Las mujeres detrás del mundo del cómic y la novela gráfica
A propósito de la celebración de una nueva edición del Salón del Cómic de Barcelona revisitamos algunos apuntes, consideraciones y novedades de las artistas en el mundo del cómic.
La industria del cómic se ha caracterizado típicamente como un dominio masculino. Los hombres constituyen la mayoría de los escritores, artistas, editores, letras y coloristas. La importancia de la masculinidad ha sido obviamente visibilizada en: Súper hombre, Bat hombre, Iron hombre, Spider Hombre , etc.; las historias del cómic tienden a enfocarse en las luchas épicas masculinas.
Esto puede explicarse a nivel de mercado, pues los consumidores masculinos han sido históricamente el grupo demográfico más grande para la industria del cómic. Desde los caricaturistas más famosos y célebres hasta los más alternativos suelen ser hombres, incluidos creadores icónicos como Winsor McCay, Gary Larson , Rube Goldberg, Charles M. Schultz, Bill Waterson Art Spiegelman, Robert Crumb y Daniel Clowes o los hermanos Hernández. Dada la historia de la industria del cómic y el desproporcionado grado de hombres involucrados como creadores y personajes presentados, es fácil que algunos supongan que el medio es exclusivamente masculino.
Sin embargo, sería un terrible error ignorar lo que creadores, personajes y consumidores de cómics femeninos pueden desvelar, desde la ficción o la no ficción, sobre cualquier problemática, tanto personal como cultural. Tanto dentro como fuera de la industria convencional, las mujeres han hecho contribuciones significativas y continúan ofreciendo voces únicas y alternativas.
Mujeres globalmente conocidas como Dalia «Dale» Messick, Jackie Ormes, Lily Renee, Trina Robbins, Marjane Satrapi y Carol Tyler son solo algunas de las creadoras que lograron un gran éxito y ayudaron a dar forma al desarrollo de los cómics y la novela gráfica como medio expresivo. Dibujantes alternativas contemporáneas como Phoebe Gloeckner, Alison Bechdel, Pénélope Bagieu, Jessica Abel, Gabrielle Bell, Vanessa Davis y Lilli Carre continúan redefiniendo los tipos de historias que se pueden contar a través de narrativas gráficas. Estas escritoras y artistas abrazaron el género como un medio expresivo en el que podían explorar desde fantasías heroicas hasta confesiones autobiográficas profundamente íntimas. En su lucha contra los sesgos misóginos de la industria y el sexismo institucionalizado, cada una ha presentado una forma de combinar palabras e imágenes para representar una visión alternativa del mundo y la autonomía femenina.
En los últimos años, incluso en el reino de superhéroes publicados por los gigantes de la industria, DC y Marvel Comics, un número sin precedentes de mujeres se han convertido en escritoras y artistas favoritas: por ejemplo, Gail Simone, Amanda Connor, Nicola Scott, Marjorie Liu, G. Willow Wilson y Fiona Staples. Y aunque las superheroínas ficticias aún pueden estar vestidas con trajes reveladores, ahora encabezan sus propias historias con mucho más éxito que nunca. Wonder Woman puede seguir siendo la superheroína más emblemática y mejor vendida, pero otras como Batgirl, Supergirl, Black Widow y She-Hulk se mantienen firmes en las ventas minoristas de sus series homónimas.
Muchas de estas súper heroínas femeninas, ya sean creadas o ilustradas por mujeres u hombres, han abierto nuevos caminos en una serie de representaciones femeninas en lo que respecta a la raza y la sexualidad. Por ejemplo, la popular Batwoman de DC Comics atrajo la atención de los medios por ser la primera gran heroína lesbiana. Las superheroínas del género luchan contra los villanos y los invasores alienígenas, también como medio contra las nociones tradicionalmente limitantes y sexistas de lo que son las mujeres y lo que pueden llegar a ser.
A propósito del Salón del Cómic de Barcelona: ¿Y en España qué?
Esta semana, como cada abril, se llevará a cabo el Salón del Comic en España. Entre los participantes hay varias mujeres dibujantes y autoras; sin embargo, al igual que en el panorama mundial, es un mundo segmentadamente masculino. En el programa del salón, de 74 actividades solo hay 19 en donde visiblemente participan mujeres o una mujer. De los 20 nominados a los premios del Salón, 6 son mujeres; con dos jóvenes autoras, Ana Penyas y Anabel Colazo, que repiten como candidatas a Mejor obra de autor español y de autor revelación, este es el año con más paridad entre los nominados. No es de extrañar que esto suceda después de que Conxita Herrero, una de las nominadas en 2017, lanzara un mensaje reclamando mayor presencia femenina a los premios del Salón.
Esta paridad en gran parte ha sido fomentada por el colectivo de Autoras de Cómic quienes poseen un listado de las publicaciones de mujeres en España entre 2014 y 2015; además de representar al género en el mundo del cómic y la novela gráfica, dándoles visibilidad y cabida en citas como la presente edición del evento barcelonés.
Sin embargo las preguntas siguen, especialmente cuando se reflexiona acerca de las necesidades del mercado: ¿es necesario etiquetar la obra como “feminista” o ser representada como “cómic femenino”? Preguntas en loop at infinitum que nos hacen reflexionar sobre un lenguaje y estructuras más justas para el gremio de mujeres.
Firmas y recomendaciones editoriales
El grupo sevillano, Avocadon’t, parte de las comiqueras que apoyan el colectivo de Autoras de Cómic y ha preparado un documento donde se pueden revisar las firmas y conferencias dadas por autoras dentro del salón. Desde la consagrada Tillie Walden –quien dará una MasterClass- o la feminista sueca Liv Strömqist, pasando por Shea Fontana o nacionales como María Hesse, Ana Oncina, Belén Ortega o Lorena Álvarez, son algunas de las autoras que prestan su visión como mujeres dentro del Salón del Cómic.
Además de las actividades, hay una variada selección de obras a la que los visitantes pueden acercarse y obtener dentro del salón. A continuación algunas propuestas:
Liv Strömquist – El fruto prohibido (Reservoir Dogs, 2018).
Una investigación sobre la vulva y la historia de la censura del cuerpo y la sexualidad femenina a lo largo de los tiempos. Un ensayo revelador a través de diferentes viñetas, fotografías e ilustraciones que nos recuerdan el formato fanzine, pero en libro tapa dura.
Kyoko Okazaki – Pink (Ponent Mon, 2018).
Este libro de la dibujante de manga japonesa Kyoko Okazaki cuenta la historia de Yumiko, una chica que ejerce la prostitución porque su trabajo diario es precario y no le da suficiente dinero para poder alimentar a su mascota, un cocodrilo. Pink, es un canto de amor y felicidad, una crítica a la sociedad y al dinero, trágico e irreverente.
Xiomara Correa – Mi novio caballo (Reservoir Dogs, 2018).
La historieta más hilarante sobre el amor entre un caballo y una mujer, con reminiscencias a la serie BoJack Horseman o al humor descarnado de Simon Hanselmann. En Mi novio caballo Xiomara Correa construye un significativo relato que puede pensarse para la aceptación y el entendimiento del otro en nuestras vidas, a pesar de las diferencias.
Varios autores – SextoriesMagazine vol.1.
El primer número de la revista de cómics erótico/pornográficos que trata el sexo y la sexualidad de una manera heterogénea e inclusiva, se podrá conseguir en el Salón del Cómic. Participan 11 autores nacionales, junto a invitados internacionales. Entre sus editoras se encuentran dibujantes colaboradoras de la revista El Jueves.
María Hesse y Frank Ruiz – Bowie. Una biografía (Lumen, 2018).
El nuevo libro de la ilustradora María Hesse, junto al biógrafo Fran Ruiz, recorre la vida de David Bowie a través de su éxitos y fracasos; episodios que hicieron del cantante británico un emblema de lo camaleónico y no solo un estampado de camisetas.
Kelly Sue DeConnick y Valentine De Landro. Bitch Planet 2 (Astiberri, 2018).
Propio de la era #MeToo y The Handmaid’s Tale, el segundo volumen de Bitch Planet, continúa su reivindicación feminista a través de esta distopía que narra cómo un sistema patriarcal castiga a las mujeres que no cumplen con el papel sumiso de esclavas. Kelly Sue, además, estará presentándose en el Salón del Cómic.
Navie y Carol Maruel – Colaboración Horizontal (Dibbuks, 2018).
Una historia basada en hechos reales narra cómo una pareja se encuentra y se enamora en tiempos de guerra a pesar de las diferencias, y cómo la mirada de una micro-sociedad, creada en un edificio, les permite soportar la vida en un país ocupado y con las cartillas de racionamiento. La historia de aquellas mujeres que, a pesar de la guerra, amaban al enemigo.