'Antoine': el musical que descubre al creador de 'El Principito'
El Principito es el segundo libro más traducido de la historia después de la Biblia y ha sido adaptado a más de 300 idiomas. Sin embargo, ¿qué sabemos de su autor, del que modeló y creó la tan querida figura del Principito? ¿Qué sabemos de Antoine Saint Exupéry?
¿Qué diría que ve en este dibujo: un sombrero, o una boa que se ha tragado un elefante? Esta imagen, mundialmente conocida, adaptada a diseños de tatuajes, logos y anuncios, se ha convertido con el paso del tiempo en una prueba intachable para comprobar si seguimos mirando la realidad con ojos de niño o si nos hemos convertido ya en adultos de mirada práctica.
Y es que, hayamos leído o no El Principito, todos conocemos la historia de este «muchachito», ese pequeño príncipe que visitaba distintos planetas con curiosidad e ingenio, haciendo las preguntas que todo ser humano, siendo niño o sin serlo tanto, no ha podido evitar formularse. Todos hemos oído hablar del Zorro, de la Rosa o del Piloto que, perdido en el desierto tras averiarse su avioneta, se encuentra con este personaje tan particular que no cesa de hacer preguntas, pero que no responde ninguna.
El Principito (publicado en 1943) es el segundo libro más traducido de la historia después de la Biblia y ha sido adaptado a más de 300 idiomas. Sin embargo, ¿qué sabemos de ese Piloto que nos cuenta la historia, de aquel que modeló y creó la figura tan querida? ¿Qué sabemos de Antoine Saint Exupéry?
Esto es lo que pensó Dario Regattieri, productor de beon.Worldwide, cuando tuvo la idea original del musical ‘Antoine’. Una noche, desvelado, cogió al azar un libro de su hija para conciliar el sueño: cayó en sus manos El Principito, y se dio cuenta de que apenas conocía la historia de Saint Exupéry. En cuanto empezó a investigar, descubrió que el periodista, piloto y escritor francés era un personaje casi «más fascinante que el propio Principito».
Se enamoró de su historia, e inmediatamente se puso en contacto con la Fundación Antoine Saint Exupéry de París para poder convertirla en un musical. Al fin y al cabo, señala Regattieri, como productora que lleva años dedicándose a la comunicación, arriesgarse con un musical (como ya hicieron con ‘El médico’) no era sino atreverse a narrar de manera distinta, contar una historia con ese componente emotivo que siempre habían buscado, pero en un escaparate diferente: el escenario.
El musical se estrena en el Teatro Cofidis Alcázar de Madrid este jueves (26 de noviembre) y permanecerá en cartel hasta el 13 de diciembre. A pesar de que El Principito ha sido calificado como libro para niños, tanto Ignasi Vidal (autor y director de la obra) como Regattieri insisten en que el musical no es infantil, sino familiar, pues está pensado para que disfruten tanto niños como adultos. Poniendo el foco en los últimos 15 años de su vida, el objetivo de la productora es dar a conocer aquellos aspectos vitales que marcaron a Saint Exupéry, la relación tan especial que mantuvo con su madre y con su mujer Consuelo; también aquellos aspectos de la vida que detestaba, como la injusticia de la época convulsa que le tocó vivir, la guerra y el auge de las ideologías extremas.
Y es que Exupéry fue un piloto aventurero, incansable; un explorador que nació en 1900, murió pilotando un avión con 44 años y recreó sus experiencias escribiendo relatos. Sin embargo, fue también profundamente inconformista, un hombre que «nunca estuvo en el lugar en el que creía que debía estar», cuenta Regattieri. En una carta dirigida a su madre, cuando ya había cumplido 30 años, llegó a confesarle que «no estaba muy seguro de haber vivido después de la infancia». Por ello, el equipo detrás de ‘Antoine’ reivindica que obra y autor son inseparables, y que El Principito puede leerse como una suerte de autobiografía de Saint Exupéry. De hecho, su punto de partida ha sido precisamente este vínculo íntimo entre el autor y el pequeño príncipe. Con viajes constantes entre realidad y ficción, entre el mundo histórico y el onírico, la estructura de El Principito se convierte en guía para narrar la vida y sueños del autor.
Para ello, Ignasi Vidal contactó con Elefantes, el grupo de pop-rock español, y les propuso componer las canciones de ‘Antoine’. Fue entonces, cuando los miembros del grupo estaban grabando los temas en el estudio, cuando Vidal se dio cuenta: tenía delante nada más y nada menos que al artista que debía interpretar al Principito. Shuarma, voz de Elefantes, es una de esas personas con espíritu de niño y una curiosidad incansable, un «disfrutón» como él mismo se define, al que le gusta mirar las cosas «como si las viera por primera vez». Así que Ignasi Vidal apostó por él. Eso sí, el propio Shuarma nos cuenta que se sintió abrumado al principio, «yo no soy actor», pero que se dejó llevar y confió en el equipo, que se lo ha puesto «facilísimo».
Quizá resulte un tanto confuso que un personaje como este, que en el libro es caracterizado como un «muchachito», sea interpretado por un adulto, pero Shuarma ha jugado precisamente con esa ambigüedad: el Principito se mueve entre la imaginación de los niños y la coherencia de los más adultos, y el cantante de Elefantes no ha dudado en escuchar para ello al niño que lleva dentro, porque, asegura, una interpretación así «hay que sentirla, no puede ser impostada».
El artista confiesa que conectó con el espíritu del Principito desde el principio, porque «ese niño es en realidad creación de su Yo adulto», y anima a los espectadores a que aprovechen el musical como una forma de enriquecer lo que ya conocen de esta figura universalmente conocida, como una nueva lectura de todo aquello que creímos saber cuando, por primera vez, nos sumergimos en el mundo de Saint Exupéry y su pequeño Principito.