Michael Jackson, el icono eterno al que la polémica persigue hasta después de muerto
Michael Jackson cumpliría 60 años en 2018 si no hubiera fallecido el 25 de junio de 2009. El eterno rey del pop, que nació con un par de semanas de diferencia que la reina, Madonna, sigue generando dinero y polémica incluso después de muerto.
Michael Jackson habría cumplido 60 años en 2018 si no hubiera fallecido el 25 de junio de 2009. El eterno rey del pop, que nació con un par de semanas de diferencia que la reina, Madonna, sigue generando dinero y polémica incluso después de muerto.
Michael, el octavo de los diez hijos de la familia Jackson, nació en 1958 en el seno de una estirpe de músicos, al menos por parte materna. Su madre tocaba el clarinete y el piano, y sus hermanos tenían un talento innato que más tarde pudieron mostrar, de la mano de Michael, en los memorables Jackson 5. La relación con su padre –quien no permitía a Michael que le llamara «papá», sino por su nombre de pila, Joseph– fue controvertida –algo que cabe mencionar, ahora que gracias a la historia de Luis Miguel el papel de los progenitores de jóvenes artistas está bajo la lupa–. No fue la idílica relación entre padre e hijo. Joseph, exboxeador, fue la viva imagen de la disciplina y la dureza de carácter. Tanto que el propio rey del pop llegó a admitir que sufrió abusos físicos y verbales durante su infancia, algo que algunos expertos consideran el germen de su actitud insegura e infantil durante la edad adulta.
Con apenas cinco años, Michael saltó a los escenarios y a una fama tempranísima –que llegaría algo más tarde, a los 10 años– junto con cuatro de sus hermanos, Jackie, Tito, Jermaine y Marlon. “Tanto mamá como papá sabían que la música era una forma de mantener a la familia unida en un vecindario donde las bandas reclutaban a chicos de la edad de mis hermanos”, contó Jackson más tarde. Sin olvidar de dónde venía, un barrio humilde y marginal de Chicago, Michael destacó enseguida de entre el resto de sus hermanos. Entonces comenzó a construir el mito que es hoy en día.
Un icono eterno
El ahora apodado rey del pop tuvo que combatir prejuicios y dejar atrás su carrera con sus hermanos. Su éxito en solitario lo fue cociendo a fuego lento y a golpe de pasos de baile durante la segunda mitad de la década de los 70, buscando desmarcarse de su carrera previa con la banda infantil. No fue hasta finales de 1982, con la publicación de Thriller, que el ya exitoso Michael Jackson se convirtiera en un astro global. Thriller fue el álbum más vendido de 1983 y hasta hace muy poquito ha sido considerado el más vendido de la historia en Estados Unidos. Fue además el primer álbum en tener siete sencillos top 10 en el Billboard Hot 100, incluyendo Billie Jean, Beat It y Wanna Be Startin’ Somethin. El videoclip de Thriller es una de las joyas de este género, y en la época supuso un auténtico revés en la industria.
Durante la época dorada, todo el mundo quería colaborar con él, pero solo los grandes de verdad lo lograron, como nombres de la talla de Mick Jagger, Paul McCartney, Freddie Mercury o Stevie Wonder. Fue precisamente esa época dorada, la de los años 80, la que labró el icono que es hoy. Gracias, en parte, a sus peculiares movimientos, como el moonwalk. También entonces surgieron, y como es natural en toda superestrella, sus escándalos más sonados, que lo persiguieron hasta incluso después de su muerte.
Perseguido por la polémica hasta después de su muerte
Obvios cambios estéticos –mascarillas mediantes–, extraños hábitos a la hora de dormir, acusaciones de abusos a menores –de las que a duras penas fue absuelto–, el nacimiento de su tercer hijo, Prince Michael II –y su peligroso momento en el balcón– y su adicción a diversas sustancias marcaron las portadas de muchos tabloides y definitivamente el declive de su carrera. El escándalo le ha perseguido incluso en 2018, 9 años después de su muerte.
Michael Jackson es el artista fallecido que más dinero ha ganado en los últimos 12 meses: sus discos recaudaron 825 millones de dólares, según Forbes, y esto parece despertar la avaricia de algunos que no dudan en hacer trampas para hacer más dinero. En 2018 llegó el último de los escándalos relacionados con el rey del pop. Familia y fans han denunciado públicamente que la voz de algunas de las canciones recogidas por Epic Records, propiedad de Sony Music, en el disco póstumo Michael (2010) no es la de Michael Jackson. De ser cierto, han falseado la voz de quien marcó el antes y el después de la música popular, quien se adelantó al cambio de siglo a golpe de cadera y beat, de quien con una veintena de discos a sus espaldas es el icono eterno del pop. Y es que hay voces irrepetibles.