El futuro nunca ha estado tan cerca
Nunca ha sido tan posible crear el futuro. Todo empieza con entender lo que está pasando

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El futuro nunca ha estado tan cerca. Vivimos en una era de profunda transformación, una fase de paso que está redefiniendo nuestra forma de vivir, trabajar e interactuar.
La transición en curso ya no es una perspectiva lejana o una simple opción estratégica para algunos sectores económicos: es una necesidad urgente, un camino obligado para garantizar la sostenibilidad y la competitividad de nuestras sociedades y empresas.
Hemos sido testigos de una evolución radical en los tiempos de planificación: hemos pasado de estrategias quinquenales a planes trienales, hasta llegar a la incapacidad de hacer predicciones y sentirnos limitados a tomar decisiones más allá del próximo trimestre, debido a la incertidumbre exponencial que nos rodea.
Hoy en día, la realidad cambia ya no cada década o año, sino todos los días. Las innovaciones disruptivas surgen a una velocidad sin precedentes, transformando sectores enteros y haciendo obsoletos los modelos consolidados. BYD, Nvidia y DeepSeek no eran imaginables para Tesla, Intel y OpenAI, y sin embargo, rediseñan por completo el panorama tecnológico e industrial.
La velocidad del cambio parece quitarnos tiempo para pensar y reflexionar: basta con considerar que para llegar a 100 millones de usuarios el teléfono tradicional tardó 75 años, el smartphone 16 años, Gmail 5 años y ChatGPT solo 2 meses.
¿Como podemos entonces líderar y adaptarnos con éxito a lo que esta nueva era nos pide?
La prioridad se convierte en la creación de sentido, es decir, la capacidad, por parte de los líderes y las organizaciones, de detenerse, observar y comprender, para poder crear y actualizar continuamente mapas de un entorno complejo y así actuar de manera más efectiva.
Pero entender y dar sentido a las cosas, que podríamos resumir como sensemaking no significa predecir el futuro. Significa crear las mejores condiciones para afrontarlo con lucidez y conciencia.
En un mundo de creciente complejidad, hay pocas certezas. Una de ellas es la evidencia de que un viejo paradigma se está derrumbando: el modelo de negocio tradicional, el concepto de liderazgo vertical y las estructuras rígidas están dejando espacio para una nueva forma de concebir la organización y el trabajo.
La incertidumbre parece ser el enemigo, pero no es así: si se recibe con el espíritu correcto, se convierte más bien en una oportunidad. Por otro lado, si todo fuera seguro no habría espacio para la innovación y la creación. La mejor manera de entender el futuro es crearlo.
Hoy en día, la mayoría de la gente se siente paralizada por la confusión y la ansiedad de no saber lo que sucederá. Pero hay una minoría que aprovecha esta incertidumbre para moldear el mañana (un mañana que ayer no parecía posible) con coraje y visión.
La gran diferencia entre los que se quedan atascados y los que avanzan está en el paso del liderazgo tradicional a la co-creación de movimientos interdependientes. Ya no se trata de mandar, sino de colaborar para imaginar y construir futuros más ambiciosos y emocionantes.
Una reflexión esencial se refiere a la dirección del cambio
A menudo innovamos con urgencia, impulsados por la necesidad de crear algo nuevo. Pero, ¿cuánto tiempo dedicamos realmente a preguntarnos por qué lo estamos haciendo y cuáles serán las consecuencias de nuestras innovaciones?
Tenemos el privilegio de poder modelar el futuro. Detengámonos, reflexionemos y preguntémonos: ¿qué futuro queremos realmente? El poder de la curiosidad es un elemento clave en este proceso. Esa pregunta que nos obsesiona de niños pero que dejamos de hacernos demasiado pronto (“¿Por qué?”) tiene el poder de transformarlo todo.
Imagina asistir a tu próxima reunión con curiosidad: ¿qué cambiaría? Probablemente te sentirías menos estresado, harías más preguntas para comprender mejor los puntos de vista de los demás, estarías más abierto a la exploración y la competitividad tóxica se reduciría. La curiosidad transforma nuestro enfoque de la realidad y abre nuevas perspectivas.
Ha llegado el momento de no cerrarnos con miedo sino de abrir la mente como un ejercicio de curiosidad. Un ejercicio que nos permite adquirir un nuevo nivel de sentido, liberándonos de la tensión y el estrés de sentirnos perdidos y abrumados por el cambio.
Nunca ha sido tan posible crear el futuro. Todo empieza con entender lo que está pasando, crear una visión de futuro capaz de unir intenciones y elevar su sentido e impacto para atraer el interés y deseo de unirse de cada día más personas. Hoy mismo alguien acaba de imaginar y empezar a implementar algo que ayer no existía.