Lecturas para el verano, una lista subjetiva
Porque en especialmente en verano el tiempo es más dócil y se deja atrapar para ser saboreado de otra manera, qué mejor que un libro como compañía.
Justamente para acompañar a ese tiempo ‘libre’ que en los próximos meses procederemos a cazar y a domesticar para olvidar neurosis y rutinas, hemos pedido a nuestros ‘subjetivos’ que nos recomienden un libro. La selección es tan maravillosa y tan variopinta como ellos. Hay muchas novedades, hay algo de fútbol, ensayos personales, clásicos reeditados, biografías victorianas, aforismos, autoficción y hasta un falso manual. Son libros de terraza, libros para viajar en tren, y sobre todo, libros de mar. Karen Blixen insistía que cualquier cosa se podía curar con agua salada, si a esa dosis de mar sanadora le agregamos un buen libro, la combinación es infalible.
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¡Feliz verano y feliz lectura!
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‘Alienación indebida’ (Círculo de Tiza, 2018)
Rafa Cabeleira
No me equivoco si afirmo que el verano es la época del año más importante para el fútbol, precisamente porque no hay. Es el momento de idealizarlo, de echarlo de menos, de tirar de nostalgia. Y en este contexto se incrusta perfectamente el nuevo libro de Rafa Cabeleira, ‘Alienación indebida’ (Círculo de Tiza). Un título sobre fútbol que no habla de fútbol. Un título que deja que la vida se desenvuelva con un Mikasa rodando de fondo, pero que sólo recae en él cuando no es necesario. Alguien dijo que el fútbol es el asunto más importante dentro de los asuntos sin importancia. Yo me atrevo a afirmar que el libro de Cabeleira hacer que el fútbol cambie de estatus y se coloque junto al resto de asuntos importantes; es decir, junto al resto de tragedias, comedias y dramas que nos ofrece la vida.
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La hazaña secreta (Turner, 2018)
Ismael Grasa
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Brevario de escolios (Atalanta, 2018)
Nicolás Gómez Dávila
Recomendado por: Miguel Ángel Quintana Paz.
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Recomendaría cualquiera de los libros del colombiano Nicolás Gómez Dávila compuestos por sus magníficos aforismos; o también alguna de las obras que se han publicado con selecciones de los mismos. El aforismo, por su brevedad, me parece un género especialmente afín al descansado verano.
Además, la obra de Gómez Dávila, que Ernst Jünger describió como “una mina”, lo cierto es que resulta aún relativamente poco conocida en España. En lengua alemana, sin embargo, Gerd-Klaus Kaltenbrunner y su monumental “Sobre el espíritu europeo”, que empezaba con Hesíodo, mostraban precisamente a ese autor como culminación del camino que ha hecho Occidente a la hora de aprender lo más profundo de la naturaleza humana. Y es que, aunque el propio Gómez Dávila se autodenominaba como un “reaccionario”, la verdad es que lo hacía solo porque sabía que, de ese modo, ningún partido le disputaría esa etiqueta, convertida en tabú para todos. Su descripción más apropiada sería empero la de un conservador tan escéptico con su presente que apenas detecta en él nada valioso por conservar (como apunta en otro de sus aforismos). Pero por fortuna alguien que, como también él escribió, resulta obsoleto para sus contemporáneos a veces cobra una actualidad sorprendente para la posteridad. Y, dado que falleció en 1994, en este verano de 2018 ya podemos considerarnos un tanto posteridad suya, pues.
Los títulos de sus libros de aforismos son “Escolios a un texto implícito”, “Nuevos escolios a un texto implícito” y “Sucesivos escolios a un texto implícito”. Como sabemos, un escolio es un comentario de otro texto; ahora bien, ese texto implícito al que se refieren los títulos no existe: estaría más bien presupuesto por los citados comentarios, y el lector debe deducirlo. Aunque no resulta arduo comprender qué tipo de texto sería ese: un texto en que se defendiera el catolicismo como un peculiar modo de ser pagano; en que se ridiculizaran los intentos de todos los que quieren ser modernos, pues están abocados a parecer anticuados en cuanto que pase algo más tiempo; y en que, contra la obsesión igualitaria, se constata que “los hombres son menos iguales de lo que dicen y más de lo que piensan”.
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Entre ellos (Anagrama, 2018)
Richard Ford
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Olvidado Rey Gudú (Destino, 2018)
Ana María Matute
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De matasanos a cirujanos. (Debate, 2018)
Lindsey Fitzharris
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Conversaciones entre amigos (Random House)
Sally Rooney
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Derecho natural (Seix Barral)
Ignacio Martínez de Pisón
El verano es esa época del año con la que uno topa a menudo cuando se asoma a sus recuerdos y desde el recuerdo está escrita esta novela. Que no desde la nostalgia. El narrador, gran logro de la obra, consigue transmitir constantemente al lector que los hechos sucedieron hace años sin necesidad de abusar de la atalaya y de la senectud desde la que se cuenta la historia, de manera que uno sabe de forma anticipada algunos de los desenlaces de la trama, pero la tensión y el ritmo mantienen a uno enganchado.
De las historias que uno sabe cómo acaban se saborean más los detalles. Desde la complejidad psicológica de los personajes hasta los retratos de sus costumbres –recomendables, sin duda, para cualquiera que guarde una estrecha relación con las ciudades de Barcelona o Madrid-, Martínez de Pisón consigue un valioso texto del que, una vez leído, se acaban recordando más los mejores pasajes que el conjunto.
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Confesiones de un filósofo desaparecido en combate (Pre-Textos)
Enrique Ocaña
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Y ahora, lo importante (Caballo de Troya, 2018)
Beatriz Navas Valdés
Recomendado por: José Antonio Montano.
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Un libro impresionante y delicioso, ligero, sencillo, sin pretensiones, pero que contiene una época y está ligado a la vida. Son los diarios de una chica madrileña de catorce años en 1992 (y en la parte final de quince en 1993; más un epílogo escrito en 2017): una chica deslumbrantemente lista que vive con intensidad (la intensidad que da la adolescencia) y sabe contarlo, con reflexiones al paso. Tuvo el acierto de ir copiando cada día las noticias de prensa más importantes, lo que ofrece un contexto público de su vida privada. El resultado es encantador, emocionante y admirable. Sociológicamente tiene además interés porque, como ha dicho la autora en una entrevista, “fuimos la última generación de adolescentes para la que el mundo estaba en la calle”.
También esto pasará (Anagrama)
Milena Busquets
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