6 razones por las que 'Heridas abiertas' es ya un clásico
Desde la historia hasta la dirección de Jean-Marc Vallée, pasando por las excelentes actuaciones de Amy Adams, Patricia Clarkson, Eliza Scanlen y Chris Messina, Heridas abiertas lo tiene todo.
Si no la has visto ¡hazlo ya! Y si la viste sabes de lo que hablamos. La miniserie de HBO es adictiva, interesante y genial. Te decimos por qué.
Ya terminó hace unos días, pero quien la haya visto sabe que Heridas abiertas (Sharp Objects) es de esas series que se queda contigo. ¿Por qué? ¿Qué tiene esta miniserie que se ha convertido en el éxito del verano con la audiencia y la crítica? Primero, describamos la trama y luego entraremos en las razones. Camille Preaker (Amy Adams) es una periodista de un periódico de Saint Louis a quien su jefe envía a su pequeño pueblo natal en Missouri, Wind Gap, a cubrir la desaparición de una adolescente (un año después de que otra apareciese asesinada). Camille no está muy feliz de volver a un lugar del que claramente huyó y volver a ver a su madre, con quien claramente no tiene una relación sana. Las condiciones están dadas para un verdadero drama.
Pero volvamos a por qué Heridas abiertas ha triunfado de la manera que lo ha hecho. Hay varias razones…
Una serie escrita por mujeres, protagonizada por mujeres, sobre mujeres
Sí, en estos tiempos no es raro ver series que tengan mujeres protagonistas, de hecho no es raro tampoco que haya más de una mujer y que su relación sea la central de la trama. Pero esto no significa que no sigan siendo importantes las series que tengan amplia presencia femenina, más cuando la tienen tras la cámara. Marti Noxon y Gillian Flynn (la autora de la novela en que se basa) son las creadoras detrás de los guiones y Adams es productora. Lo que esta representación genera es una historia que entiende las complejidades y oscuridades de las relaciones femeninas problemáticas y de las relaciones entre una madre complicada y sus hijas.
Amy Adams
Sí, Amy Adams es un tesoro de la actuación y eso se sabe (#UnOscarParaAmyAdams), en esta serie su interpretación de Camille es solo una muestra más de su talento y sensibilidad. Camille es un ser vulnerable y a la vez arisco, distante y anhelante y Adams la interpreta con una mezcla de distancia y emociones a flor de piel. Incluso su manera de hablar y de caminar son especiales para Camille. Y bueno, está también el hecho de que es productora –la primera vez que lo hace- y que su input ha sido parte de lo que ha hecho de esta miniserie algo memorable.
El resto del reparto
Patricia Clarkson brilla como la madre delicada y cruel de Camille y Eliza Scanlen se roba las escenas como la hermana menor de Camille, Amma. Elizabeth Perkins como la cariñosa y alcohólica vecina es una joya, Chris Messina es un detective que viene a ayudar en la investigación y es a la vez cercano y frío. El padrastro de las chicas es sutilmente perturbador, así como es lentamente indignante el incompetente y machista jefe de policía. Todos conforman un reparto excepcional.
Wind Gap
El lugar en que se desarrolla un misterio que es también un drama es importante y en Heridas abiertas es un personaje más. El pueblo de Wind Gap, que parece un pueblo como cualquier otro, pero que tiene fiestas ofensivamente machistas (hay una celebración que tiene como historia central la brutal violación de la esposa de un soldado del pueblo), tradiciones tácitas llenas de violencia contra las mujeres (solo acotar que hay una zona del bosque en que suceden horrores sin consecuencias) y habitantes perpetuamente alcoholizados, es un escenario perfecto para que tragedias como las de estas dos adolescentes pasen. Es también el lugar ideal para torturar a la atormentada Camille –su casa de la infancia, enorme, llena de terror gótico y de fantasmas de la memoria y la malrollera réplica de esa misma casa que tiene su hermana son especialmente culpables de esto- y lo es también para asfixiar al espectador: con el calor, los rumores, la violencia subterránea y esa sensación de horror que produce su pequeñez, su cerradez y su intención de aislarse del mundo en ideas retrógradas y peligrosas.
La reversión del género de la “chica muerta”
La violencia contra las mujeres, hermosos cadáveres desnudos y jóvenes de chicas asesinadas abundan en TV, es una marca fija de las series que siguen este género. Pero Heridas abiertas se salta ciertos básicos del patrón narrativo: en este caso, primero, encontrar al asesino es secundario al drama personal de los personajes, al drama familiar de estas tres generaciones de mujeres; y segundo, en este pueblo, aunque los ciegos y machistas hombres piensen otra cosa, todo indica desde el primer día que la asesina puede ser una mujer. Esta historia no es True Detective, parece más un desgarrador drama de Tennessee Williams que un misterio de asesinato. Y eso lo hace único… y cómo.
La dirección
Jean-Marc Vallée probó su genialidad tras la cámara con Big Little Lies, pero es en Heridas abiertas donde su estilo evocativo y su amor por la música resultan en una narrativa casi sublime. Insinuaciones de imagen, juegos de montaje, colores y encuadres, todo retrata la fragmentada y traumada memoria de Camille, su insistencia en olvidar sus dolores y a la vez no poder dejar nunca de verlos. Es un ejemplo visual como pocos del funcionamiento de la memoria y es una obra maestra.