SOM Academy: llega la primera escuela de musicales en España
Detrás de este arriesgado proyecto está SOM Produce, una de las mayores productoras españolas de musicales y responsable de éxitos como ‘Priscilla, reina del desierto’, ‘West Side Story’ o ‘Billy Elliot’.
Daniel García tiene 14 años. Con 13 fue Michael, el mejor amigo de Billy en ‘Billy Elliot, el musical’ y su sueño es ser John Travolta en ‘Grease’. Lleva bailando desde los cuatro años, y trabajando en musicales desde los 10. Ahora, y aunque se le pegan un poco las sábanas cuando suena el despertador a las 7:45, asegura estar encantado de dedicar casi cinco horas los sábados a formarse en jazz, canto y teatro musical.
SOM Academy es la primera escuela integral de musicales en España, y ha abierto sus puertas en la calle Doctor Castelo nº 7 (Madrid), justo donde hace unos meses cerraba la escuela de Víctor Ullate. Allí ofrecen formación tanto para aquellos que quieran obtener el grado de cuatro años en Teatro Musical, como para los que quieran apuntarse a alguno de sus talleres de canto, danza o interpretación. ¿El objetivo? Que no haya que salir al extranjero para poder recibir este tipo de formación integral.
Detrás de este arriesgado proyecto está SOM Produce, una de las mayores productoras españolas de musicales y responsable de éxitos como ‘Priscilla, reina del desierto’, ‘West Side Story’ o ‘Billy Elliot’. Además, es la encargada de la gestión y programación del Teatro Rialto, el Calderón, el Nuevo Teatro Alcalá y el Teatro Nuevo Apolo. Esto ha permitido que los directores ejecutivos de la escuela, Marcos Cámara y Juan José Rivero, sepan muy bien lo que quieren para sus alumnos.
Desde luego, no han elegido mal a sus profesores. Entre otros, Iker Karrera, uno de los coreógrafos españoles de mayor proyección internacional a día de hoy y profesor del programa de televisión Fama ¡a bailar! en 2018 y 2019; o Claudio Tolcachir, fundador de la compañía argentina Timbre 4 y actualmente en los Teatros del Canal con La máquina de Turing.
En The Objective hemos hablado con Marcos Cámara, director de la escuela y productor ejecutivo de SOM Produce:
¿Por qué habéis decidido abrir una escuela de teatro musical justo en plena pandemia[contexto id=»460724″], cuando hay cierta desconfianza hacia todo tipo de actividades grupales?
Porque yo soy un creyente de que tenemos que buscar la normalidad dentro de la responsabilidad de cada uno y de lo que se puede hacer. Tenemos la gran fortuna de que la escuela cuenta con un espacio de 900 metros cuadrados, con salas de 200 metros cuadrados y 20 alumnos, por lo que cubrimos el ratio de la distancia necesaria. Es verdad que la mascarilla es molesta (los alumnos la usan en todas las clases), pero por lo menos te permite tener tu vida y tu formación. La pandemia está ahí, sí, pero lo que hay que saber es adaptarse y no dejar de hacer las cosas que creemos que hay que hacer.
‘El rey león’ ha aplazado sus funciones hasta marzo de 2021 y ‘Anastasia’ ha cerrado en Madrid. ¿Qué dificultades afrontan hoy los musicales frente a otros espectáculos culturales?
La masa crítica de público. Los musicales necesitan que el turismo esté activo. Ten en cuenta que son proyectos multimillonarios, con un costes astronómicos cada semana y necesitas tener una ocupación del 70-75% como mínimo, y eso sin turismo no funciona. El musical volverá cuando se pueda viajar, entonces podrá regresar el género. Es lo que está ocurriendo en Nueva York, Londres, Hamburgo y Madrid en ese sentido.
La caída de turismo por el COVID-19 ha arrasado con los musicales: en 2018, el 22% del público estaba compuesto de turistas, del extranjero o de otras provincias.
Habéis llegado a decir que «Madrid es la capital mundial de los musicales en español». ¿Hay una tradición de musicales en las ciudades españolas como la hay en Londres o en Nueva York?
Madrid es la capital de los musicales en español y es algo que no solo decimos nosotros, lo cuentan los datos. Es la única capital del mundo hispano que tiene musicales que llevan 10 años en cartel como ‘El rey león’, o casi cuatro como ‘Billy Elliot’. A lo mejor dentro de la temporada llegan a convivir ocho grandes producciones en cartel, y eso se da en muy pocas ciudades en el planeta. Madrid solo está detrás de Londres y Hamburgo a nivel europeo.
Muchos de los musicales que más éxito tienen son grandes clásicos, como ‘Mamma mia’, ‘Cabaret’ o ‘El fantasma de la ópera’. ¿Es más arriesgado innovar en el mundo de los musicales que en el de la danza o el teatro?
El problema es que cuanto más riesgo tiene el proyecto, más complicado es innovar, porque el público tiene que perder el miedo a probar cosas nuevas. Ir a un musical es una decisión muy meditada, normalmente suele darse como un evento especial, un viaje a la ciudad, un cumpleaños, un aniversario de pareja…Con lo cual, la gente lo que quiere son garantías y lo importante es que tengan cierto conocimiento de lo que van a ver y lo que van a disfrutar. Aún así, nosotros hemos producido musicales de cero en el pasado y apostaremos por seguir buscando nuevos contenidos en el futuro, nuevas historias que contar. Lo único que hace falta es que el mercado se ponga en funcionamiento de nuevo.
En 2019, el 21% de los turistas españoles que visitaba Madrid lo hacía para ver un musical, según datos de Stage Entertainment
Habéis defendido que los productores musicales necesitan «nuevos artistas formados en danza, canto e interpretación». Aparte de las habilidades técnicas, ¿cómo sería el perfil ideal de un artista que trabaje en musicales?
Lo primero, la capacidad de esfuerzo y sacrificio. Es un género muy complicado, que requiere una terrible humildad, porque a pesar de que tú puedas ser bueno en algo siempre puedes tener carencias en otro ámbito. Son artistas con una gran capacidad de trabajo constante y sacrificio. Con respecto a la versatilidad, es fundamental que tengan una formación completa, pero también donde se les ayude a potenciar la parte en la que ellos se encuentren más cómodos y en la que su talento se desarrolla de manera más natural.