El autor indonesio Eka Kurniawan llega a una Barcelona convulsa dos días después de celebrarse el referéndum catalán; sin embargo, la situación no parece importarle mucho ya que acepta que lo entreviste a propósito del lanzamiento de su novela La belleza es una herida, traducida en castellano y en catalán, por la editorial Lumen como por Més Llibres, respectivamente.
Kurniawan ha sido comparado con García Márquez, Günter Grass o Salman Rushdie. La belleza es una herida lo dio a conocer a nivel internacional, así como a la literatura e historia del país asiático. La ficción nos acerca a Halimunda, una ciudad equiparable a Macondo pero al otro lado del mundo, con personajes femeninos que son el hilo conductor de una turbulenta historia de guerra y amor, un manifiesto político que define qué heridas se abrieron y cuáles se cerraron a partir del colonialismo neerlandés y la ocupación japonesa en el pasado reciente del archipiélago asiático.
¿Cuánto tiempo te tomó escribir este libro?
Me tomó dos años cuando estudiaba en la universidad. Quería hablar sobre la historia de Indonesia y cómo los dictadores fueron más allá, qué sucedió antes y después de eso. Así que comencé a leer y a realizar un estudio de la novela.
¿Por qué el libro comienza con una cita de Don Quijote? ¿Ha marcado Cervantes tu literatura?
De hecho tomé prestadas varias cosas de Don Quijote, de cómo él ve la realidad y cómo explica su propia perspectiva de lo que es real. Creo que tomé prestada esa visión, mi novela es sobre la historia de Indonesia, pero los personajes tienen su propia perspectiva de esa realidad.
Pero la cita de Cervantes que escogiste es sobre el amor. ¿La belleza es una herida es entonces un libro sobre el amor?
Sí, hay una coincidencia con el Quijote en ese sentido. Yo tomé prestado ese estilo de la novela, pero al mismo tiempo esa frase va muy bien porque creo que es lo que el personaje intenta expresar, esa falta, que los hombres necesitan a las mujeres.
Claro, tu libro narra la historia de mujeres fuertes y de los hombres que se enamoran de ellas. ¿Cómo y dónde hallaste la voz para plasmar esta polifonía femenina?
Primero leí los hechos históricos de Indonesia, todos escritos por hombres. Todos los soldados son hombres, todos los héroes son hombres, el que libera a la nación es un hombre, así que todo es sobre hombres. Entonces pensé ¿dónde estaba la voz de la mujeres? Es algo muy trágico que sucede con las mujeres en épocas de guerra, pero al mismo tiempo era algo bueno para muchas de ellas, porque después de una vida turbulenta, todo tiene que ver con la supervivencia. Creo que es por eso que todas las mujeres –indonesias- tienen un carácter muy fuerte. Por ejemplo, en mi novela, todas las mujeres son sobrevivientes hasta el final. Yo crecí con tres hermanas y solía vivir con mi madre, así que estoy acostumbrado a las mujeres, a mis amigas y muchas veces tomo prestado el carácter de alguna que conozco para escribir. Es la forma en la que llego a conocerlas mejor y crear mis personajes.
La prensa suele comparar tu obra con la de García Márquez, ¿es una referencia en tu obra?
Puede que haya consistencias, inconsistencias o influencia con su obra, pero al mismo tiempo tengo mucha influencia del folclor indonesio. Sí tengo una influencia de García Márquez pero también de mis propios orígenes.
¿Podríamos hablar de un realismo mágico indonesio?
Quizás es realismo mágico, pero quiero pensar que es diferente. Por ejemplo, García Márquez toma elementos fantásticos, pero en mi novela las referencias vienen dadas de las historias del horror de la realidad indonesia, de la espiritualidad o de lo supernatural.
Hay dos temas tabús en la novela: la prostitución y la violación. ¿Por qué los elegiste como hilos conductores de los personajes femeninos?
Yo suelo pensar que mi libro es una novela política. Tengo que hablar de la política indonesia y de la historia política; al mismo tiempo también quería estudiar los detalles individuales de las relaciones entre mujeres y hombres, esposas y esposos. Necesitaba hablar de la política y la violencia en la historia de mi país. Al final toda la violencia política y sexual siempre es un tema político para mí.
¿Un libro político dentro de la ficción?
Sí, es un libro político. Tiene dos capas, una que habla de la ocupación colonial, la revolución y el comunismo; otra, más abajo, de la política entre patriarcado y el feminismo.
¿Es una crítica al etnocentrismo europeo y japonés?
Hay mucho prejuicio, es una deuda colonial. En Indonesia solemos pensar que todos los hombres son muy malos. Quizás hago una crítica al prejuicio porque existe hacia los nativos indonesios. En la novela plasmo esa situación a través de los personajes principales que son mitad indonesios, mitad extranjeros. La violencia no desaparece en estos contextos, al final el que tiene el poder, es el que abusa de la gente.
¿Cómo ves el futuro de la literatura en general y en Indonesia?
Creo que hay una tendencia a la novela experimental o a la metaficción. En España, Enrique Vila Mata o en Argentina, César Aira, creo que puedes encontrar la misma tendencia en cualquier parte del mundo; al mismo tiempo varios autores están en contra y van a lo clásico y a la novela tradicional. Creo que así será la tendencia en el futuro. En Indonesia es lo mismo, ahora hay mucha metaficción, también todo es muy experimental y muy nuevo, pero creo que se regresará a lo clásico.
¿Cómo podrías promocionar la literatura indonesia?
Para conocer y comprender la literatura indonesia hay que conocer la lengua indonesia y no es muy popular, así que no puedo decir que se haga muy famosa en el mundo, porque es muy difícil de traducir.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
He estado pensando en mi próxima novela que comenzaré a escribir el año que viene pero primero terminaré la promoción en España de este libro, y luego viajaré a promocionar otras novelas en Estados Unidos y el Reino Unido.
Por último, volvamos a la novela. ¿El título La belleza es una herida es una metáfora de tu país?
Sí, más o menos, hay una tendencia a jugar con el doble sentido, puede ser una metáfora para hablar de mi propio país o también puede ser tan simple como el sentimiento de los personajes principales.
Más allá de su respuesta, el título de la novela La belleza es una herida es parte principal del cierre de libro, más intenso y amoroso que desgarrador, lo que nos lleva a reflexionar sobre la riqueza estética de la obra, ya que esta no solo tiene que ver con la pregunta hacia lo visible, lo apreciable en la historia de ficción, sino hacia la complejidad que hayamos entre líneas.