Hendrix) y por las letras y reflexiones que escribía en sus diarios. Luego, no mucho después, Kurt Cobain dejaría atrás todo lo que le molestó y todo lo que odiaba: lo establecido, las normas, lo normal. Su banda, Nirvana, se convertiría, a poco tiempo de su creación, en una revolución musical y él, el silencioso e introspectivo compositor de rock, en un mito pop.
Es sabido por todos que Cobain no estaba muy a gusto con la fama o lo establecido. Tras vender 10 millones de discos seguía comiendo sus predilectos Mac & Cheese de Kraft, odiando las entrevistas, negándose a subir a limusinas y viviendo sin guardaespaldas. Además detestaba -con el tiempo tuvo que resignarse a no poder echarlos de los conciertos- a los seguidores de su banda que sentía como fraudes, a quienes no entendían su mensaje: chicos de fraternidad, deportistas agresivos, chicos populares a los que siempre odió y, directamente, fue claro en decir a homófobos, misóginos y xenófobos que no eran bienvenidos en sus presentaciones. Pero el éxito estaba ahí, en forma de dinero, un enjambre de ejecutivos de la discográficas, relaciones públicas y demás lamebotas, conciertos repletos de miles de personas y cada vez menos libertad. Porque como siempre dijo el punk para él era eso, libertad. Y eso, justamente eso, es lo que, paradójicamente, menos tenía.
Nirvana comenzó -tuvo otros nombres como Fecal Matter- temprano. Cobain obtuvo como regalo por su catorce cumpleaños una guitarra usada de parte de su tío y comenzó a practicar. Conoció, al poco tiempo a Krist Novoselic, y la banda nació. Sólo faltaba un batería y Chad Channing fue el elegido. Nirvana tocaba en fiestas en una universidad en Olympia, Washington. Y poco después la discográfica independiente Sub Pop Records financió su primer disco. Así nació Bleach. Corría 1989.
Al año siguiente, tras vender 35 mil copias, Nirvana (que despidió a Channing y a otros varios sustitutos, aceptó a Dave Grohl en la alineación hasta el fin de la banda) grabó nuevas canciones, incluida Smells Like Teen Spirit. Esta canción luego generaría malestar incluso físico en Cobain, que detestaba tocarla por lo famosa que se había hecho. Llegó a decir en una enrevista en Rolling Stone que no recordaba el solo de guitarra y que prefería salir del escenario a interpretarla (aunque continuaba haciéndolo de vez en cuando).
Con las nuevas canciones, y su nuevo batería, Nirvana consiguió un contrato con DGC. Los rockeros detestaban a las grandes discográficas, pero siempre defenderían que trabajaron con DGC para llegar a más personas. El resultado de esta unión fue Nevermind (1991). El éxito fue instantáneo y aplanador. Nirvana se hizo popular, omnipresente y símbolo de su tiempo. Cobain, mientras tanto, estaba cada vez más incómodo con la situación. Y su estómago comenzó a dejárselo claro. El cantante sufría de un dolor crónico que le impedía comer e incluso, a veces, hasta beber agua. Pero continuaba de gira. Y para calmar su desesperación recurrió a la heroína.
En ese tiempo Cobain conoció a Courtney Love, líder de Hole, y se casó con ella poco después. Esperaban un bebé. La prensa, obsesionada con el nuevo rock star, incluyó a la pareja en el reducido altar de las más míticas relaciones amorosas del rock. Allí estaban en atención y escrutinio junto a Yoko y John o Sid y Nancy. Pasaron dos años antes de que Nirvana estrenara su tercer disco, In Utero, y en ese tiempo Cobain sufrió varias sobredosis y fue detenido (y luego liberado) por una denuncia de abuso doméstico contra Love.
Cobain dejó las drogas y, en entrevistas, habló de estar más feliz y satisfecho, además de ya no sufrir de su dolor crónico… también habló de sentir cierto miedo por no tener alimento creativo una vez que su sufrimiento se había detenido. Cuando hizo esa afirmación a Rolling Stone también comentó no tener, en ese momento de la gira de In Utero, ninguna canción nueva.
La banda continuaba con su desacato general y su provocación. En su primera aparición en Saturday Night Live rompieron los instrumentos en televisión nacional y en los premios MTV Novoselic se golpeó a sí mismo con el bajo y la banda se burló de Axl Rose (enemigo declarado de Cobain). Cobain comenzaba a deslizarse por el camino de los estupefacientes de nuevo. Durante la gira mundial, en Roma, Love lo encontró inconsciente debido a una sobredosis de alcohol y Rophynol (luego se encontró una nota de suicidio). Desde ese momento todo fue en picado. La policía de Seattle visitó la casa de la pareja cuando Love llamó diciendo que Cobain se había encerrado en el baño con un arma. Siguió una intervención -Love estaba convencida de que Cobain estaba en un estado suicida y que su abuso de las drogas era peligroso- y el internamiento en un centro de desintoxicación. Cobain escapó tras varios días.
La noticia de que un cadáver se había encontrado en una de sus casas en Seattle llegó a las redacciones del mundo. Horas después se confirmaría. Kurt Cobain había muerto. Se había suicidado utilizando una escopeta. Tenía 27 años.
Cobain se convertiría en un mártir de la causa del rock (el álbum del MTV Unplugged grabado en 1993 salió a la venta tras su muerte y debutó como primero en las listas… vendió cinco millones de copias y ganó el Grammy), en un símbolo de un tiempo en que el grunge triunfó sobre una industria prefabricada y en que el pelo sucio, las letras de protesta y las voces desgarradoras llegaban más al público que las coreografías ensayadas y el playback. Su revolución no duraría mucho. Como todo ídolo de la contracultura, Cobain se convirtió en mercancía, en camisetas, pósters y leyendas urbanas.
Su vida se removió una y otra vez en libros, reportajes y películas. Hasta sus más íntimos diarios y dibujos salieron a la luz hace poco en un documental autorizado. Su reproducción animada puede verse en Guitar Hero 5. Mientras tanto la industria de la música domó a los rebeldes y parió una nueva camada de bandas con hits edulcorados. Cobain marcó un momento en la historia del rock y con su muerte ese momento, la voz de una generación insatisfecha y molesta, se apagó, entre jingles, coros pegadizos y mega conciertos.