La serie se estrena el 1 de septiembre y llega sin su estrella: Pablo Escobar. ¿Lograrán conquistar a las audiencias los líderes del cartel de Cali? Mientras lo averiguamos, repasamos sus perfiles reales.
El final de la segunda temporada de Narcos acabó con la muerte de su protagonista (nadie se engañe, el agente “gringo” de la DEA nunca fue el principal aunque fuese el narrador), Pablo Escobar. El narcotraficante más famoso de todos los tiempos fue un buen punto de inicio para una serie centrada en criminales organizados de la droga.
Tenía todo: carisma, crueldad, una historia casi de realismo mágico de subida al máximo poder y una caída estrepitosa y patética. Escobar era el personaje perfecto y su muerte dejó un grave vacío en las arcas narrativas de una serie que bien podría decirse que se hizo famosa por su existencia y su relato, no por nada más.
Pero Netflix, haciendo gala de su insistencia (ahora menor; ejemplos: Gypsy o Girlboss, aunque aún existente; véase: 13 razones o Stranger Things) de mantener sus series originales a toda costa, ha optado por hacer una tercera temporada protagonizada por un grupo de narcos que, bueno, nadie, salvo la DEA y las autoridades colombianas, realmente conoce.
Sí, a estos tíos ya se les había visto el pelo en las temporadas previas de la serie; sí, son personajes reales o basados en reales que continuaron con el negocio de la droga en Colombia y que, como buenos narcos, fueron sanguinarios y se enriquecieron en igual medida; sí, el agente Peña es un regreso agradecido por todos los que vieron la serie (y todos los que aún extrañan a Oberyn en Juego de Tronos)… pero estos miembros del Cartel de Cali tienen poco con lo que competir con un hombre que tenía tigres de mascotas, ganó un puesto en el senado, tiró un avión de pasajeros para deshacerse de una sola persona, asaltó el tribunal supremo y asesinó a todos sus jueces o mató un candidato a presidente (todo esto sin mencionar otras decenas de hitos en su historia que podrían competir con los mencionados).
Estos nuevos narcos no son figuras casi míticas de la historia social reciente de un país, no son los Al Capone latinos… son unos narcotraficantes: malvados, millonarios, violentos… pero no diferentes a los muchos del mundo. Igualmente y para que no se pierda el espectador cuando se estrene la nueva entrega, vamos a repasar quiénes son los hombres principales del momento.
SPOILER ALERT (más o menos, son hechos reales, pero se sabe que la serie a veces cambia la realidad)
Gilberto Rodríguez Orejuela
Interpretado por Damián Alcázar
Líder del Cartel de Cali y el “nuevo Escobar” de la serie. Conocido como El Ajedrecista, Orejuela nació el 30 de enero de 1939 y fue extraditado a Estados Unidos en el 2002. Cali no era el Cartel de Medellín, optando por menos violencia y más diplomacia, le valió su sobrenombre al jefe por su tendencia a estrategizar más que a explotar. Cuando Medellín comenzó a atacar al gobierno, Cali optó por crecer. Pero el capo no tardó mucho en ser capturado tras la muerte de Escobar. Dos años después el presidente Samper lanzó una operación de búsqueda y captura que resultó con la detención de Gilberto y su hermano. El capo se había escondido en un gabinete vacío del baño de su casa con una bombona de oxígeno, pero la policía lo encontró y se le sentenció a 15 años de prisión.
Miguel Rodríguez Orejuela
Interpretado por Francisco Denis
Fue el cerebro detrás del crecimiento del cartel y hermano de Gilberto. Pero su destino sería el mismo que el de Gilberto. Esposo de una Miss Colombia, fue detenido en su casa en 1995 pero siguió llevando su negocio desde la cárcel, por lo que EEUU pidió su extradición, y la de su hermano. A principios de los 2000 ambos delincuentes fueron trasladados a Estados Unidos.
Chepe Santacruz Londoño
Interpretado por Pepe Rapazote
Aunque se le detuvo en 1995, al igual que a sus socios (los tres lideraban el cartel), escapó de la cárcel en 1997 con la intención de organizar la red de sicarios y brazos armados del cartel y poner orden a quienes, tras la detención de los líderes, habían comenzado a pensar en independizarse. Mató a más de 20 posibles testigos en su contra. Poco tiempo después de su fuga Santacruz, que se rumoró que estaba organizando atentados contra figuras del gobierno, fue asesinado en un centro comercial de Medellín cuando intentó escapar de la policía, que había recibido una llamada anónima avisando de su paradero. Hay otra versión de los hechos: se dice también que su muerte fue a manos de grupos paramilitares organizados por miembros de la policía colombiana involucrados con el tráfico.
Santacruz y los hermanos Rodríguez Orejuela llegaron a ser portada de la revista Time, bajo el título Cocaine Inc.. La revista analizaba su perfil y reunía declaraciones de la DEA que citaban que el cartel de Cali era el responsable del tráfico de 60% de las drogas en EEUU y 90% en Europa.
Pacho Herrera
Interpretado por Alberto Ammann
Siempre mantuvo su bajo perfil y era poco mencionado cuando se hablaba del cartel, pero Herrera era el cuarto al mando en Cali. A cargo del mercado mexicano y la distribución internacional, fue también quien ideó utilizar a grupos guerrilleros como fuerzas de seguridad en los laboratorios más remotos. A diferencia de sus compañeros, Herrera se entregó en 1996 y cambió de rumbo durante su tiempo en la cárcel. Dejó los negocios, o eso se piensa, y se convirtió en jugador de fútbol y promotor deportivo en su prisión. Esto hasta que en 1998, el que había sido su consejero durante una década, Rafael Angel Uribe Serna, lo visitó en la cárcel. Herrera dejó su partido de fútbol y abrazó a su amigo, que procedió a dispararle y matarlo. Nunca se supo claramente por qué Uribe lo asesinó, pero se manejaron varias hipótesis, la mayoría vinculadas con búsquedas de poder o venganzas.
Jorge Salcedo
Interpretado por Matias Varela
Jefe de seguridad del cartel, fue quien contactó con la DEA y facilitó la captura de sus jefes. Comenzó sus servicios luego de que el cartel de Medellín le contratara para organizar una fuerza paramilitar. Los jefes de Cali temían por sus familias. Escobar había perdido la razón y les amenazaba constantemente. Querían protegerse. Salcedo era el encargado de hacerlo. Cuando la DEA puso su atención en Cali (tras la muerte de Escobar y su toma de las rutas y negocios de Medellín) Salcedo, que normalmente no estaba involucrado en la violencia (o eso dice), tuvo que ver a sus jefes ponerse paranoicos y asesinar a sospechosos de ser soplones. Así que optó por trabajar con la DEA. Tras traicionar al cartel, Salcedo se convirtió en testigo protegido del gobierno de EEUU.
Franklin Jurado
Interpretado por Miguel Ángel Silvestre
Estudió en Harvard y era el “lavador de dinero” del cartel. Su esquema de lavado era complejo y difícil de rastrear (incluía más de 100 cuentas en 68 bancos en nueve países) y logró limpiar 36 millones de dólares. Sin embargo, su operación fue descubierta cuando colapsó un banco de Luxemburgo y se rastrearon varias cuentas hasta él. En Europa la condena fue poca, pero Estados Unidos pidió su extradición y le condenó a siete años y medio de cárcel.