Male di Miele: "La poesía es un arte que se tiene que adaptar al tiempo de ahora"
La joven poeta combina aforismos y poesía, abordando seis emociones universales, una cada domingo
Male di Miele es el pseudónimo que da voz a una joven nacida en Vigo: Marta Soliño. Con casi 22 años, es la creadora de la cuenta de Instagram «Male Di Miele» y la autora de Reinventarse un domingo. Su primer libro, publicado el pasado 9 de marzo, y también su primer éxito.
En 2016, durante su primer año de universidad, comenzó a escribir un blog de poesía. Tres años más tarde, decidió dar a conocer el contenido mediante Instagram y, en menos de un año, ha conseguido alcanzar la fama a través de sus poemas.
Sus publicaciones son una combinación de aforismos y poesía. Aforismos que analizan excusas, contradicciones, atrocidades y placeres y poemas que surgen desde hace años y que abordan seis emociones universales, una por cada domingo: miedo, asco, tristeza, ira, sorpresa y alegría.
«Al principio utilizaba el blog de forma personal, me daba vergüenza y no pretendía llegar a mucha gente, mi intención era publicarlo para mis amigos». Tres años más tarde decidió probar suerte en Instagram: «Me creé la cuenta en Instagram para adaptarme básicamente. Fui consciente de que el blog estaba obsoleto y que no iba a llegar a ningún lado», explica.
Instagram cobra un peso enorme en la trayectoria de la poeta. «La importancia que ha tenido explica absolutamente todo. Si he escrito un libro y me he hecho viral ha sido gracias a Instagram«, dice.
En el momento en el que comenzaron a subir sus seguidores –más de 471.000 en estos momentos–, Valparaiso Ediciones llamó a su puerta. «Todo el contacto fue a través de Instagram. El coordinador me preguntó si tenía pensado escribir un libro y me planteó la posibilidad de firmar con ellos».
Igual que Rupi Kaur o Elvira Sastre, Male di Miele pertenece a la nueva generación de jóvenes poetas que están rediseñando el modo de hacer poesía. «Se podría decir que yo también formo parte de los #instapoets, al fin y al cabo si llego a la gente es porque he creado un formato que es muy compartible y se adapta a Instagram», continúa.
Sus creaciones no son del todo autobiográficas. A pesar de que la mitad de lo que escribe tiene un gran componente personal, el otro 50% es fruto de la ficción y la imaginación.
Male di Miele procura ir recolectando ideas. «Me inspira algo que leo, veo o siento y lo anoto. Si en ese momento soy capaz de escribir el poema lo hago. Si no, lo dejo anotado. Si a las 4:00 de la mañana tengo una idea, la tengo que apuntar en el móvil para que no se me olvide», cuenta.
Juan Ramón Jimenez, entre otros, escribía siempre para la minoría. La joven de sonrisa amplia y mirada risueña nos dice que no tiene un público objetivo: «Yo quiero llegar a la gente que tiene curiosidad por leerme y le gusta. No busco una cantidad. Quiero llegar a la gente que le guste, lo valore y tenga curiosidad por leerlo«.
Le inspiran sus escritores favoritos. Habla de Neruda, pero sobre todo nos transmite su predilección por Mario Benedetti. Marta Soliño confiesa que no es únicamente la lectura de autores clásicos lo que le proporciona inspiración, también la encuentra a través de elementos banales y cotidianos. «Voy por la calle, pasa algo, veo algo y es, justamente ese momento, el que me da la pista sobre mi próximo aforismo, o la idea para mi próximo poema«, cuenta.
Anota todo en el móvil para que no se le olvide, y el éxito de su Instagram; los aforismos, los escribe siempre a través de su teléfono. Sin embargo, a la hora de escribir poemas, los escribe a mano y en papel.
Los críticos y expertos de la poesía clásica –tal y como la hemos conocido hasta ahora– sienten poco aprecio por este tipo de producción, ya que, según ellos, no es auténtica poesía y muchos afirman ver un simple desahogo sentimental de expresión infantil. Pero, lejos de verlo como pura ingenuidad banal del libro de autoayuda, Male di Miele se muestra en contra de encajar la poesía como algo concreto.
«Al principio era la primera que no apreciaba lo que escribía yo, como lo que escribía Neruda, por ejemplo. Pero la poesía es un arte que se debe adaptar al tiempo de ahora. Yo no escribo como Pablo Neruda, pero a día de hoy tiene el mismo valor», explica.
Para ella, no existe una definición absoluta de este arte. «Nadie nunca va a saber decir a ciencia cierta si lo que estoy haciendo es realmente poesía. Sin duda, hay cosas que se asemejan más y otras que menos. Pero todo es muy relativo«.
Nos confiesa que los poemas que escribe sí los considera poesía, pero que los aforismos no. «El contenido del blog sí lo es. Se asemeja a lo que leo».
A Marta le gustaría poder continuar con Male di Miele. «Me gustaría crear una marca con el pseudónimo. No lo tengo muy claro, pero lo iré viendo», cuenta cuando hablamos sobre sus planes de futuro. «Sobre todo, me encantaría escribir un segundo libro. Por lo demás, me gustaría que todo continuara igual, manteniendo mi cuenta».
La autora de Male di Miele concluye riéndose mientras charlamos sobre la posibilidad de dedicarse a la poesía. «Me gustaría, pero no puedes dedicarte exclusivamente a esto, no vas a comer«.