'La chica salvaje', el fenómeno literario del año en EEUU ya no es un secreto en España
La editorial Ático de los Libros trae a nuestro país la novela naturalista de Delia Owens que ha vendido tres millones de ejemplares al otro lado del Atlántico
¿Cuánto tiempo lleva escribir un libro? A menudo el autor responde “toda una vida” y salva el apuro, con la risa por dentro, mintiendo a medias. Solo que en el caso de Delia Owens es cierto: a ella escribir este libro le llevó toda una vida. 70 años. La chica salvaje –traducción comercial del precioso título Where the Crawdads Sing, que vendría a ser Donde cantan los cangrejos– llega a España de la mano de Ático de los Libros y después de una alfombra dorada en Estados Unidos. Hablamos de un auténtico best-seller, nada menos que la novela más vendida –tal vez la más leída– del año en su país con tres millones de ejemplares.
La soledad es su punto de partida. Una niña ve partir primero a su madre, luego a un hermano y otro hasta que no queda nadie, salvo su padre, un veterano de guerra lisiado y herido por unos traumas irreparables. Pero incluso el padre abandona a la niña. Aquel tipo agrio y colérico apenas proporcionó a la pequeña Kya un par de momentos dulces. La niña va creciendo con la ayuda de nadie, absolutamente sola, únicamente acompañada de los animales que habitan la marisma que rodea la cabaña familiar y de un runrún que circula en el pueblo: ¿quién es la chica salvaje que subsiste lejos de todo?
La soledad es el punto de partida y viene acompañado de las primeras veces: el amor adolescente hacia Tate, el deseo irrefrenable por Chase, la amistad incondicional del tendero Jumpin’ y su esposa. La novela avanza así: entre saltos temporales, con un ambiente genuinamente rústico y americano, con el olor húmedo de la vegetación en la costa. Toda la obra respira vegetación y aventura, amor hacia la naturaleza y los animales y en ocasiones hacia el ser humano, que no tiene competidor en su crueldad. Claudia Casanova, editora de Ático, resume con acierto el espíritu de la obra: “Delia Owens escribe con maestría de la vida, la soledad, el sexo y de la necesidad que todos tenemos de pertenecer a una comunidad”.
Ante la ausencia de cualquier tipo de comunidad o familia, Kya tuvo que arreglárselas como pudo: no fue a la escuela, pero aprendió a leer con los libros de Tate; comenzó a coleccionar conchas y terminó por convertirse en una experta naturalista. Las sorpresas trágicas de la novela suceden más adelante, a modo de thriller.
El retrato de aquella América profunda de los cincuenta y sesenta, con sus odios irracionales, el racismo en vena, la discriminación del distinto… revive en cada línea. Delia Owens sabe perfectamente sobre qué escribe: el lugar en que nació y la vida que escogió tener, esa vida que cierra un círculo bien trazado con la publicación de un libro que despierta devoción en miles de lectores. Como la actriz Reese Witherspoon, que pretende llevar su historia a las salas de cine. “Me encantó cuando la leí”, contó la coprotagonista de En la cuerda floja, “estoy emocionada por tener la oportunidad de llevarla a la gran pantalla”.
Delia Owens esperó 70 años para publicar su primera novela, pero no estuvo de brazos cruzados mientras tanto: vivió dos décadas en África, convivió con leones, aprendió de sus instintos, observó a las hienas que se acercaban hasta su campamento, descubrió el poder de las hembras sobre las manadas, socorrió elefantes. El amor por la naturaleza ha vertebrado su vida; no es ningún secreto que hay mucho de Delia en Kya. Han sido 70 años de silencio literario, pero promete que no será así a partir de ahora: quiere seguir escribiendo, “especialmente misterios que exploran cómo nuestro pasado evolutivo en las sabanas influyó en nuestro comportamiento actual en un mundo menos salvaje”.