La corrupción es adictiva: series y películas que ver si alucinaste con 'El reino'

El éxito de El reino ante la Academia de Cine española, que ha reconocido a la película producida por Atresmedia con siete galardones en los Goya, nos deja dos verdades. La primera, que Rodrigo Sorogoyen es un autor magnífico –como lo han sabido valorar igualmente en Estados Unidos, donde su cortometraje Madre figura entre los candidatos para el Oscar–; la segunda, que el cine sobre corrupción política, donde se muestra el lado oscuro del ser humano –la codicia, la misantropía, el egoísmo–, es un subgénero que funciona muy bien comercialmente.

Aquí traemos una lista de títulos contemporáneos, tanto series como películas, tanto españolas como extranjeras, donde poder, corrupción y política se entremezclan.

El hombre de las mil caras (2016)

Francisco Paesa es, probablemente, el mayor farsante de la historia reciente de España. Un agente secreto que trabajó en las cloacas del Estado, siempre rodeado de criminales. Hasta que se metió es un asunto demasiado oscuro. Arruinado, recibe el encargo de Luis Roldán, ex director general de Guardia Civil, de proteger 1.500 millones de pesetas de entonces –unos 9 millones de euros– que se apropió de los fondos reservados del cuerpo. La película, dirigida por Alberto Rodríguez, narra una aventura aparentemente imposible que sigue con bastante fidelidad un escándalo de corrupción que destapó en su momento el diario El Mundo.

Vice (2018)

Dick Cheney es el claro ejemplo de que un hombre mediocre y frustrado puede llegar a la cúpula del poder siempre que sepa valerse del talento ajeno. ¿Cuáles las brechas de la democracia del país más poderoso del mundo para que alguien como él tomara sus riendas? Nos quedan un poco más claras después de ver esta película.

Crematorio (2011)

Rafael Chirbes, con su novela homónima, entusiasmó tanto a los productores de Canal+ que se lanzaron a trasladarla a la televisión. ¿El argumento? Un empresario de la agricultura tiene como objetivo ganar muchos millones con la construcción en plena burbuja. Lo hará a cualquier precio y ningún concejal será lo suficientemente caro para que se escape de su radar.

Il divo (2008)

Una historia que demuestra que con la Justicia, a veces, no alcanza. Sorrentino llevó a la pantalla la vida política de Giulio Andreotti, quien fue jefe del Gobierno en Italia hasta en siete ocasiones. Trataron de procesarle por sus lazos con el crimen organizado, pero los cargos no prosperaron: fue absuelto por falta de pruebas.

El capital (2012)

Debemos saber de antemano que Costa-Gavras siempre ha desconfiado del capitalismo, que siempre sale mal parado en sus retratos cinematográficos. En esta ocasión tampoco se escapa. En Le capital cuenta la historia de un empleado de banca que es capaz de todo por llegar a la cúpula. De hecho, no le importa que haya estallado una crisis económica que hunde a millones de personas en todo el mundo. Tampoco se libran sus familiares de esta circunstancia. Nada más lejos de la realidad: le sirve como oportunidad única de éxito, como un trampolín con vía directa a la élite financiera europea.

Túnel de corrupción (2018)

¿Qué producto, además de la cocaína, ha comprado más almas en Latinoamérica? El petróleo. En esta ficción de Netflix, repartida en ocho episodios, se refleja hasta qué punto la corrupción puede gobernar nuestras vidas cuando el mismo Gobierno, democráticamente elegido, entra en una espiral de corrupción que destruye todo a su paso. La propia productora habla de esta trama real, una reconstrucción del caso Lava Jato, como el caso de corrupción más grande de la historia.

La sombra del poder (2009)

Una cinta llena de giros, capaz de sorprender. En su narración, se desarrollan paralelamente dos personajes: un periodista instintivo e incisivo que conoce a pulso lo que se cuece en el poder y un político atractivo e inteligente que irrumpe como el tipo ideal para ocupar el Despacho Oval. A los dos los une una amistad con raíces en la infancia, aunque el asesinato de la ayudante del congresista pone esta relación contra las cuerdas. Es en este momento cuando salen a relucir los hilos invisibles del poder.