¡Annie Hall cumple 40 años!
Annie Hall, la historia de un amor tan posible y lógico como absurdo e imposible, la sexta película escrita y dirigida por Woody Allen, la primera que le valió un Oscar como mejor Director y que derrotó a Star Wars como Mejor Película en 1978, cumple 40 años y podríamos pasar el día entero leyendo artículos que analizan sus méritos, sus detalles y con trivias, pero honestamente la mejor manera de saber cómo ha envejecido la película es volviéndola a ver.
Tal vez deba advertir de entrada que este es un artículo ridículamente subjetivo. Soy fan de Woody Allen (sí, es complicado) y me encanta Annie Hall, esa sutilmente triste historia de un amor tan posible y lógico como absurdo e imposible.
Mis razones son simples y nada originales: me encanta la dupla Allen-Keaton; sueño con el día en el que en mi vida suceda algo parecido como el momento de Marshall McLuhan y el intelectual insoportable en la cola del cine; me he visto intentando recrear -patéticamente- momentos icónicos de una relación (como el de las langostas) y fracasando -patéticamente- como Alvy; me he disfrazado de Annie y jamás me han quedado bien ni el chaleco ni la corbata… pero no pierdo la fe; aprecio que Allen haya logrado percibir y retratar esa urgencia -aún muy patente- de ciertos hombres de «educar» a las mujeres y ayudarlas a «entender el mundo», esa condescendencia espolvoreada con edulcorante que vendría a ser lo que Rebecca Solnit llama mansplaining... y en general me parece que es un retrato hermoso del Nueva York de los 70s y una fuente inagotable de citas, siendo la que más me gusta repetir aquella famosa de Groucho Marx:
«Nunca querré pertenecer a un club que acepte a alguien como yo de miembro».
Annie Hall, además de ser la sexta película escrita y dirigida por Woody Allen, fue la primera que le valió un Oscar como Mejor Director y uno como Mejor Actriz a Keaton, además de llevarse el de Mejor Guión Original y hasta el de Mejor Película, derrotando a Star Wars… ¡a Star Wars! ¡Triunfo para los izquierdosos, comunistas, judíos y pornógrafos gays de Nueva York!
El guión, escrito por Allen y Marshall Brickman, fue reconocido en 2015 por la Writers Guild of America como el Mejor Guión de Comedia jamás escrito. Y finalmente, la idea original del proyecto Anhedonia, título que tenía originalmente el proyecto y que afortunadamente se descartó, fue el germen de otra de mis películas preferidas de Allen: Misterioso asesinato en Manhattan. Sospecho que siento debilidad por los hipocondríacos (y por las enfermedades… pero esa es otra historia).
En fin, podríamos pasar el día entero leyendo artículos que analicen sus méritos, escudriñen sus detalles y enumeren sus trivias, pero honestamente la mejor manera de saber cómo ha envejecido la película es volviéndola a ver.
Si mis razones no son suficientes, aquí 7 escenas neuróticas y geniales para que la recuerden, para que la conozcan si no han tenido hasta ahora el placer, y para que en cualquier caso se la apunten como plan para uno de estos fines de semana de primavera.
¡Disfruten!
1. «Me gusta el cuero».
2. «La masturbación es sexo con alguien a quien quiero».
3. Marshall McLuhan is in da house.
4. «Me encanta ser reducida a un estereotipo cultural».
5. «Se me olvidó mi mantra».
Sí, Jeff Goldblum aparece en Annie Hall… 5 segundos.
6. Los subtítulos.
7. El inolvidable monólogo inicial.
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Sí, la vida está llena de soledad, miseria, sufrimiento, infelicidad… ¡y se acaba demasiado rápido! WoodyAllenada fundamental.