Los Sharks y los Jets se disputan el dominio de las calles del West Side neoyorquino en Madrid
Los Sharks, inmigrantes puertorriqueños, y los Jets, jóvenes nacidos en Estados Unidos nietos e hijos de europeos, se disputarán el dominio de las calles del West Side neoyorquino en el emblemático Teatro Calderón de Madrid.
1957. Winter Garden Theatre, Broadway. El Romeo y Julieta de Shakespeare se transporta a Nueva York para dar lugar a una de las mejores historias de amor de los musicales. West Side Story cambia la romántica Verona por los suburbios neoyorquinos, y a capuletos y montescos por dos bandas juveniles rivales testigos de una de las historias más emocionantes, bellas y relevantes del teatro musical. Con Leonard Bernstein y Stephen Sondheim a cargo de la partitura, Arthur Laurens al hilo del texto y Jerome Robbins al frente de las coreografías nacía un monstruo artístico galardonado con todos los premios existentes en el ámbito del teatro musical.
Desde entonces, West Side Story se ha representado ininterrumpidamente en todo el mundo dando lugar en el 61 a la película. Fue aquí cuando Natalie Wood (María), Richard Beymer (Tony) y Rita Moreno (Anita) llevaron el amor contemporáneo a todo el planeta con la necesidad de primar lo humano sobre el género, las fronteras y las razas. El filme ganó en 10 categorías de los premios Oscar convirtiéndose en la película musical más galardonada de la historia.
En España, corría el año 1996 cuando por primera vez se pudo ver sobre las tablas una producción del clásico. Fue en el teatro Tívoli de Barcelona, bajo la dirección de Ricard Reguant, y tomó como referencia la versión cinematográfica de 1961, que introducía cambios respecto a la obra original.
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2018. Teatro Calderón, Madrid. Coincidiendo con el centenario del nacimiento del músico Leonard Bernstein, compositor de la música, se estrena por primera vez en España la versión original íntegra de la obra que debutó en el Winter Garden Theatre de Broadway en 1957. De esta forma, los Sharks, inmigrantes puertorriqueños, y los Jets, jóvenes nacidos en Estados Unidos nietos e hijos de europeos, se disputarán el dominio de las calles del West Side neoyorquino en el emblemático Teatro Calderón de Madrid. «Cuando me ofrecieron dirigir West Side Story sentí que habían puesto el mundo en mis manos», cuenta a The Objective el argentino Federico Barrios, director de la obra, que se estrenará el próximo 3 de octubre. «Se siente muchísimo respeto al dirigir una obra así. Sentí mucho miedo al principio, pero después muchas ganas y energía. Me he sumergido al 100% en el musical, en el hito, para poder crear un clásico sobre el clásico».
Nos colamos en los ensayos de la obra. Un nerviosísimo Javier Ariano (Tony) y una dulce Talía del Val (María) interpretan la mítica Tonight acompañados al piano por el reconocido director musical Gaby Goldman. Sólo llevan tres semanas de ensayos, pero la complicidad ya se palpa entre ambos. Son más de ocho horas diarias en las que cada día, juntos, retroceden 71 años para convertirse en amantes y defender su amor contra una tragedia inevitable. Aún quedan muchas horas de entrenamiento y algo más de un mes para su estreno, pero todo apunta a que será el musical del año. «Tenemos que sorprender a un público para que venga a redescubrir West Side Story. Va a ser una versión muy interesante y actual», asegura Barrios.
Y es que versionar un clásico de estas dimensiones y hacerlo atractivo sin desviarse del origen es todo un reto no sólo para el argentino, que ha sido coreógrafo de obras como Hoy no me puedo levantar, Cabaret o Sonrisas y Lágrimas y cuenta con numerosos reconocimientos, sino también para los 35 artistas que a lo largo de 15 escenas dan vida a cada uno de los personajes del original del Broadway que marcó un hito tanto en la historia del teatro musical como del cine.
«Es una gran responsabilidad y un gran reto para nosotros. Pero todos estamos muy comprometidos para que el musical llegue al público», nos cuenta Javier Ariano quien, tras pasar un casting de más de 3.000 personas y cinco pruebas «durísimas», da vida al protagonista, Tony. «Es maravilloso poder ponerse en la piel de estos personajes porque defienden situaciones que a día de hoy aún siguen vigentes –como la inmigración– y es muy importante que el teatro sirva como reflejo de la sociedad ya que el público necesita ver una historia así para llegar a una reflexión».
Quizá sea esa la clave de su éxito y por la cual más de 70 años después sigue siendo uno de los musicales más importantes y representativos del teatro universal, ya que «lamentablemente la historia de la inmigración sigue existiendo, nos seguimos moviendo como seres humanos y sigue habiendo este miedo a lo desconocido», pero también por su escenografía y coreografía, «absolutamente maravillosa». Con un atrezzo que parece sacado de los mismísimos suburbios neoyorquinos que consta de tres pisos de escaleras de incendios negras, carteles envejecidos de la ruta 66 y rejas y luces de estación antigua, los 24 bailarines, mitad mujeres, mitad hombres, interpretan para un puñado de periodistas la escena del gimnasio del instituto. Un pedacito de la obra, aún muy viva y vigente, reflejo del gran monstruo musical que se estrenará el próximo 3 de octubre y que tiene todos los ingredientes para ser el musical del año.