Tintín cumple 90 años

Tintín, el reportero más famoso de Bélgica que, junto a su inseparable perro Milú y su amigo, el refunfuñón y malhablado capitán Archibaldo Haddock, ha compartido aventuras y desventuras con varias generaciones de lectores, cumple 90 años.

Desde que apareció la primera entrega el 10 de enero de 1929, Tintín en el país de los soviets, el periodista de aspecto aniñado con sus inseparables pantalones bombachos y gabardina ha recorrido el mundo de la mano de su creador, Georges Prosper Remi ‘Hergé’.

Bélgica venera la figura de Tintín y por eso, cada vez que se presenta la ocasión, como estos 90 años desde que comenzaron las andanzas del intrépido periodista, se viste de gala para conmemorar por todo lo alto a su más ilustre y famoso personaje de cómic, que ha sido llevado a la pantalla grande, incluso en tres dimensiones (El secreto del Unicornio) y se ha convertido en icono y objeto de coleccionistas.

Durante todo el año, uno puede adentrarse en el mundo de Tintín. Por ejemplo, en Bruselas hay una Galería Tintín©Hergé. El lugar perfecto para que los fanáticos del periodista aventurero se encuentren y discutan sobre su tema favorito. Los coleccionistas pueden admirar artículos excepcionales como bajorrelieves, litografías y una estatua de bronce de Tintín y Milú, su inseparable Fox Terrier.

Y en la localidad de Lovaina se encuentra el Museo Hergé. El visitante tiene la oportunidad adentrarse en la vida de uno de los mejores artistas del siglo XX, que ofrece una perspectiva integral a través de miles de fuentes relacionadas con la obra de Hergé. Claro que Tintín ocupa un lugar preferente, pero Hergé era mucho más que su famoso personaje.

«Más de 80 placas originales y 800 fotografías, documentos y objetos se han reunido bajo un mismo techo. El edificio fue diseñado y construido dentro del pintoresco entorno verde de Walloon Brabant, por el arquitecto Christian de Portzamparc: ¡un poco como un Grial escondido dentro de un bosque sagrado!», asegura el propio museo en su presentación.

90 años y 24 álbumes después, el reportero más famoso de la historia de la narrativa gráfica sigue despertando la admiración entre los numerosos estudiosos y artistas de todas las generaciones, y el asombro entre el público más joven. Es perceptible la evolución del personaje desde esas primeras viñetas, en blanco y negro, hasta las últimas de los años80 en color.

La publicación en color del primer volumen de la saga, Tintín en el país de los soviets, se realizó en 2017. Ahora se ha realizado una nueva edición del segundo tomo, Tintín en el Congo, ambientado en África en la época colonial, basada en planchas originales completamente restauradas y coloreadas con técnicas del siglo XXI con un estilo cercano al de su autor, informa Efe.

Más que un cómic de aventuras

Aparte de las aventuras del periodista y su Fox Terrier, y de esos otros personajes que forman parte ya del Mundo de Tintín, como los policías Hernández y Fernández, la cantante de ópera Castafiore, el profesor Tornasol y el ya mencionado capitán Haddock, la obra de Hergé fue toda una revelación ya que supuso el inicio de un estilo gráfico y narrativo inédito hasta entonces, la conocida como «línea clara», que creó tendencia e influyó en artistas como Edgar P. Jacobs, François Craenhals o el español Miguel Calatayud.

A través de una trayectoria de 54 años, en las que pasó del periódico Le Petit Vingtième al diario Le Soir durante la ocupación alemana en Bélgica entre 1940 y 1944, y en el posterior semanario Tintin, Hergé consiguió reflejar en cada volumen una parte de la historia del siglo XX, comenzando su publicación en color a partir de 1942 con el volumen La estrella misteriosa.

En efecto, a través de Tintín, el lector no sólo participa de la aventuras del periodista, sino que también conoce distintos momentos del siglo XX, como el colonialismo en África o la el régimen de la Unión Soviética; a través de Tintín el lector viaja a China, Egipto, India, Latinoamérica, Estados Unidos donde, por ejemplo, el periodista se encuentra con Al Capone, el gángster más famoso de Chicago en los años 30. Las historias sirvieron también a Hergé para denunciar el racismo y el colonialismo (El loto azul). Historias todas ellas bien ambientadas, según los estudiosos de la obra del autor belga.

El universo de Tintín supera con creces el papel, con 250 millones de ejemplares vendidos y traducidos a 120 idiomas, y ha llegado al teatro, el cine, ha sido objeto de numerosas exposiciones y subastas de productos relacionados con este icono belga que a sus 90 años sigue siendo un joven reportero capaz de viajar incluso a la Luna y de correr grandes penalidades siempre acompañado de su fiel Milú.

Hergé falleció en 1986 y Casterman, editorial que posee los derechos de autor, y la Fundación Hergé, publicaron de forma póstuma Tintín y el Arte-Alfa, que el autor dejó inacabado. Aunque en principio se barajó la posibilidad de finalizarlo, su viuda y principal heredera decidió que se publicase como estaba.