La infancia, primera víctima de los males globales
Conflictos armados, epidemias y problemas de desigualdad socioeconómica afectan a millones de menores en todo el planeta. Unicef acaba de lanzar su campaña de recaudación de fondos más ambiciosa ante el riesgo que corren 62 millones de niños de ser víctimas de una crisis humanitaria
¿Su condena? Haber nacido en el lugar y momento equivocados. Cientos de niñas yazidíes –minoría étnica y religiosa que habita principalmente en Irak- fueron violadas o vendidas como esclavas sexuales por miembros del Estado Islámico en 2014. Un año que estuvo marcado además por la extensión de la guerra civil en Siria, por la epidemia de ébola en África, que dejó más de 16 mil huérfanos y afectó directa e indirectamente a más de 10 millones de niños, por los atentados como el del Talibán en Peshawar, que dejó más de 130 menores fallecidos y otros tantos heridos; o las acciones de Boko Haram en las que ha secuestrado o asesinado a cientos de infantes.
Así, durante cada uno de esos 365 días pasados 18 mil infantes menores de 5 años murieron en todo el mundo, la mayoría por causas que son prevenibles o tratables (como paludismo, diarrea o nacimiento prematuro).
Violencia, explotación sexual y desnutrición son tres de los principales problemas que más afectaron a los niños del mundo el año pasado, de acuerdo con el Informe sobre el Estado Mundial de la Infancia, elaborado por el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef).
De los 30 años que lleva realizándose este reporte anual, 2014 ha sido uno de los peores para la niñez. Un año minado de guerras, enfermedades epidémicas, conflictos armados y desigualdad socioeconómica en muchas naciones deja un balance bastante negativo.
Sólo la guerra civil en Siria ha dejado un saldo de 6,5 millones de niños desplazados y casi 3 millones de ellos fuera de la escuela. Una evaluación rápida en 13 de las 14 provincias de Siria entre marzo y julio del año pasado reveló un nivel de desnutrición aguda de 7,2%. Los niños de ese país viven una tragedia que, según se ha lamentado el exprimer ministro de Reino Unido Gordon Brown, ha podido ser evitada.
Las perspectivas no lucen mejores para 2015. A finales de enero, Unicef ha debido lanzar su campaña de recaudación de fondos más ambiciosa pues necesita 2.700 millones de euros para atender a 62 millones de niños en riesgo de ser víctimas de una crisis humanitaria.
Más recesión, menos oportunidades para la niñez
Pero los conflictos armados y sus consecuencias no son las únicas causas de los males que aquejan a la infancia. En octubre del año pasado, Unicef advertía sobre los efectos negativos de la crisis económica y alertaba que “en los países más castigados por la recesión, los niños son los que más están sufriendo las consecuencias y los que más padecerán por más tiempo”.
En “Los niños de la recesión”, otro informe emitido por la agencia en 2014, se evidencia que los pequeños siguen siendo el grupo social más perjudicado: 76,5 millones de niños en todo el mundo viven bajo el umbral de pobreza de sus países. Este alarmante número ha aumentado en 2,6 millones con respecto a 2008.
De acuerdo con la agencia de la ONU, las desigualdades socioeconómicas impactan de forma evidente en la situación por la que atraviesan. Un ejemplo de ello es el hecho de que de 2.200 millones de menores que hay en el mundo actualmente, los más pobres tienen casi 3 veces menos posibilidades de ser asistidos por personal médico calificado al nacer.
“Las oportunidades que tienen los niños son distintas dependiendo de la riqueza de sus países; de su género; de su pertenencia a familias pudientes o desfavorecidas; de las zonas donde viven (urbanas o rurales); y de la riqueza o pobreza de sus barrios y lugares de residencia”, asegura Unicef.
Las chicas llevan la peor parte pues además de los problemas que sufren los niños son sometidas a situaciones indeseables en función de su género: 11% de las niñas contrae matrimonio antes de los 15 años de edad, un fenómeno que, según Unicef, “compromete su derecho a la salud, la educación y la protección”.
Avances y retos pendientes
El informe de Unicef da cuenta de algunos avances importantes para mejorar la situación de los niños. “Es digno de mención que en esta crisis social sin precedentes muchos países hayan logrado limitar e incluso reducir la pobreza infantil”, apunta el reporte. Pero esta reducción ha ocurrido solo en 18 de los 41 Estados analizados por la Unicef, liderados por Chile, Polonia y Australia. En el resto de las naciones estudiadas sucedió lo opuesto: 6,6 millones de niños más que viven bajo el umbral de pobreza.
Entre los estados donde las cosas han ido a peor se incluye España. Solo entre 2008 y 2012 la cifra creció 8,1%, para un total de un 36,3% infantes en situación precaria. Tanto en España como en Grecia, los niños pobres estaban más por debajo del umbral de pobreza en 2013 que en 2008. Por su parte, en Estados Unidos, la tasa de pobreza infantil alcanza el 32% y en Italia 30%.
Otra área en la que se ha mejorado en la matriculación escolar, asunto en el que se han registrado progresos incluso en los países menos desarrollados: De 53% de estos niños que ingresaron a la escuela en 1990 la cifra creció a 81% en el 2011. Pese a ello, aún quedan tareas pendientes: Unos 30 millones de niñas en edad escolar primaria en el mundo – el equivalente a la población de Afganistán– no están recibiendo educación.
Con la culminación del plazo para cumplir con los ocho Objetivos del Milenio (ODM) fijados por la ONU este año – dos de ellos enfocados específicamente en la niñez-, grandes retos quedan por ser superados.
En el caso de una de las metas puntuales que se estableció, “reducir en dos terceras partes entre 1990 y 2015, la mortalidad de niños menores de cinco años”, se ha logrado disminuir esta tasa pero no lo suficientemente rápido como para alcanzar la meta cuando restan menos de 350 días para la fecha límite.
En cuanto al segundo ODM, la tarea de “asegurar que, en 2015, los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria” también se encuentra lejos de ser una realidad.
Unicef señala que las posibilidades de que en 2015 se logre la educación universal son cada vez menores, a pesar de que algunos países pobres han registrado avances significativos. La mayor parte de los niños que no finalizan la escuela están en África Subsahariana y el Sur de Asia. La desigualdad de oportunidades sigue siendo el principal obstáculo hacia la educación universal.
Una última tarea que pendiente según el informe tiene que ver con la disponibilidad de estadísticas confiables. Tan solo un tercio de los países en el mundo tienen datos fiables sobre la primera etapa de la infancia. “Superar la inclusión comienza con datos inclusivos”, apunta el reporte. Pero corresponde a los encargados de tomar decisiones a todos los niveles tomas las medidas y acciones correspondientes para que todos los niños tengan la garantía plena de sus derechos.
Andrea Rodríguez Panagiotopoulos