'Kind Words': la empatía como motor de juego
A veces necesitamos pararnos, respirar hondo y encontrar un lugar para recomponernos. ‘Kind Words’, de Popcannibal, es un juego diferente que nos ofrece una experiencia basada en la empatía.
Todos necesitamos encontrar nuestro lugar seguro. Ese en el que descansar de las preocupaciones, las urgencias del día a día, del memento mori que nos asalta a veces desde esquinas insospechadas de nuestra mente. Puede que sea un sitio físico, una persona, o tal vez una afición a la que nos dedicamos en cuerpo y alma hasta sentirnos parte de ese flow que nos aleja del mundanal ruido. Muchas personas se sirven del mundo online para ello: no siempre es fácil encontrar ese reposo en las personas o lugares que tenemos cercanos, y la ruptura de limitaciones físicas que ofrece Internet nos ha abierto todo un mundo de posibilidades. Sin embargo, existe una realidad menos amable, ya lo sabemos. Internet es capaz de lo mejor y de lo peor, y del mismo modo que muchas personas han sido capaces de realizarse y encontrar su lugar gracias a él, también puede convertirse en un lodazal de hostilidad y odio exacerbado hacia lo diferente. Lo vemos en las redes a diario, y en gran medida en muchas comunidades de juegos online.
I suspected people are kind at heart. The early evidence is encouraging… https://t.co/VoU2HGtWKy
— Ziba (@popcannibal) August 2, 2019
Esta cara tóxica, a menudo, parece ser la que destaca frente a todo lo demás. Puede llegar a ser agotadora y a desgastarnos; nos drena la energía y el ánimo para adentrarnos en una comunidad o conocer nuevas personas. En un contexto así, ¿merece la pena seguir buscando nuestro lugar seguro a través de la esfera virtual? ¿Existe alguno, acaso, que se libre de esa erosión? Esta fue la pregunta que se hicieron Ziba Scott y Luigi Guatieri, los dos miembros del estudio independiente de videojuegos Popcannibal, al reflexionar no solo sobre una realidad tan amplia como la de Internet sino sobre el contexto sociopolítico en el que se encuentra inmerso su país, Estados Unidos. “La gente está siendo cruel de modo salvaje”, dice Scott en una entrevista concedida a la web especializada Polygon. “Así que hacemos lo que podemos para dar a la gente un lugar positivo en el que recibir consuelo, trabajar la empatía, y contemplar cuán necesitados estamos de compasión”.
Con esta premisa en mente, Popcannibal nos ofrece el título Kind Words, disponible para PC a través de Steam. Es complicado considerarlo un juego en sí, si nos atenemos a lo que esperaríamos de este término. No existe un reto real, y la gamificación de la mecánica, basada en obtener coleccionables y pistas de música lo-fi, es muy discreta. Kind Words nos sumerge en un universo propio de estética tranquila y relajada: todo es low, desde el aspecto gráfico elegido hasta la banda sonora. Nuestro espacio de juego es una habitación con apenas unos cuantos enseres, un escritorio y una ventana. Nuestro objetivo es bien sencillo: leer cartas anónimas de otros usuarios reales y responderlas, pero siempre con la intención de ofrecer apoyo, consejo o consuelo.
También nosotros podemos escribir nuestras propias cartas y recibir las respuestas de otras personas atendiendo a nuestros problemas o consultas, sin que se revelen jamás sus nombres. Además, también tenemos la opción de redactar mensajes de ánimo o compartir frases motivadoras en aviones de papel, que lanzaremos como quien arroja una botella al mar. Los veremos revolotear a nuestro alrededor, en esa nebulosa que rodea nuestra pequeña habitación, y podremos cazarlos y leerlos para recibir una dosis de positividad sin más.
Kind Words se concibe, por tanto, como un espacio seguro en el que desahogarnos o buscar apoyo, amparados en ese anonimato que a menudo trae más sinsabores que alegrías en Internet. Seguro que muchos habéis pensado esto precisamente: ¿qué evita que este juego se convierta, como tantas otras páginas, foros y redes, en un nido de trolls y haters deseosos de expandir su bilis por el mero placer de hace daño? Popcannibal tiene muy presente este riesgo, y para ello asegura ejercer una labor de monitorización constante, incisiva y estricta, que elimine de inmediato cualquier respuesta que se salga de lo deseado; del mismo modo, también revisa las interacciones para evitar que se comparta información personal o sensible. La propia vigilancia de la comunidad también ayuda, tanto en el propio juego como en la plataforma de chat Discord: como usuarios, podemos reportar cualquier mensaje que consideremos inadecuado. Por el momento, cuando ha pasado poco más de un mes desde su lanzamiento comercial, parece que el objetivo se cumple. Pese a que algún youtuber ha mostrado casos puntuales de mensajes malintencionados, es sorprendente comprobar que la inmensa mayoría de los que encontramos se ajustan al objetivo del juego.
Hay quien utiliza Kind Words para tratar de encontrar personas afines a un problema personal, obtener consejos frente a una situación compleja, o simplemente para sacar afuera algo que les reconcome, sin el peso de la vergüenza o la culpa. Y esa misma libertad se traspasa a quienes contestan: nunca sabemos cuándo una palabra de aliento, por insignificante que nos parezca, puede suponer un mundo nuevo para un desconocido que nos está abriendo su alma. Para nosotros puede suponer tan solo un minuto, el tiempo de contestar una de estas cartas; para el receptor, tal vez, represente una inyección de ánimo que le ayude a seguir adelante. Porque, al final, la misión de nuestro lugar seguro es la de recomponernos de cara al mundo real. “Kind Words está pensado para hacerte sentir bien, pero no es escapismo”, reflexiona Scott en Polygon. “Se trata de curarte y curar a otros”.
Aunque a veces nos parezca imposible, sobre todo cuando contemplamos la toxicidad creciente en muchas comunidades online y títulos multijugador, todavía existen espacios donde la ayuda mutua es el motor, sin esperar ninguna recompensa a cambio. Tan solo por el deseo de ser útil y de sentir esa conexión a través de la empatía, que todos necesitamos como seres humanos en un momento u otro de nuestras vidas.
Kind Words es, por el momento, uno de esos espacios extradiegéticos únicos, donde la amabilidad se encuentra por encima de todo. Las casi 50.000 cartas enviadas en todo este tiempo demuestran que no son pocos quienes aprecian esta clase de refugios; esperemos que siga siendo una fortaleza inexpugnable, resistente frente a los embates del odio, durante mucho tiempo.