El rock no ha muerto: más allá del trap y el reggaeton, Metallica arrasa en Madrid
La banda californiana congrega a 123.000 en sus dos conciertos en España
Que Metallica es una de las bandas de rock más famosas de la historia de la música es un hecho. Aunque, en una época en la que el trap y el reggeaton lideran las listas de éxitos en España, es casi sorprendente que un grupo de trash metal consiga reunir a 68.000 personas en un concierto en Madrid. Sin embargo, Metallica lo ha conseguido.
La banda californiana hace parada en España con dos macroconciertos, uno el 3 de mayo en la capital, el más grande que han dado en el país, y el otro al día siguiente, el día 4, en Barcelona. Al espectáculo de la cuidad condal acudirán 55.000 personas. Haciendo cuentas, entre las dos ciudades suman 123.000 almas listas para dejarse la garganta con cada uno de sus éxitos, casi nada.
“Estamos literalmente a tomar por culo”, comenta uno de los asistentes al concierto. Tal es el poder de congregación de la banda californiana, que en Madrid se ha tenido que recurrir al recinto donde se celebra el festival Mad Cool, en Ifema, donde el aforo máximo para otros eventos es de 75.000 personas. Otros grandes recintos, como el estadio Wanda Metropolitano, donde el aforo es de unas 67.000 personas, se habrían quedado cortos.
El viaje, de unos 45 minutos desde la Puerta del Sol siendo optimistas, se convierte en toda una peregrinación metalera donde el negro es el color estrella. Sin embargo, poco importa tener que hacer transbordos o que los trenes estén abarrotados, el ambiente es festivo a más no poder. Tanto es así, que dentro del propio cercanías comienzan a verse los primeros minis de calimocho y latas de cerveza, las bebidas por excelencia de todo rockero que se precie. Solo en los tornos de la estación de Valdebebas se rompe el buen rollo, cuando una larga cola provoca los pitidos de cientos de rockeros impacientes por ver a su banda favorita. «Aquí hay más gente que en la guerra», asegura una voz entre la multitud.
Una vez pasado el momento más agobiante, vuelve la fiesta. Mientras algunos asistentes buscan una sombra para empezar su particular botellón, otros se apresuran para entrar en el recinto. La banda noruega Bokassa ya ha comenzado a tocar, y les siguen los suecos Ghost. Algunos no quieren perderse ni a los teloneros.
La media de edad del público no es la que suele verse en el recinto, la mayoría de los espectadores supera los 40 años, algo lógico teniendo en cuenta que Metallica lleva visitando España 38 años. Sin embargo, entre la multitud hay también familias y gente joven. Uno de esos jóvenes es José Manuel. Es la primera vez que va a un concierto de la banda californiana, pero lleva siguiéndoles desde que era un niño. «Desde pequeño siempre me ha gustado, gracias a mi hermano también, que es el que me introdujo en el mundo del rock, y Metallica es el primer gran grupo que me gustó», confiesa.
Otra primeriza es Carola, quien descubrió el rock hace nueve años cuando se casó. «Desde que conocí el mundo del rock me ha encantado todo, la música, las letras y la virtuosidad que se busca con la batería y la guitarra», asegura.
Metallica es uno de esos grupos legendarios por sus directos y la expectación es máxima. «Espero fuegos artificiales y serpentinas por todas partes», dice Ernesto mientras abraza su lata de Alhambra para demostrar que viene desde Granada.
«Metallica es el heavy y el metal, un dios de la música«, así define Ignacio al grupo encabezado por Lars Ulrich y James Hetfield. Ambos artistas, de 55 años, siguen demostrando con conciertos tan multitudinarios como el de Madrid que, a pesar de que las listas de éxitos digan lo contrario, el rock no ha muerto.
