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Cultura

A medio gas: así ha sido el primer festival de música en un autocine

Así ha sido el primer festival de música en un autocine en España. ¿Nos lleva la nueva normalidad hacia conciertos en coches?

A medio gas: así ha sido el primer festival de música en un autocine

Lidia Ramirez | The Objective

¿Nos lleva la nueva normalidad hacia conciertos y festivales en coches para garantizar el distanciamiento social? Sin duda se trata de un formato novedoso que, ante las circunstancias, te permite disfrutar de la música en directo; sin embargo, lo que está claro es que los pitidos de los vehículos no pueden reemplazar a los aplausos del público, ni el movimiento de estos a los saltos de los asistentes al tiempo que corean y bailan las canciones sobre terreno. Además, los artistas necesitan ver y sentir a su público, interactuar, conectar face to face.

Ayer se celebró el primer festival de música en un autocine en España, BMW Drive In-Fest. Durante tres horas, más de 400 personas, 230 coches, pudieron disfrutar del evento musical desde sus vehículos en el Autocine RACE de Madrid. Sobre el escenario, el dj madrileño Ed is Dead, para abrir la noche, al que le siguieron el grupo asturiano Marlon y la actuación de Rulo y la Contrabanda.

«Lo que esperamos es pasárnoslo bien, salir al aire libre y tocar, que ya estábamos cansados de hacer directos por redes», cuenta a The Objective Adri Roma, vocalista de Marlon, minutos antes de comenzar el concierto. «Espero que la gente cante, salga por las ventanillas, aplaudan y nos ayuden también en ese sentido y se diviertan», añade, confesando que se encuentra «algo nervioso». «Nunca hemos hecho esto, no sé que coño va a pasar, cómo hablo con la gente, el algo muy raro pero nos apetece un montón».

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Adri,Juanin y Jorge, Marlon, minutos antes de que comenzase el festival. | Imagen: Juanma del Olmo | The Objective

El festival comenzaba a las 20:30. El dj madrileño Ed is Dead abría el concierto con una sesión de música electrónica cuando aún los coches entraban al recinto e iban colocándose en las plazas adjudicadas, vehículos más altos al fondo y en los laterales, una premisa que no siempre se cumplía.

El festival se puede decir que fue in crescendo. En la primera actuación los asistentes estaban más pendientes de hacer la foto correspondiente que de escuchar la música y disfrutar del que posiblemente fuese el primer concierto al aire libre después de tres meses de confinamiento. Nada de pitidos, ni luces, ni limpiaparabrisas en acción para animar el evento.

«La música electrónica siempre la asociamos a música de baile, pero hay mucha electrónica que no es para bailar. Para mí ha sido una gozada preparar esta sesión porque me permite hacer muchas más cosas que antes no podía hacer. Como reto me gusta mucho. En mi discurso musical va que no todo es baile, y quiero que la electrónica también se vincule a eso. Ahora, como va a reaccionar la gente, no lo sé», nos cuenta el dj justo antes de subir al escenario, que nos confiesa que es un concierto para «prestar más atención a lo que suena y menos de dejarte llevar». «Tienes que estar muy al hilo de la música y me encanta».

Y tan al hilo de la música debieron de estar los asistentes, porque sólo al final de la sesión se escucharon unos tímidos pitidos y unos vagos aplausos que nos hacían recordar que en el interior de los vehículos había gente.

Derrape del primer festival de música en un autocine
Imagen: Juanma del Olmo | The Objective

«¡Cantad, que os escucho!», reclamaba después el vocalista de Marlon ante un mar de coches estáticos. Solo por momentos la tarde parecía animarse cuando por los coches asomaban unos cuantos brazos y las bocinas sustituían a los aplausos.

Sobre el escenario, los asturianos, que en cuarentena lanzaban su single ‘Amorfina’ y que en próximamente sacarán nuevo disco que han podido componer durante la cuarentena, intentaban animar la tarde. Adri intentaba interactuar con el público, Adri se ponía de rodillas en el escenario, Adri saltaba y corría por la pasarela… pero el ambiente era raro, frío, nada propio de un festival de música. Y es que debido a la situación y para garantizar las medidas de seguridad, los asistentes no podían salir de sus vehículos excepto para ir al servicio, con la mascarilla, eso sí. A través de una app o mediante Whatsapp podían pedir comida que le sería llevaba al vehículo: entre el menú, hamburguesas, perritos, nuggets o palomitas. También cerveza, aunque poca se veía circular.

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Adri durante la actuación. | Foto: Juanma del Olmo | The Objective

«Hemos visto mucho streaming y queremos música en directo. Lo vivimos con ilusión», nos cuentan Fernando y Carolina, una pareja de madrileños que han asistido al festival hartos ya de los conciertos a través de una pantalla, y que aseguran estar viviendo el concierto «muy a gusto sin tantas aglomeraciones». Vienen en su descapotable, lo que también ayuda a la hora de disfrutar de las actuaciones, porque quien buscara vatios de potencia se habrá decepcionado ya que el audio externo llegaba poco amplificado para no mezclarse con el del interior de los vehículos, donde a través de una emisora se podía seguir el festivo, sin embargo, si optabas por esta opción, la sensación era la de estar escuchando un concierto radiofónico.

No tanta suerte han tenido Laura y sus amigas, todas sanitarias, quien para palpar cierta noción de realidad y no de espectáculo televisado tienen que bajar las ventanillas y sentarse sobre estas para seguir de un modo más real los directos. «Llevamos tres meses encerradas y estaba deseando escuchar música en directo», nos cuenta Laura, que llegaba con dos horas de antelación, sobre las 18:30, al Autocine RACE de Madrid, para conseguir una buena localización.

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Imagen: Juanma del Olmo | The Objective

Y el BMW Drive In-Fest parecía animarse algo más con al actuación de Rulo y la Contrabanda, quien al ritmo de «Me quedo contigo», «Noviembre» o la reciente «Todavía», que lanzó el pasado viernes junto a Enrique Urquijo, hizo disfrutar más del directo. El que los amplificadores estuviesen ya más altos, también ayudó.

«Si no fuese por esto, hoy sería un día de pijama en casa», reivindicaba emocionado el líder de la formación, Raúl Gutiérrez –excantante y compositor del grupo de rock La Fuga–, quien dedicaba el concierto «a toda la gente que nos ha dejado en esta situación tan dramática» por la pandemia de coronavirus.

Sin embargo, probado antes en otros países europeos, el formato será replicado en los próximos días por otros artistas valientes como Juan Magán y la banda Belako en más puntos del país, como Denia (Alicante) o Getxo (Vizcaya), cuando este verano ya se daba por huérfano de festivales. Además, destacar que, con esta acción, la marca ha querido ser pionera a la hora de reactivar el ocio presencial de una manera solidaria. Todo lo recaudado con la venta de entradas del BMW Drive In- Fest, que colgó el cartel de ‘sold out’ en menos de un hora, se transformará de manera íntegra en kilos de comida que serán donados al Banco de Alimentos, entidad cuya demanda de ayudas se ha disparado en un 40% desde el inicio del estado de alarma.

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