Al-Mudayna: un recorrido por el Madrid árabe
Madrid (مجريط) es la única capital europea de origen y nombre árabes. Entre los años 860 y 880 la ciudad fue fundada por el emir Mühammad como enclave militar. Muhammad I de Córdoba (محمد بن عبد الرحمن الأوسط) fue emir independiente de al-Ándalus, hijo y sucesor de Abderramán II y miembro de la dinastía Omeya de Córdoba. Durante su gobierno, sufrió constantes revueltas y movimientos separatistas de los muladíes y mozárabes. La capital de España quiso recordar a su fundador con un parque a su nombre, justo enfrente de su muralla, muy próximo a la catedral de la Almudena, y construido con un diseño al más típico estilo de Al-Ándalus.
Madrid (مجريط) es la única capital europea de origen y nombre árabes. Pocas figuras hay más castizas en Madrid que la Virgen de la Almudena. Pero lo que no muchos saben es que su historia está estrechamente vinculada con el origen árabe de la ciudad. Su nombre deriva de Al-Mudayna (ciudadela) y fue adoptado para distinguirla de otras imágenes de la Virgen que existían en la ciudad. Se hizo así porque las tres leyendas sitúan su aparición en la colina amurallada donde se ubicaba el alcázar de Madrid –la primitiva fortaleza musulmana construida por el emir Mohamed I entre los años 850 y 886– y donde hoy se sitúan la Catedral y el Palacio Real. El lugar donde nació Madrid.
Te ofrecemos un recorrido por el Madrid árabe para descubrir algunos de los vestigios históricos que esta ciudad todavía guarda de su fundación, así como otras edificaciones más modernas en estilo neomudéjar y de inspiración árabe que posee.
La muralla árabe
Construida en el siglo IX durante el dominio andalusí, la muralla islámica de Madrid es el monumento en pie más antiguo de la ciudad. Se conserva un tramo de la muralla de más de 120 metros de longitud, con una altura máxima de 11,50 metros y un espesor de 2,60 metros en el que destacan varios torreones de planta cuadrangular. Envolvía un perímetro urbano de alrededor de 4 hectáreas de superficie, constituido por el alcázar y la almudaina, y los accesos se realizaban a través de las puertas de la Vega (al oeste), de Santa María (al este) y de la Sagra (al norte).
Sus restos más representativos se pueden contemplar en el parque del Emir Mohamed I, en las inmediaciones de la Cuesta de la Vega, junto al Palacio Real.
Museo de San Isidro
Son escasos los restos que nos han llegado del Madrid andalusí, pero una pequeña parte de ellos puede contemplarse en el Museo de San Isidro que recoge los vestigios recuperados en los tres yacimientos islámicos de Madrid: la Plaza de la Armería -sede del Alcázar-, la Cuesta de la Vega -que conserva parte de la muralla musulmana- y la Cava Baja /Plaza de los Carros – que demuestra la existencia de un arrabal en el exterior del recinto defensivo amurallado.
A pesar de que el museo no dedica una sala íntegra al Madrid árabe, conserva varias piezas cerámicas de entre los siglos IX al XI.
Las iglesias de San Pedro el Viejo y San Nicolás de los Servitas
En el corazón de La Morería madrileña – actualmente La Latina– el barrio en el que vivieron los musulmanes que construyeron las murallas de la Almudayna y que más tarde se convirtió en arrabal mudéjar (musulmanes bajo dominio cristiano), se levanta la esbelta torre mudéjar de la iglesia de San Pedro el Viejo. De planta cuadrada y enteramente de ladrillo, la torre de San Pedro mide 30 metros de altura y se caracteriza por la sencillez y la sobriedad en línea con el mudéjar toledano.
En el Madrid de los Austrias se erige la Torre mudéjar de San Nicolás de los Servitas, considerada como el monumento más antiguo de Madrid, con la excepción de los restos de la Muralla Árabe y la Atalaya Islámica. La decoración mudéjar no es exclusiva de la torre y puede apreciarse también en cuatro elementos del interior: las yeserías de la puerta de la sacristía, los dos arcos polilobulados del ábside y el arco triunfal del altar, considerado el mayor arco de herradura de España. Pero sobre todo destaca la armadura de la nave central que acoge el único artesonado mudéjar que se conserva en Madrid.
Casa y torre de los Lujanes
En plena Plaza de la Villa se encuentra la construcción civil más antigua de Madrid: La Casa y Torre de los Lujanes. Actualmente, la casa es la sede de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y la torre de la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País.
Edificada en mampostería y ladrillo, la torre reúne todos los elementos clásicos del mudéjar. No obstante, la verdadera joya del conjunto se encuentra en uno de los laterales de la casa, en la Calle del Codo, donde se encuentra la puerta que da acceso a la torre a través de un arco de herradura apuntado realizado en dovelas de piedra. En mejor estado se encuentra la otra puerta de arco de herradura de la que dispone el conjunto, localizada en la Casa de Álvaro de Luján y de mayores dimensiones.
Plaza de Las Ventas
Construida en 1931 en estilo neomudéjar y con azulejos pintados a mano, la Monumental Plaza de Las Ventas tiene una capacidad para 23.798 aficionados y un coso de 60 metros de diámetro, lo que la convierte en una de las plazas de toros más grandes del mundo. Su fachada es de ladrillo visto con decoraciones de cerámica vidriada que representan los escudos de todas las provincias españolas, salvo Ceuta y Melilla que en el momento de su construcción solo eran un protectorado español.
Casa Árabe
El edificio de las Escuelas Aguirre, que alberga a esta institución cultural, se edificó en en 1884 en estilo neomudéjar diseñado por Emilio Rodríguez Ayuso, coautor también de la antigua plaza de toros. En el año 2008, el Ayuntamiento de Madrid cedió el uso del espacio a la institución Casa Árabe.
Centro Cultural Islámico
Inaugurado en 1992 por el rey Juan Carlos I y el príncipe saudí Salman Abdelaziz, hermano del rey Fahd, la mezquita –la más grande de Europa– y el Centro Cultural fueron construidos con mármol blanco de Almería. El conjunto, de 12.000 metros cuadrados distribuidos en seis plantas, cuenta además de la mezquita con un colegio, una biblioteca (con fondos árabes, españoles, ingleses y franceses), dos salas de exposiciones, un museo, un auditorio, un gimnasio, las viviendas del director y el imán, un restaurante y una cafetería. Su financiación corrió a cargo de Arabia Saudí, que entregó 12 millones de euros para su construcción después de que el Ayuntamiento de Madrid cediera un solar al simbólico precio de una peseta.
En sus alrededores, se pueden encontrar numerosas tiendas de alimentación donde comprar ingredientes halal para elaborar los principales platos del Magreb y de Oriente Próximo.