Viajar sin cámara es posible… si sabes dibujar. Cuatro artistas españoles te lo demuestran
Viajar y dibujar: algunos artistas durante sus viajes, aventuras o paseos hacen dibujos para filtrarlos a través de un estilo propio.
Fotografiamos nuestras experiencias, elegimos el motivo, el encuadre, la luz y nos llevamos un trocito de los lugares por los que pasamos. Es la forma que la mayoría tenemos de conservar el recuerdo de nuestras vivencias, pero no es la única. Algunos artistas en lugar de tomar fotografías (o además) durante sus viajes, aventuras o paseos hacen dibujos para conservarlos filtrándose a través una de las cosas más personales que se puede poseer: un estilo propio. No hacen fotos para descubrir en casa aquello que se perdieron durante su viaje sino que analizan los detalles de lo que les rodea para plasmarlos allí mismo sobre el papel. Desde urban sketchers a observadores de nubes, el dibujo puede ser una forma única de recordar y probablemente una manera más fiel de mostrar lo que se ha vivido. Estos artistas españoles lo demuestran.
Aleix Gordo
Aleix Gordo, ilustrador, diseñador y muralista de Barcelona, conserva tras algunos de sus viajes libretas en las que, a modo de diario gráfico personal, se entremezclan personas con las que se cruzó, escenarios a medio camino entre la realidad y su imaginación y acontecimientos que es difícil determinar si sucedieron de aquella forma o no más allá de sus páginas. “En Japón empecé a hacer una cosa diferente”, cuenta Aleix. “Dibujaba a la gente que veía por las calles, los interpretaba a mi manera e incluía bocadillos sin texto. Luego a mis amigos japoneses les pedía que rellenasen esos bocadillos. Es un ejercicio muy divertido y es muy curioso ver sus reacciones. Yo los dibujaba y ellos les daban vida con sus textos”.
Desde 2001 llena libretas en las que refleja sus vivencias tanto exteriores como interiores (siempre el mismo modelo, de la misma marca con el mismo papel) aprovechando los trayectos y momentos de soledad durante sus viajes para dibujar: aviones, trenes, madrugadas de hotel… “En Hong Kong es difícil encontrar un sitio tranquilo donde pararse, así que aprovechaba en el metro, se veían personajes muy curiosos que era un placer dibujar. En Tokio, sin embargo, tuve la suerte de vivir en una casa antigua en un barrio tranquilo y dedicaba las mañanas a dibujar”.
Pau Rodríguez
El caso de Pau es diferente. El dibujante mallorquín, autor de las aventuras de la saga de Atlas y Axis, es un gran aficionado a la montaña y aprovecha sus salidas para encontrar los paisajes en los que se desarrollarán sus cómics. Sus dibujos son apuntes al natural que sirven más tarde como base para elaborar la ambientación de sus viñetas. “A veces yendo de excursión me topo con composiciones, ambientes o colores que me gustaría reproducir en alguna viñeta. Si llevo la cámara no me fijo tanto: saco la foto para verla más tarde y después en casa ya no es lo mismo” explica Pau.
Cuando el dibujante mallorquín quiere retener algunos de los detalles de un paisaje toma notas a papel y boli pero, en otras ocasiones, cuando quiere recoger un efecto que ha visto cuenta con material extra para plasmarlo.
“Aquí, por ejemplo, quería hacer una primera página para La Saga de Atlas & Axis y me fui a un rincón desde donde pudiera ver ponerse el sol sobre alguna peña. Me llevé la libreta y una caja de lápices de colores. No se trata de hacer un dibujo bonito, sino informativo, al que añado notas para reforzar lo que no soy capaz de plasmar con los lápices. Después, en casa, entre lo que recuerdo y lo que apunto, hago el dibujo final”.
Paco Lobón
Este artista gaditano no sale de viaje sin su libreta en la que, como cuaderno de bitácora, vuelca sus vivencias, ya sea en forma de tiques de tren, anotaciones del momento o ideas para nuevos proyectos.
“Cuando viajo intento encontrar un momento en el que me vengan las ganas de dibujar, no intento forzar esas sensaciones. A veces es ese momento en el que te vuelves observador, algo más contemplativo que de costumbre. Dibujar un lugar requiere una implicación con el entorno. Analizas las formas, las siluetas, la luz, la sombra… vas reconociendo el espacio. En Chiclana, de donde yo soy, siempre me siento en el mismo punto del paseo marítimo a dibujar cada vez que vuelvo de visita”.
Paco Lobón encuentra motivos interesantes que dibujar en casi todo lo que se le pone por delante. Pero, si no los encuentra, solo tiene que observar un poco más arriba, ya que entre los dibujos de este artista también pueden verse representadas infinidad de nubes cuyas formas inspiran a Paco Lobón algunos de sus personajes: “Además de los sketch de paisajes que colecciono en mi libreta, me gusta dibujar las siluetas de las nubes de los sitios que visito. Tengo nubes de Cádiz, Granada, Sevilla, Madrid, Bilbao… Siempre me he sentido atraído por las formas de las nubes, ellas sí que son unas auténticas viajeras”.
Jonatan Alcina
Jonatan Alcina es un “urban sketcher” que encuentra en el dibujo uno de los mayores alicientes para viajar. En su colección de lugares retratados podemos encontrar desde la elegancia de las ciudades de la vieja Europa hasta la luz de varias localidades andaluzas. Friburgo, Praga, Venecia y, por supuesto, su Cádiz natal son solo algunos de los escenarios que aparecen en sus cuadernos de dibujo.
Aunque pueda parecer una actividad solitaria, Jonatan cuenta que no siempre es así: “Al dibujar en la calle te encuentras con todo tipo de personas que se acercan para interactuar contigo independientemente de que les interese el dibujo o no. Me he encontrado con una persona que se puso a hacerme trucos de magia cuando estaba sentado haciendo un dibujo, una vez me hicieron una entrevista para un reportaje sobre cultura andaluza para la televisión turca mientras dibujaba por las calles de Ronda, hay gente que me ha traído zumos y refrescos, pero sobre todo se conoce a muchas personas interesantes de todo tipo y de las que se aprenden muchas cosas”.