Arantxa Unda: "Es muchísimo más barato prevenir una enfermedad que curarla"
Arantxa Unda es CEO de Sigesa, una empresa española de analítica avanzada de datos que ayuda a los gestores sanitarios a identificar grupos en riesgo de contraer una enfermedad o problemas en los propios centros.
Arantxa Unda es CEO de Sigesa, una empresa española de analítica avanzada de datos que ayuda a los gestores sanitarios a identificar grupos en riesgo de contraer una enfermedad o problemas en los propios centros.
Un año después de ser distinguida por la revista Forbes como una de las menores de 30 años más influyentes en el campo de la ciencia y la salud, Arantxa Unda (Madrid, 1987) reconoce que su vida no ha cambiado tanto. «Fue una experiencia muy positiva no solamente para mí sino para todo el equipo. También supuso mucho trabajo, pero después de unos meses volvimos un poco a la normalidad», cuenta la CEO de Sigesa, empresa española dedicada al desarrollo e implantación de software especializado en gestión sanitaria. «Sirvió para darnos a conocer, pero al final una cosa es que te incluyan en una lista de jóvenes con potencial y otra cosa es demostrar ese potencial con el trabajo del día a día», añade.
Ya con 31 años, Unda recuerda el salto mortal profesional que, en cierto modo, le valió el reconocimiento y por el que hoy sigue pagando. Es decir: por qué abandonó una prometedora carrera en el mundo de las finanzas –después de trabajar en los bancos de inversión Goldman Sachs en Nueva York y Morgan Stanley en Londres– para regresar a la pyme que su padre fundó hace 25 años. «La verdad es que estaba muy contenta, la curva de aprendizaje es muy alta, pero había una parte que no me terminaba de encajar. Siempre tuve el gusanillo de la gestión sanitaria: estuve un año trabajando en la empresa y vi que me gustaba mucho», cuenta Unda. Cursando un MBA en la Universidad de Harvard, un profesor la empujó a apostar por su sueño, y entonces decidió buscar financiación y comprar el 41% de Sigesa. «No me gustaba nada la idea de ser la nueva jefa por imposición divina, por ser la hija de. Necesitaba sentirlo mi proyecto», tanto si iba bien como si iba mal. «Tengo un crédito para las acciones y un riesgo real», confiesa.
Aunque Unda insiste a menudo en lo abstracto de su trabajo, Sigesa es básicamente una empresa de analítica avanzada de datos para el sector de la salud. Su plantilla está integrada por 24 trabajadores y actualmente tienen más de 400 clientes –hospitales, ministerios de sanidad, compañías aseguradoras y gobiernos regionales– en ocho países, siendo España, Portugal, Chile y Colombia sus principales mercados. En sus palabras: «Ayudamos a las instituciones a recoger, normalizar y estructurar la información clínica gracias a algoritmos para poder analizar, por un lado, si los centros están siendo eficaces en su atención y, por otro lado, el estado de salud global de una población e implementar políticas que ayuden a mejorar su salud». Y aclara: «Nuestro fin es ayudar a los profesionales a que hagan mejor su trabajo, no decirles cómo hacer su trabajo. No somos una consultora, somos una empresa de tecnologías de la información».
Dicho de otro modo, cada vez que un paciente entra a un hospital se generan miles de datos que, convenientemente analizados, pueden ayudar a identificar grupos en riesgo de contraer una enfermedad o problemas en la gestión de un centro médico. Por ejemplo, examinando el número de reingresos que se producen en un centro, en un determinado número de días y por la misma patología se pueden observar anomalías, «igual se ha dado de alta al paciente demasiado pronto o no se le ha dado la atención adecuada porque ha tenido que regresar», señala Unda.
El futuro de la medicina: la prevención
Los grandes desafíos sanitarios de los países desarrollados en el siglo XXI son el cambio demográfico provocado por el descenso de la natalidad y el envejecimiento de la población y el incremento de la tasa de prevalencia de las enfermedades crónicas, «que son con mucha diferencia las que más recursos se llevan del sistema», afirma Unda. Para asegurar su sostenibilidad, «el foco en el futuro estará en la medicina preventiva: no tanto en curar al paciente, que también, sino en analizar y tratar la salud global del ciudadano». Y en este sentido añade: «Es muchísimo más barato prevenir una enfermedad que curarla».
A este respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó que en 2005 el 61% de todas las muertes (35 millones) y el 49% de la carga mundial de morbilidad eran atribuibles a enfermedades crónicas. Se estima que en 2030 la proporción del total mundial de defunciones debidas a enfermedades crónicas llegará al 70% y la carga mundial de morbilidad al 56%. La combinación de cuatro factores de un estilo de vida saludable -mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente, seguir una dieta saludable y no fumar- parece estar asociada a una reducción de hasta un 80% en el riesgo de desarrollar las enfermedades crónicas más comunes y mortíferas.
En nuestro país, «el sistema sanitario, tanto en el lado público como el privado, por supuesto que puede mejorar en muchos aspectos, pero si nos vamos a otros países nos damos cuenta de que es envidiable en cuanto a cobertura, calidad de la asistencia y eficiencia». No obstante, «en la demografía España está en una situación muy mala con una de las poblaciones más envejecidas de Europa y el mundo. Somos uno de los países más vulnerables de cara al futuro para afrontar estos retos».
Entre las soluciones, Unda propone apostar por la innovación y la interoperabilidad de los sistemas para llegar más lejos con los mismos recursos. Y destaca: «Nosotros siempre intentamos utilizar la información que ya existe, que ya se está recogiendo y no aumentar la carga burocrática. La tecnología no debe hacer que los médicos estén más tiempo picando información en un ordenador sino al revés: que los médicos, o en nuestro caso los gestores, utilicen la tecnología para hacer más eficiente su trabajo y no estar rellenando fichas».
A modo de conclusión, y hablando de Facebook y el uso indebido de datos personales, Unda sentencia: «En este tipo de tecnologías se utiliza información anonimizada y agregada. No se utiliza realmente el informe clínico sino inteligencia que se extrae de ese informe y se pone a disposición de los profesionales o los gestores». Y recuerda, además, la nueva ley de protección de datos que se aprobará el próximo 25 de mayo.