El auge del consumo ético y sostenible: una tendencia que trasciende generaciones
Los ‘Millennials’ y la Generación Z demandan transparencia, condiciones laborales justas y respeto por el medio ambiente

Europa Press
Ana Álvaro, directora comercial de Noaway

El comportamiento de los consumidores ha experimentado una evolución significativa en los últimos años. Independientemente de la generación a la que pertenezcan, cada vez más personas priorizan productos de origen sostenible, reflejando una mayor conciencia social y ambiental. Este cambio no solo responde a la preocupación por el planeta, sino también a una transformación en los valores y expectativas hacia las empresas.
Una conciencia creciente en todas las edades
A pesar de que tradicionalmente se ha asociado el consumo responsable con los Millennials y la Generación Z, estudios recientes demuestran que las generaciones anteriores, como los baby boomers y la Generación X, también han adoptado una postura más consciente respecto a sus hábitos de compra.
Un informe de Nielsen de 2021 concluía que el 73% de los consumidores globales estarían dispuestos a cambiar sus hábitos de consumo para reducir su impacto ambiental. Además, un estudio de First Insight publicado en 2022 indicaba que el 62% de los baby boomers prefiere comprar marcas sostenibles, una cifra que ha aumentado respecto a años anteriores.
Los Millennials y la Generación Z han impulsado el mercado sostenible al demandar transparencia, condiciones laborales justas y respeto por el medio ambiente. Sin embargo, los baby boomers y la Generación X, con mayor poder adquisitivo, también han incrementado su interés en productos de origen sostenible, reconociendo los beneficios de apoyar marcas responsables.
Factores que han impulsado el cambio
Pero, ¿cuáles han sido las razones que han llevado a los usuarios a optar por productos sostenibles? Podemos subrayar principalmente cinco:
- Acceso a la información: La globalización y la digitalización han permitido que los consumidores conozcan los impactos ambientales y sociales de sus compras, lo que les ayuda a tomar decisiones más informadas.
- Crisis climática: El cambio climático y sus efectos palpables han sensibilizado a la población sobre la importancia de optar por productos ecológicos y con menor huella de carbono. Según un informe del IPCC, las emisiones de gases de efecto invernadero han alcanzado niveles críticos, lo que ha llevado a un cambio en los patrones de consumo.
- Influencia de las marcas: Muchas empresas han adoptado estrategias de sostenibilidad, no solo para cumplir con regulaciones, sino para alinearse con los valores de sus clientes, quienes exigen responsabilidad corporativa. Un informe de IBM en 2020 destacó que el 57% de los consumidores estarían dispuestos a pagar más por productos sostenibles.
- Impacto en la salud: El interés por productos orgánicos y libres de químicos ha llevado a los consumidores a optar por alternativas sostenibles, percibiéndolas como más beneficiosas para su bienestar. Un estudio de la Universidad de Stanford encontró que los alimentos orgánicos contienen menos residuos de pesticidas y son percibidos como más saludables.
- Economía circular: La popularización del reciclaje, la reutilización y la reparación ha generado una mayor valoración por productos duraderos y fabricados con materiales reciclados. Según la Fundación Ellen MacArthur, la economía circular podría generar un beneficio económico global de hasta 4,5 billones de dólares para 2030.
El rol de las empresas en esta transición
Las empresas han jugado un papel fundamental en la evolución del consumo responsable. Marcas reconocidas han rediseñado sus procesos de producción para reducir su impacto ambiental y mejorar sus prácticas laborales.
A su vez, los sellos de certificación como Fair Trade, Rainforest Alliance y B Corp han ayudado a los consumidores a identificar productos que cumplen con estándares de sostenibilidad. Las iniciativas de economía circular y reciclaje también han ganado popularidad, impulsando un modelo de producción más regenerativo.
El futuro del consumo ético
La tendencia hacia un consumo ético y sostenible seguirá creciendo. Las generaciones más jóvenes, que ya han demostrado una fuerte inclinación por marcas responsables, seguirán liderando esta evolución, mientras que las generaciones mayores seguirán mostrando un apoyo más decidido hacia estos cambios.
Las empresas que no se alineen con el mapa de valores que defiende la sociedad y el consumidor corren el riesgo de perder relevancia en el mercado. Por ello, invertir en sostenibilidad y ética empresarial no es solo una responsabilidad social, sino también una estrategia inteligente para garantizar la lealtad de los consumidores.