2021: El año en el que la danza espera poner fin a esta odisea
El mundo de la danza vive su Día Internacional más atípico por la crisis del coronavirus
Toca pensar en el Día Internacional de la Danza, pero no en el de 2020, sino en el 2021, porque si bien este año los bailarines y bailarinas, ese «ejército de pensadores furiosos», lo vivirán encerrados en casa, el que viene lo harán «juntos, más solidarios» e impregnando de arte cada rincón de la ciudad.
«Nuestra danza debe más que nunca dar una poderosa señal a los líderes mundiales, a quienes se les ha confiado la salvaguarda y mejora de las condiciones humanas, de que somos un ejército de pensadores furiosos y que nos esforzamos por cambiar el mundo paso a paso», señala el autor del manifiesto de este año del Día de la Danza, el sudafricano Gregory Vuyani Maqoma. En una «era posthumana», en la que el mundo está atravesando «tragedias inimaginables», el bailarín, coreógrafo, docente y actor asegura que su desafío es proporcionar una «curación tan desesperadamente necesaria» a través de «una sola danza, invencible e indivisible».
El director del Ballet Nacional de España (BNE), Rubén Olmos; de la Compañía Nacional de Danza (CND), Joaquín de Luz; de sus predecesores en esos puestos, Antonio Najarro y José Carlos Martínez, respectivamente; la directora de Teatros del Canal, Blanca Li; la directora de la Fundación Antonio Gades, Eugenia Eiriz, la bailaora y coreógrafa Eva Yerbabuena y el bailarín Sergio Bernal, explican a EFE cómo ven el futuro tras el coronavirus.
El bailarín y coreógrafo Joaquín de Luz recuerda que «absolutamente todo en el universo es danza, desde nuestros ritmos biológicos hasta las mareas» y por eso considera «perdido» un día en el que no haya bailado al menos una vez.
«No vivimos la vida, la vida nos vive y nos dicta con su impredecible coreografía, ahora nos toca bailar bajo la tormenta, pero al salir compartiremos y bailaremos juntos. Es imposible predecir como celebraremos y cómo estaremos el Día Internacional de la Danza del año que viene, pero sí que espero que lo hagamos juntos, más solidarios, impregnando de arte centros culturales, teatros y la ciudad en general», afirma.
Un deseo que comparte con su predecesor, el también bailarín y coreógrafo José Carlos Martínez, quien está seguro de que esta crisis que «ha encerrado a todos en casa» está sirviendo para hacernos «aún más fuertes». «Creo que de aquí a un año, cuando llegue el Día de la Danza, habremos salido de casa, habremos, a lo mejor, vuelto, pero este confinamiento nos ha servido para darnos cuenta cómo estamos unidos todos los bailarines y la fuerza que hay«.
Se refiere a esos ensayos colectivos que los bailarines están haciendo telemáticamente, unas sesiones que les harán «estar listos para llenar los teatros de arte», aunque si no se puede bailar en los espacios artísticos Martínez avisa: «se bailará en la calle». Espera que esta situación sirva para que los políticos estén, «de verdad, a la escucha de las necesidades del colectivo de la danza, porque sin esa ayuda va a ser difícil seguir adelante«.
Y mirar al futuro es lo que hace también Eugenia Eiriz, directora la Fundación Antonio Gades, porque en 2021, tal día como mañana, espera que su compañía esté en el Teatro Circo de Albacete. «Seremos parte de una sociedad distinta que ha librado una batalla tremenda, recordaremos a los que se han ido (…) Y estoy segura de que tampoco dejaremos a nuestros artistas en el abandono, porque ellos también han estado con su trabajo llevando consuelo a nuestras casas en estos momentos de terrible desconcierto«.
El director del BNE, Rubén Olmo, manda un mensaje de «ánimo y de esperanza» en este día, un día que espera que sea distinto al que celebrarán en 2021, cuando puedan vivirlo «con una gran gala, como se merece la danza».
La bailaora y coreógrafa Eva Yerbabuena cree que el Día de la Danza de 2021 será «maravilloso» porque «estamos teniendo tiempo para reflexionar, pensar y de darnos cuenta de lo importante que es estar unidos y esta situación tan delicada nos va a ayudar a crecer a todos y a leventar los brazos. Será un antes y un después a un nivel artístico y personal», pronostica. Para Antonio Najarro, ex director del BNE, todo el sector de las artes escénicas y la danza en particular han sido «absolutamente generosas» llevadas por «una necesidad de querer hacer un poquito mejor la vida de todo el mundo confinado». Las instituciones, dice, deben ser «conscientes» de que «la sensibilidad y la emoción son necesarias» porque «hacen evolucionar y vuelven más inteligente y culta a la sociedad».
Blanca Li, directora de los Teatros del Canal de Madrid, felicita a todos los profesionales que, presume, estarán ensayando y bailando en sus casas y espera que dentro de un año se pueda celebrar la jornada «todos juntos, en salas de espectáculos»: «mientras tanto -propone al público- podéis disfrutar desde casa viendo los maravillosos espectáculos que se encuentran en las redes».
El bailarín clásico Sergio Bernal está convencido de que el Día de la Danza de 2021 tendrá «más magia que nunca» porque los artistas «están deseando volver a pisar los escenarios», las mismas ganas del público de «volver a emocionarse, a sentir el arte y la belleza». «Este es un año para mejorar nuestro sector, nuestro tejido empresarial, nuestra industrias y nuestras compañías de la danza y el teatro. Pero sin duda la danza y el arte siempre va a permanecer», añade.