Berkana, el icono LGTBI que resiste gracias a un crowdfunding
Tiene la fachada pintada de rosa y una bandera gay que se observa fácilmente desde el escaparate. La librería Berkana lleva en este local de la calle Hortaleza, en Madrid, desde 1993, y a pesar de las dificultades, ahí seguirá, al menos de momento, gracias a una campaña de concienciación y de crowdfunding lanzada por dos sus fundadoras. “Debíamos tres meses de alquiler, habíamos metido nuestros ahorros, habíamos pedido créditos. Estábamos en las últimas”, nos relata Mili Hernández una de las copropietarias de la primera librería LGTBI en España.
Tiene la fachada pintada de rosa y una bandera gay que se observa fácilmente desde el escaparate. La librería Berkana lleva en este local de la calle Hortaleza, en Madrid, desde 1993, y a pesar de las dificultades, ahí seguirá, al menos de momento, gracias a una campaña de concienciación y de crowdfunding lanzada por sus dos fundadoras. “Debíamos tres meses de alquiler, habíamos metido nuestros ahorros, habíamos pedido créditos. Estábamos en las últimas”, nos relata Mili Hernández una de las copropietarias de la primera librería LGTBI en España.
“La campaña que hemos hecho nosotros es la misma campaña que hizo la librería Gay’s the World en Londres, hace 8 años. A Jim le pasó lo mismo: entró Amazon, la crisis económica… Ellos siguen abiertos y yo espero poder seguir abierta muchos más años”. En pocos días, Berkana recibió miles de euros en donaciones, y los pedidos se multiplicaron. El ajetreo se nota: hay un montón de papeles apilados, con pedidos que ya están en marcha y mientras, el teléfono no para. En cada llamada, la respuesta de Mili suena como si fuera la primera del día.
«Me ayudaron a construirme como mujer lesbiana»
No es la primera vez que la librería pasa por un momento difícil; el inicio en 1993 también lo fue. Mili Hernández estuvo viviendo seis años en Nueva York y otros seis en Londres. Allí conoció, disfrutó y exploró libros de temática LGTBI en la librería Oscar Wilde y Gay’s the World. “Esas librerías me ayudaron a construirme como mujer lesbiana. Su literatura me enseñó a amar a las mujeres”. De vuelta a España en 1993, ella también quería ayudar a abrir camino y, junto a su compañera, fundó Berkana, “el primer negoció que visibilizó el mundo gay de día. Hasta entonces solo había bares por la noche”.
“Cuando regresé a España veía casi inconcebible que no hubiera una librería especializada. Tampoco era consciente de cómo estaba todavía el país en el 93. Al principio lo pasamos mal. No había libros y tampoco había lectores y lectoras. Los lectores y las lectoras estaban en el armario y los libros los tuvimos que empezar a editar nosotros [es copropietaria de la editorial Egales]”.
Algo más que una librería
Hoy por hoy, y después de encarar una crisis que casi las deja sin nada, las razones para que Berkana siga caminando tienen la misma fuerza que hace años: “Hemos intentado recordarle a la gente que las librerías especializadas, y sobre todo especializadas como esta, son algo más que una librería. La visibilidad que genera Berkana de la cultura LGTBI no la genera ninguna otra librería generalista”.
Paseando por las estanterías y colocando libros, Mili continúa hablando del negocio en el que ha invertido toda una vida. «Teníamos la casa pagada pero hemos tenido que volver a hipotecarla». Gracias a la carta en la que pedían ayuda y concienciaban de la insostenible situación, muchos jóvenes han podido conocer Berkana. «Me contanban que buscaban los libros en La Casa del Libro, pero claro allí solo encontraban los más vendidos como los de Judith Butler, que está en todos los sitios, pero por ejemplo no encontraban a Judith Halberstam, y su Masculinidad femenina«. Eso es lo que marca la gran diferencia, afirma la copropietaria de Berkana, que libros diferentes, minoritarios y raros puedan tener hueco. «Yo creo que esos libros y esos autores merecen ser expuestos».
«Dentro de poco las ciudades se uniformizarán con todas las franquicias del mundo; creo que ver algo diferente es muy necesario para la salud mental. Además, en este caso, todavía hay muchos gays y muchas lesbianas que necesitan este tipo de información para conocer nuestra historia; para conocer su historia».