Monsieur Periné: “La forma de que el mundo le abriera de nuevo la puerta a Colombia fue la cultura”

“Con el alma salvaje, caminando aprendí,

que con poco equipaje puedo andar por ahí…

Y llegar a lugares y contar lo que soy.

Soy montaña, soy valle y del río, mi voz”

Son jóvenes pero aman esos boleros que se “bailan en un ladrillito». Son colombianos pero de alma nómada que venden discos hasta en Japón. Optimistas que brillan cuando sonríen pero no ocultan sus marcas, sus cicatrices. Son Monsieur Periné, Catalina García y Santiago Prieto, rebeldes musicales con causa, con cadencia y con mucho, mucho encanto tropical. 

La historia de Monsieur Periné es una de persistencia, experimentación y valentía que ya cuenta 10 años, tres álbumes y un Grammy Latino a ‘Mejor Artista Nuevo’ en 2015. Su sonido es itinerante, mutable, viajero. Se desmarcan de los géneros, les gusta que su música refleje lo que son, cómo viven. «La mayoría de los artistas que conocemos y escuchamos también son nómadas y eso hace que en su música se muestren distintas culturas».

En algún punto de 2008 Monsieur Periné eran solo Catalina, Santiago y Nicolás Junca. Comenzaron siendo una propuesta totalmente acústica hecha de guitarra, flauta y voz. Hacían covers, en su repertorio estaba mucha de su música favorita de toda Latinoamérica, desde boleros y bossanova, hasta música popular folclórica colombiana… todo esto mezclando con el swing. Sí, con swing. «Así llamamos la atención porque en Colombia no se estaba haciendo este tipo de música cercana al sonido de swing», apunta Catalina.

«No sabíamos bien hacia dónde íbamos, pero íbamos.» — Catalina García.

El arranque se cocinó a fuego lento, pero la propuesta de Monsieur Periné de alguna manera así lo exigía, después de todo su música lucha contra la moda, contra las prisas. A esa base acústica de la que partían le agregaron contrabajos y percusión, sumaron público, comenzaron a tocar cada vez en eventos más grandes, a participar en los distintos circuitos locales de música alternativa de Bogotá, en festivales de jazz, y de pronto, impulsados por un concurso de la Alianza Francesa ya tenían su primera canción, una composición en francés llamada Ton silence. 

«Ahí empezó a ser más claro que teníamos un horizonte juntos, y que tenía un espacio esta música. No sabíamos bien hacia dónde íbamos, pero íbamos», cuenta Catalina. «Empezábamos a escribir. A finales de 2011 grabamos nuestro primer disco Hecho a Mano lo publicamos en 2012 y este disco para sorpresa nuestra se comenzó a mover no solo por Colombia, sino que también fue publicado en Alemania y Japón, y en México y empezamos a girar por ahí.»

Para su segundo trabajo Caja de Música (2015) contaron con Eduardo Cabra, el Visitante de Calle 13, como productor, y tanto Santiago como Catalina coinciden en que su experiencia y sus horas de vuelo en la industria sumadas a la dedicación que le puso el productor al proyecto fueron claves para poder materializar las ideas de la banda, sus intuiciones, sus corazonadas. «Ha sido increíble trabajar con él» —cuenta Santiago— «su visión aporta fuertemente a nuestra música, lleva todas las horas de vuelo de Calle 13, de haber construido una propuesta musical muy variada y también muy basada en Latinoamérica, explorando muchos ritmos y caminos». 

Precisamente por Caja de música ganaron el Grammy Latino que le abrió nuevas puertas a la banda. La primera gran oportunidad que se ha derivado de ese momento ha sido Encanto tropical, su tercer álbum que acaban de lanzar el pasado mayo y que es el que los trae de visita a España. En este segundo trabajo se consolida la relación creativa con Cabra, al tiempo que se involucra de lleno el equipo de Sony Music, un cambio de fórmula artística que no solo sitúa al proyecto en otro nivel, sino que también les ha dado la oportunidad de grabar temas con artistas como Vicentico, de los Cadillacs, con el que hacen una cumbia (¡cómo no!) llamada La tregua, en las que se mezclan divinamente los dos sonidos característicos de las dos cumbias de Colombia y Argentina; y con Julieta Venegas, con quien han amasado y grabado el tema Veneno.

En el proceso de producción de Encanto Tropical participó también Mauricio Rengifo, con quien han hecho Bailar contigo, el primer sencillo promocional, un tema dulce con esencia de atardecer caribeño, que ya ha sobrepasado los 11 millones de reproducciones en YouTube en apenas dos meses. Luego con Lionel García en México han hecho La sombra, y han tenido la oportunidad de trabajar con más de 40 artistas con los que han hecho canciones que, aunque algunas no han entrado finalmente en el disco, han significado una importante oportunidad de aprendizaje, algo que como describe Catalina «nos ha abierto posibilidades y nos ha dado nuevas herramientas, haciendo canciones buenas, aprendiendo de los que saben.»

Si la cultura desaparece, desaparece la libertad

El viaje de Monsieur Periné ha fluido y evolucionado muchísimo desde su comienzo, sin dejar de mirar hacia adelante pero siempre sabiendo de dónde vienen. Musicalmente su influencia se deja escuchar claramente en sus tres álbumes en donde el swing, el jazz y el pop se unen a la «música de abuelos que son parte del repertorio tropical clásico» con el que crecieron, «melodías bonitas de letras poderosas, hechas a mano y con sabor de hogar». Pero también, y sobre todo, Monsieur Periné son una prueba más con la que Colombia demuestra al mundo que el arte es capaz de cambiar el discurso y que la verdadera derrota, tal vez la única realmente definitiva es la que ocurre en el terreno cultural. Si se acaba la creación cultural, se acaba todo, se pierde la guerra.

«Ahora ir a cualquier parte del mundo y decir que eres colombiano es cool y a todo el mundo le encanta Colombia, todo el mundo quiere ir y de hecho todo el mundo está yendo a Colombia», cuenta Catalina retratando un panorama muy diferente al de hace apenas una década en el cual Colombia se hallaba aún bajo la sombra de la violencia que la marcó durante tantos años. 

Esta persistencia, opinan, no está necesariamente vinculada con una gestión cultural del gobierno, sino que es el resultado del carácter tenaz de un pueblo para el cual la música es un elemento vital. En cada ciudad, en cada pueblo, en cada carnaval o festival, siempre ha tenido una fuerte presencia la producción musical local. «Hay músicas muy fuertes en la región, en el Pacífico colombiano, ellos tienen su propia música; en los llanos orientales; en el Caribe, también es super fuerte; en Bogotá pues se reúne todo el mundo y es una mezcla de todo. Somos un país que necesita y que todo el tiempo se está expresando a través de la música y creo que después de que nos cerraron la puerta tantos años por el tema de la violencia, la forma para que nos la abrieran de nuevo fue la cultura», afirma con orgullo Catalina.

«Para aprender a pararse hay que intentar lanzarse al suelo y volverse a levantar» — No hace falta. Caja de música (2015)

«Cuando te bloquean políticamente, que hay tanta violencia, que hay tanta guerra, el arte, siempre, siempre, siempre va romper cualquier barrera. A la música no hay como detenerla. Siempre va a ser ese canal que está abierto, y por más que te pongan visas y problemas, siempre un pueblo va a poder expresarse por su cultura. Si la cultura desaparece ahí sí desaparece la libertad. Y creo que los colombianos, después de tanto tiempo escuchando ‘ustedes son el país más violento del mundo y ahí nadie va’, quisimos agarrarnos de la música y de nuestra cultura para decir: ‘somos otra cosa«, añade.

«Soy América hermana, selva playa y raíz. Una voz libertaria, que no sabe morir. Y aunque muchos quisieran, no lo puedo ocultar. Porque llevo en el alma, encanto tropical.»

Y es que en las ultimas décadas no ha sido poca la contribución de Colombia a la escena musical mundial. Shakira, Maluma, Carlos Vives, Juanes, son proyectos mainstream que se conocen en el planeta completo, como señalan Catalina y Santiago, pero también, y gracias a ellos, los proyectos independientes colombianos, con propuestas sonoras más alternativas, empiezan a sonar con fuerza y a conseguir un público fiel en diferentes latitudes.

Cuando Monsieur Periné participó en el famoso formato Tiny Desk de NPR en 2016, sorprendieron principalmente dos cosas: su inspiración poco convencional («vienen del país de la cumbia afro-colombiana y de la salsa al estilo neoyorquino, pero han preferido los ritmos de la década de los 20 y el jazz liderado por la guitarra») y su diversa y amplia base de seguidores internacionales. «Las palabras no le hacen justicia a esta banda», afirmaba con muchísima razón la gente de Tiny Desk.

En Colombia, ellas también

Al respecto de su experiencia como mujer líder de banda, Catalina señala que, si bien el #MeToo no ha tenido el impacto en el mundo de la música que ha tenido en Hollywood, y que la industria en general y la sociedad colombiana en particular siguen siendo bastante machistas, se están abriendo no obstante espacios para estas nuevas generaciones de creadoras femeninas y feministas que no solo quieren hablar “del amor” sino que también quieren hablar de historia, de identidad, contar de dónde vienen, subirse en un escenario y ser escuchadas. De hecho los proyectos más fuertes están liderados por mujeres, es el caso de Liliana de Bomba Estéreo, y en el de Goyo de ChocQuibTown.

«Es bonito ver cómo las mujeres se han abierto paso a través de tantos obstáculos. Y no solamente en Colombia; en América Latina se siente eso. Y sin embargo, seguimos siendo muy pocas, y por esa misma razón es difícil abrirse paso y que nos respeten de verdad. Por más que muchos digan que el machismo es un mito, y el feminismo un discursito sin fuerza, esto finalmente está cambiando», sentencia Catalina.

Cómo, cuándo y dónde

A los chicos de Monsieur Periné, mientras esperamos ansiosos un concierto en solitario los pudimos ver junto a Carlos Vives el 24 de junio en las Noches del Botánico en Madrid y el 25 en el Poble Espanyol en Barcelona y, los veremos en los conciertos de Alejandro Fernández el 21 de julio en Valencia, el 27 de julio en Fuengirola y el 28 de julio en Granada.

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Actualización de fechas de 2019: 

Monsieur Periné se presentará el 21 de marzo en la mítica sala Joy Eslava de Madrid y el 22 de marzo en la Sala Bikini de Barcelona y prometen la fiesta tropical definitiva.