Luis de Guindos, del rescate bancario a la puerta giratoria de Europa
La propuesta del gobierno español de presentar a Luis de Guindos como candidato a la Vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE) ha cumplido, por fin, las aspiraciones europeas del todavía ministro de Economía, Industria y Competitividad. No es ningún secreto que De Guindos ha estado siempre disponible para puestos de especial relevancia en la Unión Europea sin que, hasta el momento, se hubiera concretado en algo.
La propuesta del gobierno español de presentar a Luis de Guindos como candidato a la Vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE) ha cumplido, por fin, las aspiraciones europeas del ministro de Economía, Industria y Competitividad hasta ahora. No es ningún secreto que De Guindos ha estado siempre disponible para puestos de especial relevancia en la Unión Europea sin que, hasta el momento, se hubiera concretado en algo. Su elección ha sido toda una recompensa para quien ha dirigido la política económica española desde 2011 hasta ahora.
Él lo tenía claro desde el principio, y así los dijo en varias declaraciones a los medios, que “la vicepresidencia va a ser para un español o una española y eso lo tendremos que dilucidar en el eurogrupo de febrero”. Eso sí, también negó ser candidato…a la Presidencia del BCE.
Que su deseo era el BCE quedó patente en noviembre cuando, ante la falta de consenso, los ministros de Finanzas de la UE le propusieron para ocupar el cargo de presidente del Eurogrupo, pero el ministro español declinó la oferta porque sus aspiraciones eran otras.
Nacido en enero de 1960 y miembro del Opus Dei, De Guindos pertenece al Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado. Antes de ser ministro de Economía en el gobierno de Rajoy, ya ocupó el puesto de secretario de Estado de Economía entre 2000 y 2004, cuando era presidente del gobierno de José María Aznar, con Rodrigo Rato como ministro.
Ambos tenían una buena relación pero el paso del tiempo y, sobre todo, la imputación de Rato en los casos de corrupción de Bankia y las tarjetas black parece que acabaron por separar sus vidas y, desde luego, sus destinos. Mientras sobre Rato pesa la amenaza de la cárcel, a quien un día fue su mano derecha en Economía, le espera la puerta giratoria en Europa.
Su vuelta al ministerio ya como titular en 2011 fue una apuesta de Rajoy para que este economista liberal convencido se ocupara de sanear la maltrecha economía española que, según el PP, dejó el Gobierno de Zapatero.
A su familia – está casado con Belén Liras de las Heras con quien tiene dos hijos, Belén e Íñigo – no parece que le hiciera muy feliz la idea de que volviera a la escena pública, con lo bien que estaba en el Consejo de Administración del Banco Mare Nostrum. A Luis de Guindos le tocó entonces bailar con la más fea y se puso manos a la obra para evitar el rescate económico de España a cambio del rescate bancario.
Quién le iba a decir a él, «un liberal» de los pies a la cabeza, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por CUNEF, que acabaría hablando de las bondades de una banca pública, como ocurrió cuando explicó a sus señorías en el Congreso de los Diputados en qué iba a consistir el rescate de los bancos y cajas de ahorro en apuros.
Pero antes de convertirse en uno de los ministros más relevantes del PP, su carrera profesional le llevó al Consejo Asesor de Lehman Brothers. Sí, el banco de inversión que antes de quebrar en 2008 y provocar la peor crisis económica desde el crac del 29, era la cuarta entidad más grande de Estados Unidos. De Guindos era director en España y Portugal cuando se produjo el fatal anuncio. Después, dirigió el Instituto Empresa y también pasó por el consejo de administración de Endesa como “externo independiente”.
Al rescate
Si de una cosa presume De Guindos, además de jugar muy bien al tenis, es de haber rescatado a España. El título de sus memorias ‘España amenazada: De cómo evitamos el rescate y la economía recuperó el crecimiento‘ así lo atestigua.
En el libro publicado en 2016 cuenta cómo en 2012 se desencadenó en España una crisis sin precedentes. Por su puesto, critica al Gobierno socialista de Zapatero por tomar «decisiones políticas erróneas» y pasa de puntillas por la burbuja inmobiliaria que se cebó con España cuando estalló la crisis económica internacional. Esa burbuja inmobiliaria que se encargó de avivar el gobierno de Aznar y que De Guindos negó en el año 2003. «No hay burbuja inmobiliaria, sino una evolución de precios al alza que se van a ir moderando con más viviendas en alquiler y más transparencias en los procedimientos de urbanismo», dijo al diario ABC.
De Guindos está orgulloso de haber sacado al país de la crisis, como asegura en su libro ‘España amenazada: De cómo evitamos el rescate y la economía recuperó el crecimiento‘
En ese clima de desconfianza, cuenta en sus memorias, nadie prestaba a nadie, nadie se fiaba de nadie y todo empujaba a que España pidiera el rescate a los socios europeos. El Gobierno se puso manos a la obra para evitarlo, no sin dificultad, y tomó las medidas de sobra conocidas que incluyó el rescate de los bancos y una intensa reestructuración del sector financiero.
Así se escribe la historia y De Guindos, orgulloso, cuenta la suya, porque nunca ha reconocido que se equivocó en 2012 cuando dijo que el rescate bancario no le iba a costar un euro a los españoles. Las cifras, sin embargo, dicen otra cosa: el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) solo ha recuperado 4.837 millones de euros de los 58.996 gastados por el estado para mantener a los bancos.
Sin duda no fue un plato de buen gusto para De Guindos, y quizá por eso, dijo que no quería seguir en el ministerio tras las elecciones del 20 de diciembre de 2015, cuando el PP ganó pero perdió la mayoría absoluta.
Pese a contar con el apoyo de su familia en esa determinación, Rajoy le convenció para que siguiera mientras se resolvía la investidura, algo que tardó casi un año, y después, una vez investido el presidente del PP, siguió en el ministerio. Y es que si algo destaca de Luis de Guindos es su capacidad para ser un sufridor.
Algo que ha interiorizado con los años como seguidor del Atlético de Madrid, equipo que sigue contra viento y marea desde sus años de estudiante del colegio El Pilar, a pesar de que su padre y el resto de la familia – sus otros tres hermanos – son del Real Madrid. «Cuando pierde el Atleti, no soy capaz de dormirme hasta las tres de la madrugada«, admitió en una entrevista concedida en noviembre pasado al diario As.
De Guindos llegará al BCE en junio, pero mientras, seguirá disfrutando de sus partidos de tenis, de sufrir junto a su Atleti y de Marbella, donde le gusta descansar cuando sus obligaciones se lo permiten.