5 razones por las que ver 'El graduado' hoy
Se cumplen 50 años de su estreno y El graduado sigue siendo una película que hay que ver.
La película, cuyo final marcó la historia del cine, cumple 50 años. Y aún sigue siendo vigente y una obra maestra.
Se cumplieron 50 años del estreno de El graduado hace poco. Película mítica que marcó las vidas de una generación y se convirtió en símbolo. Hoy podría parecer antigua, desvinculada, pero la realidad es que es una película de esas que son vigentes sin excepción. El graduado comenzó como un proyecto de pasión que tenía a Mike Nichols –un buen director de Broadway desconocido en Hollywood– como director de cine. El tema del protagonista fue más difícil. Hicieron audiciones decenas de veces a hombres rubios y altos, como se describe al protagonista en el libro. Al final, fue Dustin Hoffman quien se quedó con el papel. Un “muy judío”, muy moreno, muy “étnico” Hoffman, que estaba convencido de que no era el adecuado para el papel de un recién graduado universitario californiano y de buena familia que no sabe qué hacer con su vida.
La realidad es que elegir a Hoffman fue la idea más genial que habían podido tener. Le dio profundidad y llenó de realidad y dimensiones a un personaje que alguna vez se pensó para Robert Redford (Redford audicionó y Nichols no estaba convencido. No puedes hacer este papel, le dijo. Redford se disgustó y preguntó por qué. ¿Te ha rechazado alguna vez una chica?, le dijo Nichols. Y Redford honestamente preguntó: ¿A qué te refieres?).
El graduado puede ser lejana, pero no deja de ser vigente. El resumen de la trama va así: Hoffman acaba de graduarse y vuelve a vivir con sus padres sin idea de qué hacer con su vida. La Sra. Robinson, mejor amiga de sus padres y casada y su vecina, intenta seducirlo – ella también está pasando por un momento duro. Al final tienen una aventura y es cuando sus padres lo presionan para que salga con Elaine, la hija de los Robinson…
Aquí cinco razones por qué hay que verla hoy.
La angustia existencial
Vale, esto como incentivo no es lo más seductor; pero la representación de la angustia existencial, el miedo, el desinterés y la indiferencia que provienen de la depresión, de sentirse desconectado de lo que se espera de ti y lo que quieres o eres, de lo que es el mundo y lo poco que te ves cumpliendo funciones en él, es lo que hace de esta película un clásico para todo joven, para todo graduado. El filme explora todos estos sentimientos sin miedo y sin resoluciones felices. No es fácil resolver estas angustias sin renunciar a sueños o libertades y eso queda claro. Y además produce momentos memorables. Tanto la comedia línea: “Plásticos”, como el desgarrador momento en que Hoffman se pone el traje de buzo que le regalaron sus padres y se hunde en la piscina.
La música
Simon & Garfunkel son responsables de la banda sonora de la película y sus canciones se convirtieron en clásicos gracias a su capacidad de hablar de los que pasaba en la imagen sin ser obvias. La sensibilidad de la música contribuye extensamente a que la película conmueve como lo hace y el disco merece ser escuchado siempre, es una obra maestra de música emotiva e inteligente.
Dustin Hoffman
Antes de este papel Hoffman, quien ahora es un intocable de Hollywood, era un desconocido demasiado narizón que tenía una carrera en teatro y nada más. Luego fue un nominado al Óscar y su carrera despegó de una manera que probó que fue una buena idea darle esta oportunidad. La posibilidad de estancamiento en los mismos roles o caer en el olvido era posible pero Hoffman se fue a hacer Midnight Cowboy, Kramer vs. Kramer o Tootsie, demostrando su amplitud actoral y un rango que pocos tienen.
Anne Brancfort
Murió hace unos años, pero su capacidad de ocupar la pantalla era excepcional. Su seductora Sra. Robinson es a la vez una villana y una mujer de mediana edad con un matrimonio frustrante en una era en que el divorcio es mal visto. Es un símbolo feminista y una arpía, una mujer con deseos y una madre, una mujer independiente y una egoísta, es toda contradicciones y por ello (con sus defectos, esto se escribió hace 50 años) un personaje femenino de los más interesantes de su época, además es la dueña de la pierna que marca la segunda toma más histórica de la película.
El final
No es necesario decirlo pero SPOILER ALERT. El final de El graduado puede que sea lo que más se recuerde de una película que se alaba constantemente. Hoffman va a buscar a Elaine, quien se está casando por obligación con alguien que no ama, a la iglesia. La puerta está cerrada. Trata de abrir, trata de tirar la puerta y grita ¡Elaine! ¡Elaine! Ella deja todo atrás y corre con él. Se suben a un autobús, felices, sonrientes y, en un segundo, el peso del mundo, de sus decisiones, de lo poco que se conocen les cae encima y de repente sus sonrisas en el fondo el autobús se convierten en incertidumbre y duda. Y esa imagen es una de las mejores del cine contemporáneo.