¿Por qué Big Little Lies no debería volver?
Ha finalizado su temporada con un último episodio excelente y ha sido una de las grandes ganadoras de los Emmy. ¿Debería tener una segunda temporada? No siempre volver es una buena idea.
Ha finalizado su temporada con un último episodio excelente y ha sido una de las grandes ganadoras de los Emmy. ¿Debería tener una segunda temporada? No siempre volver es una buena idea.
Todo fan de How I Met Your Mother siente un peso en el estómago cuando recuerda el episodio final de la serie. Tal fue el fracaso que los creadores sacaron, online, otra versión diferente. Pero no todo se trata de malos finales (Sí, Lost, también hablamos de ti) o buenos, va también de que las series lleguen a su final cuando deberían. Big Little Lies, la serie sobre un grupo de mujeres, y madres, en una zona de clase alta en California (y que trata temas mucho más complejos: violencia de género, violación, bullying), acaba de emitir su (impecable) final y, salvo que cambie algo, ha finalizado su emisión. Una serie con principio y final que debería, tomando en cuenta el sentido común, quedarse así, con su historia cerrada y con sus personajes mirando al mar.
Pero no siempre pasa esto. Muchas series han extendido su tiempo hasta convertirse en ejemplos de fracaso. Incluidas éxitos indudables como Friends tuvieron unas dos temporadas de más. Y ya ni hablar de ejemplos como That 70’s Show, que tras perder a Ashton Kutcher y luego a su protagonista, Topher Grace, continuó existiendo con resultados desastrosos. Y luego hay ejemplos contrarios, de series que adelantaron su final, incluso teniendo altos índices de audiencia. Seinfeld se despidió de las pantallas en el pico de su popularidad. La decisión fue de sus creadores, Jerry Seinfeld y Larry David, que comenzaron a sentir el decaimiento de sus ideas. Y antes de ver su excelente serie convertirse en mediocre optaron por el adiós.
A veces, la mayoría, el final adelantado de una serie no depende de quienes la hacen, sino de quienes la pagan. Es el caso, por ejemplo, de Freaks and Geeks, show de culto que sólo emitió una temporada (tenía muy bajos índices de audiencia) pero que terminó por convertirse en un mito y fue, además, el inicio de carreras exitosas de todos sus miembros de reparto.
El caso de Big Little Lies es específico. La serie está basada en un libro – y los siete episodios relatan toda la historia del texto – y tiene una serie de hilos narrativos que se abren al comienzo y que se cierran, de forma limpia, en el final. Además, es una serie que cuenta con tantos nombres de gran escala que los Emmys este año van a ser una carnicería. Reese Witherspoon, Nicole Kidman, Shailenne Woodley, Laura Dern, Zoe Kravitz…la lista continúa. Es entonces previsible que Big Little Lies no vuelva con una segunda temporada, ya que sus protagonistas tienen carreras activas en el cine y ganan sueldos millonarios.
Aunque, si se le pregunta a algunas de ellas el caso sería el contrario. Tanto Kidman como Whiterspoon (quien produjo la serie), han hablado tras el final diciendo que no les importaría volver a interpretar sus papeles. “Hemos estado hablado con la escritora (del libro) y deberían escribirle por Facebook a Liane Moriarty para decirle lo mucho que quieren que se haga un Big Little Lies 2”, dijo Witherspoon en Facebook Live esta semana.
Pero de hecho el creador, David E. Kelly, y el director, Jean-Marc Vallee, han asegurado que la serie es un evento aislado, una sola temporada que cuenta su historia y que no planea continuar. Para el director hacer una segunda temporada significaría arruinar la serie. “¿Hacer una segunda temporada? No, no me interesa. ¿Big Little Lies 2? No. No habrá una segunda temporada porque está bien como está. ¿Por qué arruinarlo?, dijo a los medios.
Terminar bien una serie es un proceso extremadamente complicado, ya hasta los mejores fracasan de vez en cuando. Pero cuando un final triunfa (A dos metros bajo tierra, sí hablamos de ti) se convierte en un hito televisivo que se rememora. Y en los tiempos del Peek TV poder decir que tu serie, y que su final, han sido una de las cosas más discutidas y alabadas del medio, es un triunfo como pocos.
Así que puede que las actrices quieran volver, pero Big Little Lies es un ejemplo de la perfección de la brevedad, de la importancia de las historias que se cierran y los personajes que viven arcos dramáticos que se concluyen, sin dejar por ello de desarrollar su complejidad, como pocos en estos tiempos de extender series para ganar dinero y aferrarse a productos que funcionan.