Claves para potenciar el emprendimiento juvenil en Iberoamérica

¿Cómo se potencia el emprendimiento juvenil en Iberoamérica? Es la pregunta a la que ha querido responder el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, que ha tratado el tema en una conferencia celebrada este martes en la Casa de América. En el acto, que ha contado con la participación del Organismo Internacional de Juventud para Iberoamérica, ha dibujado una hoja de ruta que pasa por aceptar ciertas claves que ayuden al desarrollo de la juventud de la región.

El primer paso, considera el presidente de Costa Rica, es entender la juventud no como un todo unificado sino como un grupo heterogéneo y diverso. «A veces se generaliza mucho y se habla de la juventud como si fuera un bloque homogéneo», valora Solís. «Me parece que es necesario complejizar un poco la cosa: no es lo mismo un joven hombre que una joven mujer, no es lo mismo un joven que vive en una zona rural que uno que vive en una zona urbana, no es lo mismo un joven o una joven que tiene una educación a alguien que no la tiene, no es lo mismo una madre jefa de hogar que una estudiante universitaria que no tiene hijos», radiografía el mandatario. «Tanto en materia de discapacidad como en temas de diversidad sexual como en temas de incorporación a la vida económica, un joven desempleado o una joven que no lo está», señala, «tiene oportunidades y desafíos muy diferentes de quien no dispone de esas condiciones». Advierte que comprender esta realidad es necesario «en el momento de emprender políticas públicas».

«Las mujeres jóvenes tienen perspectivas específicas y necesidades que deben ser atendidas también específicamente»

Solís da un papel destacado a la mujer. «Las mujeres jóvenes tienen perspectivas específicas y necesidades que deben ser atendidas también específicamente», considera el presidente, que defiende «la presencia activa de mujeres en los mismos espacios que los hombres». Y añade: «Las mujeres jóvenes y sus necesidades especificas, especialmente quienes son madres de familia y tienen que sumarse responsabilidades culturales que se les imponen, tienen que ser atendidas» con «programas de capacitación para recuperar la ciudadanía activa de estas juventudes y garantizar su acceso a la información sobre sus derechos políticos».

También señala la necesidad de hacer frente a una serie de «retos» a superar para potenciar el emprendimiento juvenil: una «reforma institucional que haga posible que se mejore la coordinación y las acciones en favor de las personas jóvenes» (es decir, luchar contra lo que él llama «adultocentrismo»), «la dotación de recursos para que las y los jóvenes tengan programas bien financiados y proyectos que puedan desarrollar y fortalecer desde el punto de vista institucional» y «coordinar todas las diferentes instituciones para que las políticas de emprendimiento e innovación no estén dispersas, como lo están muchas veces, sino que logren alinearse».