El Califato expande su "terror medieval" a EEUU
Se trata del primer estadounidense ejecutado por el Estado Islámico desde el comienzo de la guerra en Siria, en marzo de 2011. Su brutal asesinato, arrojado a la opinión pública occidental, pretende ser un ultimátum para que Obama cese los bombardeos sobre Iraq. Foley es uno más de una larga lista de un grupo que presume a diario de sus ejecuciones públicas, violaciones, y crucifixiones. Hoy la mirada está también sobre el periodista Steven Sotloff, cuya vida, según los terroristas, “depende de la próxima decisión de Obama”. En una breve intervención asegura que su país será “implacable” contra el ISIL.
Un cartel en la entrada de una tienda recuerda al periodista James Foley en su ciudad natal Rochester, Nueva Hampshire el 20 de agosto de 2014 (Brian Snyder, Reuters)
El vídeo es auténtico. Es la primera conclusión del FBI, que ya se lo ha comunicado a la familia del periodista James Foley. Posteriormente lo ha confirmado Caitlin Hayden, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad. Las brutales e impactantes imágenes, enviadas como amenaza al Gobierno de Estados Unidos, continúan circulando por Internet, a pesar de la intensa campaña de medios occidentales y redes sociales como Twitter y Facebook para prohibir su difusión, algo que también ha pedido su familia.
Desde Estados Unidos, el presidente Barack Obama se ha pronunciado este miércoles sobre el asesinato de Foley: “Hoy, el mundo entero está consternado por el brutal asesinato de Jim Foley por el grupo terrorista Estado Islámico”. “Si hay una cosa en la que todos podemos estar hoy de acuerdo es en que grupos terroristas como el Estado Islámico no tienen cabida en el siglo XXI”, afirmó el presidente, “esta gente fracasará porque el futuro es siempre de quienes construyen, no de quienes destruyen”.
Desde el pasado mes de junio, cuando se declaró el Califato Islámico, el ISIL se ha convertido en la gran amenaza de Occidente, retirando incluso ese siniestro protagonismo a Al Qaeda. Mezclando atentados, secuestros y torturas salvajes para obtener información, con la instrucción terrorista de menores -instándoles incluso a que vean los fusilamienos en primera fila-, y el avance imparable por puntos clave instalando su ley islámica por la fuerza.
Todo ocurre además, con armas y ayuda implícita de países como Estados Unidos -inicialmente destinadas a combatir al régimen sirio-, como la propia Hillary Clinton denunció el pasado 10 de agosto en una controvertida entrevista en la que criticó duramente la política exterior de Obama, reconociendo «el fracaso en ayudar a construir una fuerza de combate creíble» contra Assad: el papel de EEUU dejó «un gran vacío, que los yihadistas ahora han llenado», dijo Clinton. No sabía la ex Secretaria de Estado que el Gobierno de Obama recibiría pocos días después el golpe del asesinato de Foley y la humillación de la víctima en todas las redes sociales.
Bloqueo en Internet
A esta hora se multiplican las nuevas cuentas en Twitter y Facebook. Ambas compañías han iniciado su particular guerra contra los yihadistas del ISIL, después de la polémica expansión de las imágenes de la decapitación del periodista James Foley. Han cerrado las cuentas más seguidas –algunas ofrecían miles de imágenes de las decapitaciones, torturas y crucifixiones del ISIL- y están bloqueando a quien sube nuevas imágenes del asesinato del periodista americano.
No obstante, los terroristas cuentan con cientos de redes y foros propios por los que siguen difundiendo las imágenes, aludiendo en las últimas horas precisamente a una campaña yihadista por burlar el intento de bloqueo.
James Foley en su primer secuestro: “Sabía que no estaba solo”
Secuestrado desde noviembre de 2012 en Siria. Trabajaba como freelance para el diario GlobalPost cuando fue capturado. El diario inició entonces una larga investigación periodística, apoyada en una empresa de detectives privados, cuyas conclusiones no hay visto la luz todavía. Sin embargo apuntan a que la primera versión, que Foley habría sido secuestrado por leales al presidente sirio Al Assad, no es fiable: hoy creen que en todo momento ha estado en manos de islamistas radicales. En concreto, del ISIL.
No era la primera vez que Foley era secuestrado en el ejercicio de su profesión periodística. En 2011, durante la guerra libia, estuvo 44 días preso por partidarios de Gaddafi junto a los periodistas Claire Gillis y el español Manu Brabo. En aquella ocasión, un cuarto periodista, Anton Hammeri, murió durante el secuestro. Sin embargo, Foley recuperó su libertad y pudo acudir a cubrir la caída y muerte de Muammar Gaddafi.
Durante su primer cautiverio, James Foley encontró en algunas prácticas las claves para mantener “la mente enfocada”, en sus propias palabras, y no perder la esperanza. Procedentes de una familia católica, Foley desvelaba así algunos de los detalles de su secuestro en Libia en un artículo para la revista de la Marquette University. “Empecé a rezar el rosario. Era lo que mi madre y mi abuela habrían rezado. Dije 10 Avemarías entre cada Padre Nuestro. Dediqué mucho tiempo, casi una hora a contar 100 Avemarías con mis nudillos”.
En una ocasión, sus captores le permitieron tener una breve conversación con su madre. “Están celebrando una vigilia de oración por ti en Marquette. ¿No sientes nuestras oraciones”, le preguntó la mujer. “Sí, mamá, las siento”, respondió Foley. “Pensé en esto por un segundo”, escribió meses después, “tal vez fueron las oraciones de los demás las que me dieron fuerza para mantenerme a flote”. “Repetí esta llamada cientos de veces en mi cabeza. Mi madre me había dicho que mis amigos se habían reunido para hacer lo que pudieran para ayudar. Yo sabía que no estaba solo”.
Cae en manos del ISIL
Una vez que parece aclarado por el GlobalPost que no estuvo secuestrado por los leales a Al Assad, surge la duda de cómo terminó en las manos del ISIL, convertido en el símbolo que utilizarían los yihadistas para amedrentar a Estados Unidos.
Según la información a la que ha accedido Investigations en redes de la yihad, partidarios del ISIL reconocen que la organización terrorista pudo haber pagado por hacerse con éste y otros prisioneros, como moneda de cambio. No es la primera vez que las redes islamistas sirias se intercambian rehenes o participan en fusilamientos cuya autoría final es difícil de determinar.
En uno de los principales foros de la yihad, ante las dudas de un usuario sobre la estrategia de matar a periodistas, otros se lanzan en tromba preguntándose: “¿Quién te asegura que no era un agente de la CIA?”.m“Alá maldiga a América” o “no lo llames periodista sino soldado” son otros de los mensajes que pueden leerse.
Tras los bombardeos de los últimos días, el Estado Islámico había amenazado con matar a Foley en venganza por los avances de los kurdos y norteamericanos en lugares como el Monte Sinjar o la presa de Mosul, según altos cargos de Seguridad de EEUU. El Global Post también reconoce haber recibido un correo del ISIL advirtiendo del inminente asesinato de Foley, que reenvió a la Casa Blanca. Estados Unidos intentó a comienzos de verano una operación especial para rescatar a los prisioneros, Foley entre ellos, pero fracasó, porque no estaban cautivos en el lugar esperado.
El terrorista que aparece en el vídeo tiene acepto británico, lo que se ha traducido en una revolución en el gobierno de David Cameron, que ha suspendido de inmediato sus vacaciones. Los servicios secretos británicos y norteamericanos trabajan a esta hora contrarreloj para intentar identificar al terrorista.
Uno de sus ex rehenes lo ha identificado como líder de los militantes británicos que se encargan de vigilar a los presos extranjeros en Siria. Se hace llamar John –los expertos que han analizado el vídeo coinciden en que su acento parece londinense- y es uno los tres británicos del Estados Islámico que hacen de carceleros en Raqqa, bastión de los islamistas de Al Baghdadi. Los llamaban internamente ‘The Beatles’.
El “terror medieval”
Diferentes medios han acuñado como “terror medieval” la campaña de violencia desatada por el Estado Islámico en los últimos meses. El asesinato del periodista James Foley llega después de muchos crímenes, pero hasta este verano, la mayoría de ellos no habían obtenido espacio reseñable en las páginas de los grandes diarios y se enmarcaban en la “sangrienta guerra civil siria”. Sin embargo, los fusilamientos del ISIL y su poderoso aparato mediático que aprovecha al máximo las nuevas tecnologías para difundir el terror, están siendo la clave del desarrollo del proyecto de Baghdadi, tanto en el Siria como en Irak.
El pasado 10 de agosto se difundieron imágenes en las que un miembro del Estado Islámico alecciona a sus seguidores, espada en mano, en el método “correcto” de decapitación de un enemigo. Este tipo de instrucciones grabadas destinadas a yihadistas, niños y jóvenes principalmente, inundan las redes en miles de vídeos.
Durante todo el 2014 la actualidad de conflictos internacionales ha estado marcada por la brutalidad del ISIL. El 5 de enero de 2014, militantes de Baghdadi mataron en Harem a más de 30 civiles. Desde entonces se han multiplicado las imágenes de extrema dureza, de niños y mayores decapitados, con sus cabezas alzadas en picas ante las felicitaciones y gritos de júbilo de la turba terrorista.
El terror por el terror. Los terroristas del ISIL se han distinguido por la recuperación de dos prácticas: la decapitación y la crucifixión (Advertencia: en este enlace hay varias imágenes que puede herir su sensibilidad). Este segundo método, como parte de ejecución o como parte de una tortura, se realiza a menudo en plazas publicas –como en las de Raqqa- tras el juicio fugaz de algún grupo de militantes. No distinguen edades ni delitos y se ceban particularmente con los cristianos que se niegan a convertirse al islam.
Unidad o muerte
La obsesión de Al Baghdadi es reunir bajo su mano a todos los yihadistas pero no a cualquier precio. Por eso los ataques del ISIL no se han limitado al “enemigo” sino que también han sido implacables contra sus antiguos aliados o aquellos considerados como “rebeldes traidores”. Yihadistas de otros grupos que operan en Siria e Iraq y otros condenados por traidores han sido blancos de sus atrocidades (Advertencia: en este enlace hay varias imágenes que puede herir su sensibilidad).
Los ideólogos del Estado Islámico insisten a menudo en la unidad. Alejados de las imágenes más duras, claman porque quien simpatice con el ISIL en Iraq lo haga también en Levante de Oriente Próximo. Eso mismo difunden en un documento firmado este miércoles 20 de agosto -en árabe, escrito pocas horas después del asesinato de periodista americano- al que ha accedido Investigations, y en el que de nuevo piden unidad y exclaman con solemnidad que “Alá reunió a las filas de los muyahidines bajo la bandera del Califato”.
Aunque la brutalidad y las luchas internas llevaron en su día a Al Qaeda a desvincularse del ISIL –sin renunciar al terrorista, por supuesto-, no todos los radicales han seguido esa senda. Uno de ellos especialmente significativo podría meter próximamente a China en la ecuación: el controvertido Abdul Aziz habría mostrado su apoyo al “Califato de Baghdadi”, según Asia Times, que advierte que “los tentáculos del ISIL llegan a China”. Fue el imán de la Mezquita Roja de Islamabad e instigador de atentados contra intereses chinos.
La vida de Sotloff “depende” de Obama
En el mismo vídeo del asesinato de James Foley, figura otro prisionero, el periodista americano Steven Sotloff, que lleva desaparecido desde agosto del 2013. El verdugo del ISIL asegura que su vida depende de la “siguiente decisión” que tome el presidente de los Estados Unidos. Sotloff es un periodista freelance nacido en Miami, que ha escrito para TIME, National Interest, FP, CSM, The Diplomat, y LWJ, entre otras. Especializado en el mundo árabe, había vivido en Yemen, y en el momento de su secuestro vivía en Benghazi.
Horas después de publicarse el vídeo de Foley, se ha creado una petición a la Casa Blanca para que “haga todo lo posible para liberar al periodista estadounidense Steven Sotloff”. “En el video, Steven se ve al final declarando que será el próximo”, escriben los firmantes, antes de pedirle al presidente a Obama que tome “medidas inmediatas” para “salvar la vida de Steven por cualquier medio necesario”.
En su breve declaración de este miércoles, el presidente Barack Obama ha querido dejar claro que Estados Unidos no pasará por alto lo ocurrido con Foley. «Estados Unidos de América continuará haciendo lo que debe hacer: proteger a nuestro pueblo. Seguiremos vigilantes e implacables. Cuando alguien daña a los estadounidendes en cualquier parte del mundo, haremos lo necesario para que se haga justicia. Y actuaremos contra el ISIL».