El niño que vio la ejecución en primera fila
No tiene más de ocho años y va vestido de verde. El ISIS va a ejecutar a un prisionero en Mosul y nadie quiere perdérselo. Hay otros niños presentes y portando armas, pero este asiste en primera fila a tan solo unos metros. Otro lo intenta, pero no le dejan. Desde que el ISIS tomó el poder en Mosul, las ejecuciones a sangre fría que se hicieron populares en Siria son habituales en Irak. La ONU cree que en Tikrit se están produciendo cientos de ejecuciones, que podrían constituir un “crimen de guerra”.
Un niño, puñal en mano, acude al curso de formación de ISIL en la ciudad siria de Bzaa
Combatientes yihadistas del ISIS se preparan para la ejecución de un prisionero en Mosul. Los propios asistentes graban con sus teléfonos móviles los vídeos que luego subirán a redes y foros radicales. En el ambiente festivo previo, se distingue a varios niños armados. Son hijos de militantes del ISIS que asistirán a la muerte en directo de un hombre que han declarado culpable, soldado iraquí, o sencillamente enemigo del Islam.
El niño de verde
La ejecución ha de resolverse en pocos minutos. El reo llega escoltado por yihadistas con la cara tapada y los fusiles en alto. Un niño vestido de verde no se despega de uno de los cabecillas y se cruza la mirada con el preso en su llegada al lugar donde será ejecutado.
Primero lo sientan en el bordillo de una acera. Los radicales cargan sus pistolas y lanzan alabanzas a Alá. Inmediatamente, uno de los combatientes, este sí con la cara al descubierto, le indica al reo que no puede morir sentado en el bordillo, que ha de arrodillarse en la tierra.
El niño que no pudo verlo de cerca
Situado el preso ya de rodillas y con las manos atadas, como hemos visto en otras ocasiones en las prácticas de ejecuciones del ISIS, la turba se recoloca y reorienta sus teléfonos móviles, y observamos en primera fila al niño de no más de 8 de años de edad, vestido de verde. Al momento, otro niño vestido de militar, se abre paso de entre la multitud y se sitúa al lado del chico de verde, para ver la ejecución también en primera fila. Sin embargo, un hombre –podría tratarse de su padre-, se apresura a devolverlo a su lugar, agarrándolo y empujándole algo más lejos de donde se va a producir el crimen, mientras uno de los verdugos sujeta la cabeza del preso y apoya su arma en la nuca. El primer niño, sin embargo, se mantiene en primera fila.
Un disparo en la cabeza
En pocos segundos, un hombre acerca su pistola y dispara en la cabeza al reo, que se desploma en un charco de sangre. Aplausos. Todos los militantes se acercan a celebrar el crimen con los puños y las armas en alto. El chico se aproxima entre ellos a contemplar el cadáver con la cabeza agachada y permanece así durante casi un minuto, mientras el resto de los presentes celebra la ejecución y remata al cadáver con nuevos disparos.
Ejecuciones a sangre fría
Una práctica habitual del ISIL es filmar cada detalle de sus ejecuciones y subirlas a los foros. Con su llegada a Mosul, mostramos en Investigations los resultados de sus primeras masacres contra el ejército de Irak. No son muy diferentes a los métodos empleados en Siria para ajusticiar a los militares leales a Assad, como ocurrió en el hospital de Al Kindi.
El pasado lunes, cuando los militantes del ISIL se hicieron con el poder, aseguraron haber ejecutado a 1700 soldados iraquíes. Una cifra que sin embargo algunos consideran excesiva. Sin embargo, la responsable de derechos humanos de la ONU Navi Pillay ha asegurado en Ginebra que se han llevado a cabo “una serie aparentemente sistemática de ejecuciones a sangre fría” cerca de la ciudad de Tikrit en los últimos días. En su opinión, “es casi seguro que constituyen crímenes de guerra”. Según los informes citados por Pillay, corroborados por diferentes fuentes, habría cientos de ejecutados, incluyendo oficiales de policía iraquí y soldados que han rendido o que han sido capturados.
Los niños de la yihad
No es la primera vez que los grupos armados recurren a los niños. Reclutar menores es una práctica habitual, por ejemplo, entre el Ejército Libre de Siria. Su objetivo es entrenarlos para la yihad. En el campo de Hama los niños acuden a clases en las que les enseñan cómo actuar en batallas reales. Al entrenamiento asisten niños de entre 7 y 13 años durante, al menos, un mes.
Lo mismo hace el Frente Al-Nusra. Forma a niños para luchar en la guerra de Siria. ‘Los cachorros del Frente de la Victoria’, que participan en un vídeo grabado Grabado en Guta (Damasco), son los hijos de los muyahidines. Desde su más tierna infancia son llamados a participar en la yihad mundial.
También el ISIS adopta una disciplina similar con los menores a los que flagela durante interrogatorios con sus padres como testigos. O les obliga a presenciar ejecuciones públicas en una céntrica plaza de Raqqa. Tampoco renuncia al lanzamiento de campañas para captar adeptos entre los más pequeños. Entre sus accciones, destaca el curso de formación para niños en la ciudad siria de Bzaa. En Mosul, ISIL intenta ganarse a los mayores con gasolina y a los más pequeños con caramelos.